El Balonmano Los Dólmenes, líder invicto del grupo F de Primera Estatal, cayó derrotado ante el Ángel Ximénez Avia - Puente Genil, decimotercer clasificado de la Liga Asobal y único equipo andaluz presente en la categoría, en un encuentro amistoso disputado en la noche del miércoles en el Polideportivo Fernando Argüelles de Antequera.

El choque permitía medir fuerzas a una prometedora plantilla, que aspira al ascenso a División de Honor Plata durante la presente campaña, ante un potente cuadro que cuenta con grandes figuras como Novica Rudovic, máximo anotador de la primera vuelta de la Liga Asobal. El resultado del choque fue un atractivo encuentro, con numerosos reencuentros como telón de fondo, en el que la calidad pontanesa primó frente a la garra de los locales.

Los locales quieren pero no pueden

Los visitantes dominaron el encuentro desde su puesta en marcha. En un abrir y cerrar de ojos, sin que los locales se hubieran asentado en la pista, los cordobeses acumularon una renta de cinco goles (2-7, minuto 10), aprovechando las claras oportunidades de contraataque que las titubeantes acciones de los locales les permitían.

A partir de entonces emergió la figura de Francis Maireles en portería, que contribuía a taponar la brecha goleadora rival, dando la oportunidad a su equipo de recomponerse en ataque. Cuando los pupilos de Lorenzo Ruiz lograron quitarse la presión de los minutos iniciales, empezaron a jugar con descaro, queriendo mirar de tú a tú a un gigante de Asobal.

El técnico Quino Soler se enfrentaba a sus antiguos pupilos

Los jugadores antequeranos tiraban de sus principales bazas para burlar la muralla defensiva del equipo dirigido por Quino Soler, que superaba con claridad en envergadura a los locales. Por ello, los directores de orquesta del Balonmano Los Dólmenes, Martín Souto y Adrián Santamaría, trataban de penetrar en el área superando a su par y buscar la conexión en los seis metros con Juanma Cabrera, que tiraba de garra para revolverse y superar el marcaje de Revin y Almeida.

Sin embargo, la defensa malagueña, pese a estar enchufada, era incapaz de combatir el potente lanzamiento exterior rival y de minimizar las consecuencias de las pérdidas en ataque mostrando sus limitaciones en el repliegue defensivo. Por ello, la diferencia en el tanteador se mantuvo (4-9 minuto 15).

Ruiz implementó entonces algunas modificaciones en materia defensiva, colocando a Xavi Túa en el avanzado de la formación 5:1 para neutralizar al central Nacho Moya. Soler reaccionó con rapidez dando entrada en su lugar a Mario Porras.

Ciertamente, el partido no era un encuentro amistoso cualquiera. Implicaba la vuelta al Argüelles de varios viejos conocidos, amigos del club y de la afición local. Además del técnico Quino Soler, se produjo el regreso de Alberto Castro, que militaba en el Meridiano Antequera de División de Honor B hasta la pasada campaña. Castro comandaba junto a los también exjugadores antequeranos Chispi y Nacho Moya la primera línea pontanesa. El extremo malagueño Manu Díaz también comparecía ante su antigua afición.

En cuanto al duelo de porterías, la pontanesa era defendida por un Jorge Oliva que no estuvo muy entonado durante la primera mitad. En la antequerana, Lorenzo Ruiz dio paso a Samir. Su entrada en el terreno de juego suponía su bautismo de fuego en un encuentro ante jugadores de primer nivel. El canterano trató de aprovechar los minutos concedidos por su técnico para demostrar su valía, puesto que suele contar con escasas oportunidades durante la temporada liguera. Los lanzadores cordobeses aprovecharon el cambio en la portería para engrosar su renta antes del descanso (9-15, minuto 25), aunque el meta se despidió con una detención que anticiparía su buena actuación durante la segunda mitad.

Sin duda, Lorenzo Ruiz entendió el choque contra los pontaneses como una oportunidad para dar minutos a los jóvenes y a los menos habituales. Una de las actuaciones más brillantes fue la de Álvaro Escobar, que se mostró muy activo en el lateral derecho. La primera parte culminó con un marcador 9-16 que prácticamente sellaba la victoria para los hombres de Quino Soler.

