No se trataba de una carrera cualquiera para Nacer Bouhanni (Cofidis, Solutions Crédits). Pese a ser una de las olvidadas del calendario y contar con una modesta participación de equipos y corredores World Tour, la 72ª edición de la Nokere Koerse se presentaba como una oportunidad para el sprinter francés de romper su mala racha y coger confianza de cara a la Classicissima del sábado.
Dicho y hecho. Bouhanni ha evitado las caídas de los últimos kilómetros (su hermano no tuvo tanta suerte) y ha impuesto su punta de velocidad en la rampa final del Nokereberg para imponerse con una insultante superioridad al resto de sus rivales, entre los que destacaba el campeón de Gran Bretaña en ruta, Adam Blythe (Aqua Blue Sport), que ha sido segundo.
De esta forma, Bouhanni consigue la primera victoria de la temporada tras sus fallidos intentos en la Volta a la Comunitat Valenciana y el Trofeo Palma, y la primera de un corredor francés en esta clásica dominada casi exclusivamente por ciclistas de casa.
Muros y adoquines por doquier
Como toda clásica belga, la 72ª edición de la Danilith-Nokere Koerse presentaba un recorrido entre Deinze y Nokere en el que no podía faltar el adoquín (eso sí, bastante mesurado) y las continuas colinas. A lo largo de sus 192,3 kilómetros, el pelotón tuvo que superar un total de diez pequeños muros (nueve puntuables): el Tiegemberg (750 m al 5,6%) en una ocasión y el gran protagonista del día, el Nokereberg (350 m al 5,7%, con máximos del 7%), que se subiría dos veces antes de entrar en un circuito final de quince kilómetros al que se darían siete vueltas.
Cada una de ellas finalizaba con una ascensión al propio Nokereberg, lo que aseguraba una emocionante llegada sobre loseta-adoquín, picando hacia arriba, para coronar al vencedor que, si tenemos en cuenta las ediciones anteriores, se jugaría el triunfo en un sprint bastante numeroso, vista la insuficiente exigencia de la cota para seleccionar el gran grupo.
El pelotón domina con mano de hierro
De nada importó el buen clima que acompañó a la semiclásica belga—algo que se agradece en una región tan cambiante como Flandes—, pues el pelotón no estaba dispuesto a permitir la formación de una escapada desde lejos. Consciente de la poca presencia de equipos World Tour (solo seis) para controlar la carrera, el gran grupo impuso un fuerte ritmo desde el principio que impidió a cualquier corredor tomar unos metros de ventaja, pese a los reiterados intentos de fuga.
La escapada de siete corredores no se formó hasta pasados los primeros 80 kilómetros
La tónica se mantuvo durante los primeros 80 kilómetros, casi hasta la entrada de los corredores en el circuito final (que incluía siete pasos por el Nokereberg). En ese momento siete corredores se destacaron en cabeza para formar la tardía escapada de la jornada: Gaetan Bille (Veranda's Willems-Crelan), Floris De Tier (Team LottoNL-Jumbo), Hamish Schreurs (Israel Cycling Academy), Kenneth Van Rooy (Sport Vlaanderen-Baloise), Ludwig De Winter (WB Veranclassic Aquality Protect), Ole Forfang (Joker Icopal) y Elmar Reinders (Roompot-Nederlandse Loterij).
Si bien los siete de cabeza abrieron un hueco de hasta tres minutos durante la primera vuelta al circuito, el pelotón —con el Cofidis de Bouhanni y el Tarteletto-Isorex al frente— estrechó su vigilancia y mantuvo la distancia en torno a los dos minutos. Por delante, los buenos relevos solo discordaban con las arrancadas en el Nokereberg, que aportaba jugosos puntos a cada paso por meta.
BMC agita la carrera
Viendo que la diferencia bajaba más despacio de lo previsto, BMC Racing Team se puso a tirar en cabeza y no solo dio una estocada de muerte a la escapada (que aguantaba con 45 segundos), sino que también propició un corte momentáneo en el pelotón con unos 25 ciclistas destacados. Primer aviso serio que finalizaba con una vuelta a la calma.
Los últimos integrantes de la fuga fueron neutralizados a falta de 17 kilómetros
En el penúltimo tramo de adoquín (la zona más selectiva) la fuga terminó desintegrándose, pero la adhesión de Politt (Katusha-Alpecin) y De Bie (Lotto Soudal) a los dos supervivientes de cabeza (De Tier y Forfang), formó un cuarteto que se mantuvo en cabeza de forma efímera hasta los últimos 17 kilómetros. Por cierto, Kenneth Van Rooy (Sport Vlaanderen-Baloise) consiguió el premio de la montaña gracias a su buen papel en el Nokereberg.
Última vuelta muy tensa
Los nervios se hicieron patentes al comenzar el último giro, con los equipos buscando una buena colocación de cara al decisivo tramo de adoquín. Fruto de este nerviosismo, un grupeto se fue al suelo, viéndose involucrados el ganador del año pasado, Timothy Dupont (Veranda's Willems), Rayane Bouhanni (Cofidis) y varios Direct Énergie.
Las caídas y enfrentamientos protagonizaron los kilómetros finales
La cosa no quedó ahí, pues instantes después el belga Kris Boeckmans (Lotto Soudal) mantuvo una tremenda bronca con otro corredor en pleno seno del pelotón debido a una peligrosa maniobra. Una nueva caída a falta de seis kilómetros fue aprovechada por Floris Gerts (BMC) para marcharse en solitario, pero el pelotón no estaba para fiestas y le neutralizó antes de los últimos 2.000 metros.
Nacer Bouhanni no tuvo piedad y arrasó a sus rivales en la última rampa
La presencia del Veranclassic al inicio de la rampa fue un espejismo, pues Nacer Bouhanni (Cofidis) tomó la cabeza antes de la última curva y lanzó una arrancada incontestable que le valió para ganar con una ventaja de varios metros sobre sus rivales. El primero de los "mortales" fue el campeón de Gran Bretaña en ruta, Adam Blythe (Aqua Blue Sport), seguido por el belga Joeri Stallaert (Cibel-Cebon).
Clasificación de la Danilith-Nokere Koerse