Un monstruo vino a ver a Miami Heat

El segundo encuentro de la final de la NBA en la Burbuja de Orlando deparaba un duelo algo desequilibrado por las bajas de dos de los principales titulares de Miami, Goran Dragić y Bam Adebayo. Los Angeles Lakers querían poner el 2-0 y tener más cerca su 17º anillo y honrar a Kobe Bryant.

Una baja que dolió en la zona de los Heat

El choque comenzó con las bajas de los Heat, algo que querían aprovechar los Lakers, y sobre todo, Anthony Davis, atacando la zona que dejaba libre Adebayo, el pívot titular de Miami. Esta ausencia la tapó Erik Spoelstra con Meyers Leonard, al que no había dado minutos en estos playoffs, y tenía una labor muy complicada, parar los ataques de ‘La Ceja’ y de Howard. Ante la imposibilidad de frenar a los interiores angelinos, el técnico de los Heat optó por meter Kelly Olynyk y probar cambios. La fuerza de LeBron James hacía que los de Florida acusaran esa falta de físico en la zona, permitiendo bastantes entradas a canasta. Al término del primer cuarto, los Lakers sacaron una ventaja de seis puntos (29-23), con lo que tampoco obtenían mucho beneficio tras su superioridad.

Anthony Davis, dueño y señor

El segundo cuarto destacó por la aparición de Alex Caruso como anotador, pero, sobre todo, como defensor, parando a jugadores tan fuertes en las penetraciones como Jimmy Butler. La estrella de Miami, por su parte, se centró en meter los tiros libres provenientes de las faltas que sufrió, aunque no bastaba para acercarles en el marcador. Otro que estaba acertado en el tiro era su compañero, Kendrick Nunn, quien desapareció de la rotación de Miami en los playoffs tras su positivo en COVID-19 y algunos días de ausencia en la Burbuja. Estas dos piezas de los Heat no eran lo que necesitaban para defenderse de LeBron y Davis, quienes azotaban con parciales positivos para llegar con una ventaja de 14 puntos al descanso (68-54).

El interior de los Lakers, Davis, decidió poner aún más terreno de por medio en el tercer cuarto, y en otro parcial anotó 9 puntos seguidos de su equipo, además de minar la moral de los rivales con los rebotes ofensivos que le daban una segunda oportunidad y anotar 32 tantos totales. Rajon Rondo también fue uno de los destacados, con 16 puntos y 10 asistencias, para completar un doble-doble. Miami estaba tocado (y casi hundido), pero el acierto en la línea de tiro libre, con un 91,2 % (31/34), y las acciones ofensivas de Olynyk, con algunos triples y 2+1, mantenían la esperanza. En este periodo recortaron distancia, y se pusieron 103-93 con un último cuarto por disputarse.

LeBron James más cerca que nunca

En los 12 minutos finales, los Lakers anduvieron algo más desacertados en los lanzamientos, llegando a fallar nueve seguidos y le dieron la opción de acercarse a Miami, pero no la aprovecharon. LeBron James cogió el timón de la franquicia californiana con 33 puntos, y sentenció a unos Heat con bajas importantes. Los rebotes ofensivos (16 de Lakers y 6 de Heat) fueron una de las claves del desarrollo del partido, además de los puntos en la pintura, 56-46 a favor de Los Angeles, para un resultado global de 124-114.

El próximo cruce decidirá buena parte del anillo para LeBron y compañía, o, por el contrario, da un último tren al que agarrarse para Miami y los cafés de Jimmy Butler.