La NBA siempre ha tratado de mantener el All-Star alejado de cualquier tipo de controversia, ya sea política, económica o de cualquier otro tipo. Pero hay ocasiones en las que es difícil mirar para otro lado, más cuando has de representar los valores de la mejor liga de baloncesto de todo el planeta en un sólo fin de semana. La NBA nunca irrumpió en temas políticos, pero se toma muy enserio la parte moral.

Por ello, el 22 de julio de 2016, la liga emitió un comunicado retractándose de la decisión tomada un año antes: el All-Star Weekend no tenía cabida dada la situación en Charlotte.

Repasemos los acontecimientos. A mediados de 2015, la NBA anunciaba que el Fin de Semana de las Estrellas del año 2017 se celebraría por primera vez en la ciudad de Charlotte. La localidad y todo el estado de Carolina del Norte estallaban de alegría al conocer la importante noticia. La ciudad sufrió mucho años atrás por la marcha de su franquicia, los Bobcats, y esta novedad lanzaba un nuevo aire de esperanza a una población a la que el baloncesto tanto había castigado. Pero la política echaría por tierra todas estas ilusiones.

Poco después del anunciamiento, saltaban las alarmas al conocerse las duras medidas que el Estado de Corolina del Norte había impuesto contra el colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). La NBA reaccionaba y mandaba un aviso a Charlotte: el All-Star no se celebraría allí si dicha legislación no cambiaba.

En febrero de 2016, Charlotte aprobaba en pleno municipal (de mayoría demócrata) una ley en contraposición a la de su Estado y que prohibía, entre otras cosas, cualquier tipo de discriminación pública contra la orientación sexual de las personas. Carolina del Norte (de mayoría republicana en su cámara) no tardaría mucho en responder y apenas un mes más tarde aprobaba la ley HB2, que actuaba en contraposición a las medidas anti-discriminación adoptadas por Charlotte. Finalmente, al no verse resuelto el tema, la NBA tomó la decisión de privar a la ciudad de celebrar su All-Star.

"Nuestro fin de semana de las Estrellas pretende ser una celebración mundial de baloncesto, de nuestra liga, y de los valores que defendemos", afirmaba Adam Silver en un comunicado. "Aunque reconocemos que la NBA no puede elegir la ley en cada ciudad, Estado o país en el que hace negocios, no creemos que podamos acoger con éxito nuestra festividad del All-Star en Charlotte por el clima creado por la ley HB2."

A la izquierda, Adam Silver, en una manifestación en favor del LGTB en Orlando | Imagen: NBA Cares / Instagram
A la izquierda, Adam Silver, en una manifestación en favor del LGTB en Orlando | Imagen: NBA Cares / Instagram

La decisión no sólo afectó a la popularidad de la ciudad, sino también a su economía. Se preveía que el All-Star generase un impacto de más de 100 millones de dólares en Charlotte.

Meses más tarde y con la difícil tarea de preparar un evento de esas características en tan poco tiempo, se anunciaba que New Orleans sería la nueva sede del All-Star Weekend. La ciudad ya acogió la cita en 2008 y 2014, tal vez la fiabilidad y el nivel de experiencia fue lo que llevó a la NBA a decantarse por la ciudad de Luisiana.

Se espera que en 2019 se vuelva a intentar celebrar el All-Star en la ciudad de Carolina del Norte, pero nada es seguro. Michael Jordan, presidente de los Charlotte Hornets, decía esto después de conocer la noticia de su veto: "Entendemos y respetamos la decisión de la NBA. Hemos hecho grandes esfuerzos para mantener el All-Star, pero no lo logramos".