Qué mejor manera de finiquitar tu temporada que embolsándote uno de los cinco monumentos del ciclismo. Eso debió de pensar el colombiano Johan Esteban Chaves (Orica-Bike Exchange) al cruzar la línea de meta de Bérgamo en primer lugar. Lo hizo de forma agónica, en el último suspiro, por solo unos centímetros, imponiéndose en un sprint a tres bandas al italiano Diego Rosa (Astana) y a su compatriota Rigoberto Urán (Cannondale-Drapac). El Chavito, a sus 26 años, no podía contener su emoción. No solo acababa de conseguir su primer monumento, sino también el primero para todo un país, Colombia. Esteban ha finalizado el año muy fuerte, con el tercer puesto en la Vuelta a España, su triunfo en el Giro dell'Emilia (también por delante de Urán) y ahora el Giro de Lombardía. Meses antes, había ganado una etapa en el Giro de Italia y se había quedado a menos de un minuto de ganarlo (2º).

Perfil rompepiernas que aportara espectáculo

La 110ª edición del Giro de Lombardía (oficialmente Il Lombardía) presentaba un recorrido de 241 kilómetros entre las localidades de Como y Bérgamo. La organización ya había asegurado que este año deseaba imprimir más dureza al recorrido (4.400 metros de desnivel acumulado) y vaya que si lo hizo: en total debían ascenderse ocho cotas montañosas, la mayoría de ellas implantadas en la segunda mitad de la carrera para propiciar ataques y un mayor espectáculo. Durante los primeros 130 kilómetros (los más sencillos de la clásica italiana) debía ascenderse el tradicional Madonna del Ghisallo (8,5 km al 6,2% de media) y el Colle Brianza.

Cuatro puertos encadenados en 50 kilómetros y un 'muro' a falta de tres

A partir de aquí el perfil se ponía mucho más interesante y dificultoso, con la subida al coloso de la jornada, el Valcava (11,6 km al 8% de media), que se encadenaba con otras cuatro ascensiones seguidas (sin apenas unos metros llanos), el Berbenno, las inéditas Sant Antonio Abbandonato (6,5 km al 8,9% de media) y Miragolo San Salvatore (8,7 km al 7%), y el Selvino. Un largo descenso seguido de diez kilómetros llanos dejaría a los corredores ante la última oportunidad de escapar en solitario y evitar el sprint. La corta y explosiva subida a Bérgamo Alta (1,5 km al 8% de media, con rampas máximas del 12%), provista de adoquines -ni mucho menos tan molestos como los de las clásicas belgas o francesas- en algunos puntos. Tras coronar, solo faltarían tres kilómetros de ligero descenso y unos últimos metros llanos para desembocar en la línea de meta.

Inicio tranquilo con cuatro escapados

Como era de esperar en una clásica tan larga y exigente, la primera parte transcurrió bastante tranquila con la formación de una pequeña escapada poco antes de la primera ascensión del día, Madonna del Ghisallo (8,5 km al 6,2% de media). La fuga estaba compuesta por cuatro ciclistas: Damiano Caruso (BMC), Rudy Molard (Cofidis), Mikael Cherel (Ag2r) y Stefan Denifl (IAM). Llegaron a contar con 7 minutos y medio de ventaja, pero el pelotón, liderado por Cannondale-Drapac, se propuso reducir esa brecha. En el kilómetro 130 comenzaba la subida al puerto más duro de la jornada, el Valcava (11,6 km al 8% de media). En las rampas de este coloso se seleccionaría la escapada, con Caruso y Molard marchándose en cabeza, mientras que el austriaco Denifl era el primero en ceder y unos kilómetros más adelante Cherel también perdía contacto con los dos primeros.

Cherel (Ag2r), Molar (Cofidis) y Denifl (IAM) fueron los otros integrantes de la fuga | Foto:
Bakelants (Ag2r), Hardy (Cofidis) y Denifl (IAM) fueron otros hombres que estuvieron fugados | Foto: TDWSport.com

Caruso y Molard coronaban en solitario y arriesgaban en la larga y peligrosa bajada de Valcava (con el asfalto húmedo), aumentando de nuevo su diferencia por encima de los tres minutos. Por detrás, Denifl y Cherel iban perdiendo ritmo, y a la altura del pelotón se producían los primeros ataques en pleno descenso: Jan Bakelants (Ag2r) y Romain Hardy (Cofidis) conseguían abrir hueco y llegaban, primero a Denifl, y poco después a Cherel, formándose un interesante cuarteto perseguidor que no duraría demasiado, pues Denifl se descolgaría en seguida. Cabe destacar que el holandés Wout Poels (Sky), uno de los nombres a tener en cuenta en el día de hoy, se descolgaba del pelotón durante esta larga bajada.

