Nadie puede evitar encogerse de miedo y ver florecer el estupor y la admiración en su interior, cuando presencia una carrera de ciclismo BMX. Desafiando las leyes de la gravedad y asumiendo con entereza los muchos riesgos para su salud que corren con los brincos constantes y curvas a velocidades insospechadas, estos locos reconvertidos a deportistas olímpicos hacen de esta disciplina una de las más espectaculares del programa olímpico.
La bicicleta tiene solo un cambio y un freno, con amortiguadores reforzados
Surgió en California en la década de 1960, compartiendo protagonismo con el motocross y más tarde con el mountain bike. Se antoja una miscelánea entre ambas disciplinas, asumiendo la velocidad de la primera y la agilidad y fuerza de riñones requerida de la segunda. Bicicletas pequeñas, con ruedas bajas y amortiguadores notables, favoreciendo la permanencia del ciclista de pie en aras de sortear con más facilidad los muchos obstáculos presentes durante el circuito.
Formato de competición
No se contempla otra opción que la de pasar en primer lugar por la meta. Desde la línea de salida hasta ésta, numerosas rampas de más de ocho metros de altura, saltos, virajes bruscos, subidas y bajadas constantes. El circuito tiene entre 300 y 400 metros de altitud, y son de la partida 32 hombres y 16 mujeres.
Se van realizando pruebas clasificatorias en las que acceden los cuatro primeros, hasta llegar a la gran final, donde cualquier mínimo error de cálculo puede dar con los huesos de un ciclista en el suelo, y sus aspiraciones con ellos. La instalación donde se llevará a cabo la prueba está dentro del Parque Radical y contará con una pista permanente, que busca revalorizar este deporte en Brasil.
No ha participado ningún representante español ni en Pekín ni Londres, y tampoco lo hará en Río de Janeiro
Se han repartido doce medallas de BMX en los Juegos Olímpicos, siendo el letón Maris Stombergs el único que ha logrado ganar dos preseas, y ambas fueron de oro. Un nombre propio del BMX es el de Mariana Pajón, colombiana que con tan solo 20 años, se proclamó campeona olímpica en Londres 2012, logrando el segundo oro de la historia para su país.