Ángel Ximénez conserva la renta

Samir volvió de vestuarios muy enchufado y tuvo varias intervenciones meritorias. La portería visitante pasó a ser ocupada por Álvaro de Hita. En una de sus primeras intervenciones, tuvo la mala fortuna de recibir en la cara un balonazo involuntario de Adrián Santamaría, que por suerte no le causó un gran daño.

El cuadro pontanés demostró su polivalencia en las acciones de ataque, de manera que los laterales Josic y Rudovic no tuvieron que emplearse en exceso en lanzamiento exterior. Se sucedieron entonces varias decisiones arbitrales discutibles que la afición antequerana protestó con especial fervor, al considerar que los colegiados habían favorecido al equipo visitante. Pasaban los minutos y la abultada renta de los cordobeses se mantenía (12-19, minuto 40), puesto que estos se encontraban cómodos con el amplio colchón de ventaja con el que contaban, a la par que los locales desaprovechaban sus opciones de reducir la ventaja. 

El Ángel Ximénez sufrió entones una pájara en ataque, errando varios lanzamientos ante la presión de una defensa antequerana que se encontraba bien asentada en los seis metros, reduciendo las opciones de lanzamiento de su rival. El Balonmano Los Dólmenes aprovechó la circunstancia para reducir la desventaja a los seis goles.

Pese a ello, los pontaneses elevaron su intensidad defensiva, poniendo en apuros a la primera línea rival, que hacía circular el balón sin encontrar una grieta en el muro cordobés que les permitiera culminar la jugada. La amenaza de pasivo que mostraba el brazo en alto del árbitro obligó a los antequeranos a jugarse la acción de ataque con lanzamientos tímidos que ni siquiera lograron inquietar a De Hita. Mientras tanto, el Ángel Ximénez consiguió revitalizar su ataque con el regreso de Nacho Moya y Chispi, anotando un parcial 3-0 que el meta Fran no pudo evitar. Cristóbal Ortega desbloqueó el tanteador de su equipo anotando en los seis metros mientras sufría los agarrones de tres defensores (14-22, minuto 48). Seguidamente, Álvaro Escobar y Xavi Túa pudieron lucirse al anotar tantos de bella factura en un contraataque y desde el extremo izquierdo.

Los minutos pasaban, y la principal baza que los jugadores del Balonmano Los Dólmenes presentaban sobre la cancha seguía siendo la pasión, las ganas de dar lo mejor de sí mismos pese a tener en frente a un rival de primera categoría. Esto les permitió vender cara su derrota y no dejarse llevar por la amplia diferencia anotadora con el paso de los minutos, ante una plantilla superior física y tácticamente (20-26, minuto 56).

Los contendientes mantuvieron la intensidad hasta los minutos finales para un mayor disfrute de la grada del Polideportivo Fernando Argüelles, que había vibrado con la vuelta del balonmano de primera categoría a un enclave histórico en el balonmano malagueño. Por ello, ambos cuadros pretendieron culminar su actuación ofreciendo el mayor espectáculo posible en las acciones de ataque (21-28).

El pitido final marcó el fin de la contienda. El ambiente de hermandad entre los dos equipos, que había primado durante los sesenta minutos, se hizo palpable con los saludos y abrazos que compartieron sus integrantes nada más finalizar el partido, mientras que, de fondo, el socorrido “Amigos para siempre” retumbaba en los altavoces del Argüelles.

Fotografía de familia de ambos equipos al terminar el encuentro. Foto: Leo Ruiz, BM Los Dólmenes
Fotografía de familia de ambos equipos al terminar el encuentro. Foto: Leo Ruiz, BM Los Dólmenes

El sábado toca vuelta a la realidad liguera para el club malagueño con la visita a la cancha del Balonmano Montequinto Elaluza. Aunque nadie se atreve a hablar del ascenso, los números del equipo durante la primera vuelta demuestran que son claros candidatos a volver a la categoría de plata del balonmano español, el objetivo deportivo que tienen entre ceja y ceja los integrantes del club desde el principio de temporada.