Esta imagen no se repetirá. El número 1 estará vacante en el Tour. Bradley Wiggins no tendrá la posibilidad de revalidar la victoria que cosechó antaño en el Tour de Francia. El campeón olímpico sufre una lesión de rodilla que le impide entrenar con normalidad y por eso prefiere no correr la ronda gala, por lo que su participación en la Vuelta a España parece casi segura.
No parece ser esta la mejor temporada de la carrera del británico. Tras retirarse en el Giro, esta noticia sienta como un jarro de agua fría para el equipo Sky, que quería de nuevo mandar en la ronda francesa con el actual campeón y Chris Froome, que será (aunque ya lo iba a ser) el líder del conjunto británico. El 29 de junio, pues, empezará un Tour sin el campeón (como sucedió con Contador en 2008).
El comunicado del conjunto británico, firmado por el gerente Dave Brailsford, no deja dudas: "Debido a la enfermedad, la lesión y el tratamiento que ha llevado, Brad ha sobrepasado el punto en el que podía llegar en buenas condiciones al Tour. Es una gran pérdida pero, dadas las circunstancias, no vamos a considerar su inclusión en el equipo".
Wiggins, por su parte, ya se ha pronunciado, asegurando que es una decepción: "Es una decepción no ir al Tour. Quería participar desesperadamente, por el equipo y por los aficionados, pero no ha sido posible. No pude entrenarme como debiera y no me encontraba listo. Una vez que lo acepté, fue como un alivio porque no tenía que preocuparme de luchar contra el crono para superar la lesión". Pese a la ilusión y a todos los intentos, Wiggins prefiere que otro ocupe su lugar durante las tres semanas: "No puedo entrenar como debería hacerlo, así que no voy a estar listo. Una vez aceptas esto, es casi un alivio no tener que preocuparme por la lesión y por la carrera contra el reloj".
Esta ausencia se empezó a rumorear hace unos días, cuando el equipo Sky no contaba con él para la Dauphiné Libéré que empezará este sábado uno de junio. Chris Froome tendrá la oportunidad de su vida de demostrar su talento. Contador será su máximo rival. Faltará Wiggins, pero la emoción estará servida.