Lampre-Merida 2014: aumento de expectativas

Juntar en un mismo equipo a personalidades tan dispares, pero a la vez excelentes, como la de Pozzato, Ulissi o Rui Costa no genera sino expectación. El traspaso del año, el de este último, lo ha protagonizado la ya mítica familia Galbusera. Una operación que culmina el proceso de regeneración de la estructura Lampre-Merida, puesto en marcha tras los horrendos resultados de 2012. Rui Costa abandonó Movistar en la cumbre de su carrera deportiva, buscando libertad en un equipo que, a buen seguro, dará que hablar en los próximos meses.

El Lampre 'arcoíris' ya se ha puesto en marcha, celebrando varias concentraciones de pretemporada tanto en Italia como en España, y el siete elegido para el Down Under, capitaneado por Diego Ulissi, ya se encuentra entrenando en Australia. Una plantilla renovada, con hombres contrastados y tres figuras que marcarán la pauta.

Triángulo de contrastes

El primero no necesita presentación. Rui Costa es el sustituto de Scarponi en la parcela 'vueltómana', aunque Costa, a diferencia del italiano, puede presumir de más polivalencia. Opta a las Ardenas, a luchar por la general del Tour (entrar en el podio le vendría grande) y a cosechar un buen botín de triunfos en vueltas cortas. La reválida del título mundial está también entre sus planes. No obstante, su rueda estará mucho más vigilada que antaño y la ya famosa 'maldición del Arcoíris' puede aguar su temporada. “El Arcoíris no es una carga, sino un honor”, contradice él.

Para maldición, la de Filippo Pozzato. Gran parte de ella viene dada por los dimes y diretes de la competición (mala suerte, caídas, lesiones). Pero no es menos cierto que otro porcentaje viene provocado por él mismo. El que para muchos es el mejor talento que ha salido de Italia en los últimos diez años parece apagarse por diversas vicisitudes, tanto deportivas como extradeportivas. Cambios de equipo, asuntos de dopaje o su actitud en carrera hacen que siempre se hable de Pippo.

Aun así, se le espera. En una de sus peores campañas, la última, Pozzato se ha llevado tres pruebas: Laigueglia, Coppa Agostoni y Plouay, aderezadas con varios puestos de honor dispersos (2º en Roma Máxima, 5º en Montreal o 17º en el Mundial). No deja de ser poco para un líder de su caché, pero ha logrado justificarse ante sus jefes, que le han dado otra palmadita en la espalda, con la que esperan verle resurgir en primavera. Él ha hecho autocrítica y lanza un mensaje a sus rivales directos: “No tengo excusas. Cancellara y Boonen han mostrado mucho más que yo en los últimos años, pero siento que puedo ganarlos”, ha asegurado en La Gazzetta dello Sport. Y es que una San Remo o un Flandes con Pozzato de nuevo al frente sería sinónimo de calidad ciclista.

Pozzato: "Siento que puedo ganar a Cancellara y a Boonen"

El nuevo triunvirato fucsia lo completa Diego Ulissi. Un corredor que se esconde, actúa silencioso, se vuelve a ocultar y cuando decide emerger lo hace de manera súbita, letal, efectiva. Un notable escalador, que se desmarca del resto con su toque passista-veloce. Fue el primero en renovar contrato, debido a la seguridad que transmite. El toscano siempre ha cumplido, superando pequeñas metas, a pesar de que en Italia no son muy amantes de los algodones ni del día a día.

Ulissi protagonizó un final de 2013 soberbio, encadenando triunfos desde julio hasta octubre (foto: Tour de Pologne).

Sin haber atravesado aún la barrera de los 25 años, Ulissi tiró del pesado carro del equipo esta última temporada, convirtiéndose en el coco de la plantilla y del calendario italiano con seis victorias: Coppi y Bartali y un parcial, etapa en Polonia, Milán-Turín, Coppa Sabatini y Giro de Emilia. Triunfos de prestigio, resueltos gracias a la mezcla de constancia, fuerza y empuje final. Comenzará a rodar pronto este año, en el Tour Down Under (21-26 de enero), con el objetivo de estar fuerte ya en Tirreno y alcanzar su mejor pico de forma en Ardenas y Giro. “De momento pienso sólo en carreras de un día, pero creo que en el futuro tendré como objetivo las grandes vueltas”, destacó hace semanas en una entrevista a Cyclingmole.

Plantel heterogéneo y joven

Copeland no quiere que esta tricefalia quede desamparada en la carretera. Es por ello que se ha movido decentemente en el mercado, buscando reforzar la parcela 'vueltómana' y la rodadora. Se ha fichado a Rafa Valls por mediación de Matxín, confiando en un resurgimiento del alicantino en las grandes vueltas. Se ha firmado a uno de los esprínters italianos con más progresión, Sacha Modolo, cuyo 2013 ha sido especialmente vistoso, logrando nueve victorias diversos escenarios continentales (San Luis, Qinghai Lake, Memorial Marco Pantani, etc.). Se ha vuelto a confiar en los jóvenes, subiendo a profesionales al esloveno Jan Polanc y a los Sub 23 Niccolo Bonifacio y Valerio Conti, completando la regeneración con las salidas de Petacchi (Omega Pharma) y Scarponi (Astana).

Cunego se verá obligado a ayudar a los demás

Todo esto, unido a una clase media de rendimiento aceptable, encabezada por Cunego, Niemiec, Serpa, Anacona, Durasek y los velocistas Roberto Ferrari y Maximiliano Richeze, acaban de confomar un plantel diverso, de enormes piernas. Especialmente significativo es el papel que pueda jugar el primero de ellos. Damiano Cunego deberá ejercer de capitán y elemento de unión de todas las personalidades, ya que su tiempo como número uno concluyó.

Copeland y el resto de la dirección deportiva, donde destacan Matxín y Daniele Righi, parecen haber cerrado el círculo de su reestructuración, una temporada después. Juventud, calidad y diversidad, representada en el Arcoíris de Costa, es lo que transmite este Lampre, que tendrá que exigirse a sí mismo para justificar esta nueva etapa.