La bomba estalló en las entrañas del Fernando Buesa Arena tras la dura derrota cosechada por Baskonia en el duelo de Euroliga ante Valencia Basket (63-80). Llegado a la sala de prensa del coloso de Zurbano, Pablo Prigioni comunicó su decisión, que calificó como "sin chance de darle vuelta", de dimitir como entrenador del equipo: "Me daba este partido de plazo, pero no veo señales de que el equipo vaya a jugar como yo pienso. Podía darme más tiempo, pero en el deporte no hay tiempo, de ahí esta decisión. No me veo capaz de convencer a estos jugadores de ir en la línea en la que yo quería trabajar. Me intentaban frenar ahora mi gente del cuerpo técnico y demás, pero yo soy así, impulsivo".

El técnico de Río Tercero se encargó de dejar claras las razones que le han llevado a tomar esta difícil decisión, con el componente añadido de la enorme repercusión que tiene su figura en el club gasteiztarra: "Me duele mucho dejar al club en esta situación. Me siento mal principalmente por mis propias expectativas, pero no estoy ayudando a este grupo a jugar un buen baloncesto, esa es la realidad. Podemos hablar de que tuvimos un inicio difícil, de los lesionados, del calendario... pero es pronto para que alguien nuevo venga y los refresque la cabeza y les saque de esta depresión y de este estado de tristeza en el que se encuentran".

A pesar de ser un momento triste para él, Pablo Prigioni quiso recordar también los apoyos que siempre ha tenido en Vitoria-Gasteiz, sacando las conclusiones más positivas que permite un trance de este calado: "Agradezco al club el confiar en mi y a los aficionados la gran acogida que me brindaron. Lo dejo pronto para que el club tenga margen de reacción. Ustedes son los primeros que lo saben, ahora hablaré con el club; no lo sabe ni siquiera el presidente. De los golpes se aprende y este es un buen golpe en los morros. El grupo de jugadores es bueno, será positivo que venga alguien con otras ideas".

Pero si sorpresa causaron las declaraciones de Prigioni, casi más aún lo hicieron las del capitán baskonista Tornike Shengelia: "No voy a decir que el entrenador sea el que menos culpa tiene de esto, es que no tiene ninguna culpa. Los culpables de no bajar el culo para defender y de no hacer bien el trabajo somos nosotros. Prigioni es mi entrenador y vamos a hablar con él para que siga, no lo descartamos".

El caso es que la inmediatez de la competición hace que Baskonia vuele este miércoles a primera hora con destino a Alemania para rendir visita este mismo viernes a un Brose Bamberg cargado de moral tras vencer en el Martín Carpena ante Unicaja Málaga (76-80). En las próximas horas se conocerá el desenlace de este asunto, que en este momento no parece del todo cerrado.