Con 2016 a punto de terminar, es hora de hacer balance en Washington y si es por los resultados obtenidos, no pueden estar contentos

La segunda parte de la campaña 2015/2016 fue de lo más decepcionante, culminando con un balance de 41-41 y viéndose fuera de los Playoffs por el título en una Conferencia Este que no exigió demasiado a sus participantes para obtener el billete a la postemporada. De hecho, el último clasificado lo hizo con un récord de 44-38 (apenas un 53% de victorias) algo que a priori se les podía exigir perfectamente a los Wizards.

Los dirigentes del equipo ya intuían que no iban por el buen camino, y justo durante el trade deadline del mes de febrero se hicieron con los servicios de Markieff Morris enviando a Phoenix a DeJuan Blair, Khris Humphries y una 1ª ronda del Draft 2016 en un intento de salvar la parte restante de la temporada, lo cual queda claro que no consiguieron. 

Una vez consumado el fracaso empezaron una serie de cambios importantes en la organización. El 14 de abril los Wizards comunicaron que despedían a Randy Wittman, quien se había encargado de dirigir al equipo los últimos cuatro años. Apenas 15 días después anunciaron la contratación de un viejo conocido en la liga, Scott Brooks.

Brooks, en la rueda de prensa de su presentación. | Foto: Washington Times
Brooks, en la rueda de prensa de su presentación. | Foto: Washington Times

La llegada de Brooks venía avalada por un buen trabajo en Oklahoma, dónde junto a Sam Presti construyó un proyecto ganador a base de Draft, desarrollo de jugadores jóvenes y consagración de aquellos que prometían en la elite. Así pues, su elección parecía fuera de toda duda, en un equipo que cuenta con John Wall, en búsqueda de asentarse como estrella de la NBA y dos jugadores como Bradley Beal y Otto Porter Jr, con mucho talento todavía para explotar.

Una dura offseason

Kevin Durant, uno de los mejores jugadores de baloncesto del planeta, se enfrentaba a la agencia libre por primera vez su carrera. En otras palabras, podía decidir su futuro sin ninguna restricción y cualquier equipo con espacio disponible en el límite salarial quería pujar por él. Obviamente, en Washington no iban a ser menos y creían tener serias opciones de ser los elegidos.

Formar un duo letal con John Wall o reencontrarse con su antiguo entrenador eran algunas de las propuestas que los Wizards tenían para él, pero dónde realmente tenían esperanzas eran en lo sentimental. Visto el éxito de LeBron en su retorno a Cleveland, se especuló con que "KD" hiciera lo mismo y volviera a casa para jugar en el equipo de su ciudad.

La realidad es que ni siquiera se sentó con los directivos de los Wizards y el 4 de Julio anunció que se unía a los Golden State Warriors.

Durant pudo jugar con Wall, pero eligió a los Warriors | Foto: CBS
Durant pudo jugar con Wall, pero eligió a los Warriors. | Foto: CBS

Cuando se dieron cuenta, en la capital ya habían perdido a hombres importantes de la rotación como Sessions o Temple e incluso a un puntal del equipo como Nené, además de la mayoría de grandes jugadores disponibles en el mercado.

La franquicia reaccionó con rapidez (lo del acierto está por ver) firmando contratos multianuales a Jason Smith, Andrew Nicholson y Ian Mahinmi, quizás el más destacado de los tres. Además, traspasaron una 2nda elección del Draft 2021 para conseguir desde Utah a Trey Burke, con la esperanza de que fuera un buen backup para Wall. También aterrizo desde Barcelona el base checo Tomas Satoransky.

Con mucho dinero todavía por gastar y sin haber podido reclutar a ninguno de los grandes nombres del verano, apostaron por lo que tenían en casa y decidieron renovar a Bradley Beal cinco años a razón de 128 millones de dólares. Aferrarse a este escolta surgido de la universidad de Florida tiene sus riesgos, pues su potencial y calidad están fuera de dudas, pero no así su salud, ya que debido a distintas lesiones todavía no ha podido completar los 82 partidos de liga regular desde que juega en la NBA.

Un inicio de temporada con muchas dudas

El estreno del curso 2016/2017 ha estado plagado de sombras pero también con motivos para albergar esperanza. El equipo comandado por Scott Brooks no empezó nada bien y se sumó en una profunda crisis hasta llegar a mediados de noviembre con un balance de tres victorias y diez derrotas. Una de las claves de este mal arranque fue la sobrexplotación del quinteto titular en vista a la nula aportación del banquillo lo cual incluso llegó a crear problemas en el vestuario, como el mismo Marcin Gortat se encargó de exhibir ante la prensa. En unas duras declaraciones, el pívot polaco comentó que “tenemos el peor banquillo de la NBA” y la realidad es que la desproporción es portentosa. Los suplentes del equipo tan sólo suman 33 de los 105 puntos que se consiguen cada noche, situándose, efectivamente, entre los peores de la liga. 

No obstante, alguna cosa cambió en dicho momento, ya que justamente una semana más tarde el equipo de la capital inició su remontada. Una actuación sobrehumana de Wall (52 puntos ante Orlando) y dos partidos de 40 puntos por parte de Beal les han ayudado a encadenar una racha de siete victorias en los últimos diez encuentros, estabilizando su récord hasta el 14-16, muy cerca de las plazas que dan acceso a la postemporada

Total responsabilidad para el backourt

Los Wizards cuentan con una de las parejas exteriores más explosivas del campeonato y tienen que exprimir su rendimiento. La combinación Wall-Beal resulta muy difícil de defender, puesto que son dos armas ofensivas que se complementan a la perfección. Wall es capaz de generar puntos en la pintura gracias a su explosividad y su atracción de rivales junto con una gran visión del juego hace que muchas veces encuentre a sus compañeros abiertos. Y ahí es donde aparece Beal, en la ejecución perimetral. Es un excelente tirador desde la larga distancia (40% a lo largo de su carrera) y además es capaz de generar su propio tiro tras el bote.

Wall y Beal son el pilar de los Wizards | Foto: NBA
Wall y Beal son el pilar de los Wizards. | Foto: NBA

Resumiendo, ambos forman un cóctel tremendamente picante y el equipo sustenta prácticamente todas las esperanzas ofensivas en ellos dos. Se hace difícil ir más allá de Wall Beal en Washington

Futuro con decisiones importantes

Una de las mejores noticias que ha dejado 2016 ha sido la consagración de Otto Porter Jr. El alero procediente de Georgetown apuntó maneras el año pasado y se ha confirmado con un rol importante dentro del equipo. Porter está promediando 14 puntos y siete rebotes esta temporada, ambos máximos de su carrera. 

Otto Porter Jr esta mostrando su mejor nivel. | Foto: USA Today
Otto Porter Jr esta mostrando su mejor nivel. | Foto: USA Today

La mala noticia para Washington es que el jugador se encuentra en el último año de su contrato y a partir de junio será agente libre restringido. Con otra subida previsible en el límite salarial, de bien seguro va a recibir jugosas ofertas y en los despachos de la franquicia tendrán que decidir si apostar por él con un cuantioso contrato o dejarlo marchar.

El objetivo inmediato de los Wizards pasa por mantener el buen nivel de juego que han mostrado recientemente y consolidar su balance para así poder formar parte de los mejores ocho equipos de la Conferencia Este