La carrera se rompe en Sant Antonio Abbandonato

A partir de aquí se iniciaba la parte más exigente de la clásica italiana, con el encadenamiento de cuatro cotas exigentes. Tras una subida relativamente suave a Berbenno que servía de calentamiento, llegaba un ascenso realmente duro que dinamitó la carrera: el inédito Sant Antonio Abbandonato (6,5 km al 8,9% de media). Movistar endurecía el ritmo de la mano de Anacona, algo que no solo bajaba la diferencia hasta los tres minutos, sino que seleccionaba enormemente el grupo. El terceto perseguidor (Bakelants-Cherel-Hardy) era absorbido por el pelotón y en la cabeza de carrera el francés Molard no pudo soportar el ritmo de Caruso, que se marchaba en solitario realizando una gran subida.

Damiano Caruso realizó una gran escapada; los españoles (salvo Valverde), bastante discretos

Mamykin (Katusha), Barguil (Giant-Alpecin), Gesink (Lotto-Jumbo), Rosa (Astana), Villella (Cannondale-Drapac), Latour (Ag2r) y De la Cruz (Etixx-Quick Step) formaron un nuevo grupo perseguidor, y posteriormente saltaban Valverde, Visconti, Atapuma... Se sucedían los ataques en las durísimas rampas de este puerto. Bardet, Urán, Chaves o Aru no tenían más remedio que reaccionar y conseguían enlazar en el descenso con este grupo. La carrera se rompía por momentos y muy pocos aguantaban en el grupo principal. Mientras tanto, en la cabeza de carrera, Caruso daba un espectáculo y conseguía mantener la renta de tres minutos, aunque ya ofrecía síntomas de cansancio.

Damiano Caruso (BMC) fue el mejor de los escapados y rodó mucho tiempo en solitario | Foto: TDWSport.com
Damiano Caruso (BMC) fue el mejor de los escapados y rodó mucho tiempo en solitario | Foto: TDWSport.com

Durante la subida al Miragolo San Salvatore se formaba un terceto (De la Cruz, Latour y Molard, este último proveniente de la fuga original) que se fusionaría con el grupo de favoritos, integrado por unas quince unidades, entre ellos Valverde, pero no así Mikel Landa o Dani Moreno, que rodaban en un grupo más atrasado. Tampoco teníamos noticias de corredores como Bauke Mollema, Rafal Majka, Daniel Martin o ‘Purito’ Rodríguez, la mayoría de ellos sin ritmo de competición a estas alturas de temporada. Por delante, Damiano Caruso era atrapado por el grupo favoritos, que ya comenzaban una técnica y peligrosa bajada en la que se producían algunos cortes.

Ataque clave en el Selvino

Momento decisivo en la carrera. En las primeras rampas del Selvino (6,9 km al 5,4%), el último de los puertos encadenados, Chaves (Orica-BikeExchange) tensaba la carrera y se destacaba en cabeza junto a Urán (Cannondale-Drapac) y Bardet (Ag2r). Por detrás, era Diego Rosa (Astana) el que conseguía dar caza a ese peligroso terceto formado por dos colombianos y un francés, mientras que el grupo de Aru se mostraba más conservador y coronaba a casi 40 segundos de la cabeza. Una diferencia considerable a falta de 27 kilómetros, teniendo en cuenta que ahora les esperaba un largo descenso y posteriormente una decena de kilómetros llanos. Por tanto, daba la impresión de que la carrera se la iban a disputar entre cuatro hombres: Chaves, Urán, Bardet y Rosa.

Chaves (Orica) se impone a Rosa (Astana) y Urán (Cannondale)en el sprint final | Foto: Orica-Bike Exchange
Chaves (Orica) se impone a Rosa (Astana) y Urán (Cannondale) en el sprint final | Foto: Orica-Bike Exchange

Por si fuera poco, la lluvia amagaba con hacer acto de presencia en la prueba cuando los cuatro de cabeza estaban finalizando el descenso. Mientras tanto, Alejandro Valverde intentaba recortar esos 40-44 segundos realizando un buen descenso, pero la diferencia se mantenía estable. En el llano, este grupo perseguidor tiraba la toalla y la diferencia se disparaba casi al minuto debido a los ataques infructuosos y los constantes parones. A falta de cinco kilómetros, ya en la ciudad de Bérgamo, comenzaba la última trampa para los corredores de cabeza, una cota de 1,5 km al 7,9% de media y rampas máximas del 12% (Bérgamo Alta).

Un ataque de Chaves en Bérgamo Alta descartó a Bardet

Diego Rosa fue el primero en atacar, pero fue rápidamente neutralizado. A continuación, Chaves lanzó un duro ataque que reventó a Bardet, dejando que la victoria se decidiese entre tres hombres. Tras coronar en grupo, Diego Rosa no se dio por vencido y fue el primero en lanzar el sprint, pero cuando parecía que iba a alzar los brazos apareció Esteban Chaves a su estela para superarle en los últimos cinco metros. Rigoberto Urán, sin demasiado punch final, fue tercero, mientras que Romain Bardet entró en cuarta posición a seis segundos. Davide Villella completó el top-5 a 1:19 y Alejandro Valverde (el mejor español) hizo sexto a 1:24, imponiéndose a su grupo en un reducido sprint.

Clasificación Giro de Lombardía 2016