Todo el mundo daba por hecho el triunfo de Peter Sagan (Bora – Hansgrohe) cuando solo tenía que disputar el triunfo en el Milán – San Remo ante Julien Alaphilippe (Quick-Step Floors) y Michal Kwiatkowski (Team Sky). Sin embargo, el polaco aguó la fiesta al campeón del mundo y se adjudicó la prueba italiana, la segunda clásica de la temporada tras su victoria en la Strade Bianche. Además, es el primer ciclista de Polonia en conseguir el triunfo en la Via Roma de San Remo.
“Ganar Milán-San Remo es una sensación increíble”
“Ganar Milán-San Remo es una sensación increíble”, declaró un exultante Kwiatkowski nada más finalizar la carrera. No es para menos pues había batido al campeón del mundo aunque Kwiatkowski tenía la suficiente confianza para poder batirle. "Siempre creo que puedo vencer a cualquiera si haces las cosas bien", explicó el ciclista de Sky.
El polaco y el esloveno se conocen a la perfección pues son de la misma generación y han coincidido en multitud de carreras. "Como juniors, estábamos en un nivel muy similar y tuve más oportunidades de correr contra él que cualquier otro tal vez sé que Peter es superable, solo tienes que creerlo", dijo Kwiatkowski. "Tal vez la mitad del grupo piensa que es de otro planeta, pero sé que puedo seguirlo, al igual que en el Poggio hoy", comentó el polaco sobre su rival de hoy
Con mucha sangre fría
"Al final, funcionó aunque fuera por un par de centímetros"
Una vez que el corte estaba hecho y el trío se jugó el primer monumento de la temporada. Kwiatkowski solo se enfocó en realizar el mejor sprint."Estaba tratando de concentrarme en el sprint. Por supuesto, estaba jugando un poco con la mente de Sagan que estaba bajo una gran presión”, comentó el de Sky.
“Dejé un pequeño hueco antes del sprint, obligándolo – a Peter Sagan- a acelerar, supe que cuando viera el hueco comenzaría el sprint primero”, explicó Kwiatkowski.
“Trate de permanecer relajado y tener suficiente espacio para llegar a una velocidad más alta antes de la línea de meta. Al final, funcionó aunque fuera por un par de centímetros”, concluyó el polaco.
