El Arsenal más pragmático sella la Champions en St James' Park

Pese a cuajar un partido irregular, los londinenses cumplieron con el 0-1 en Newcastle. Los de Wenger dominaron sin peligro en la primera parte, y cedieron terreno con ventaja en la segunda. Koscielny anotó el gol decisivo en el minuto 52. Los 'Magpies' empezaron con la seguridad que les daba el descenso del Wigan el pasado martes.El paso de los minutos acabó diluyendo su fútbol, con más posesión que los visitantes durante los últimos minutos, pero sin apenas ocasiones. Fuente foto: BBC Sport /Reuters.

El Arsenal más pragmático sella la Champions en St James' Park
jaumeportell
Por Jaume Portell Caño

La versión más pragmática de los ‘Gunners’ logra una vez más lo que se antojaba complicadísimo a principio de temporada. Diezmado de nuevo por las bajas en el mercado, el equipo de Wenger empezó de la peor manera, pero una serie de 26 puntos de los últimos 30 ha servido para lograr la cuarta plaza –dejando al Tottenham detrás en el camino-. Un gol de Koscielny, con un remate acrobático tras una falta lateral, fue suficiente para imponerse a un Newcastle que apenas inquietó en la segunda parte. Celebración en la grada, sintonizada con unos jugadores que, hoy sí, no cedieron ante la presión para lograr la clasificación para la mejor competición de clubes europea.

El Arsenal se jugaba su plaza de Champions en un escenario, St James Park, donde los Gunners han tenido normalmente problemas para puntuar. Los partidos en el norte suelen ir cargados de goles, polémicas y remontadas de excepción. Durante la previa, parecía que los hombres de Arsène Wenger tenían prácticamente amarrada la cuarta plaza contra un rival que no se jugaba nada, pero el desarrollo de la primera parte indicaba lo contrario.

Poco movimiento

Los locales, liberados de la presión del descenso –gracias a la victoria del martes del Arsenal contra el descendido Wigan-, mostraron su mejor versión gracias a esa francofonía que hace años que impera en los ‘Magpies’. La confianza se palpaba en la tranquilidad que todos sus jugadores mostraban con el balón, incluso en situaciones estratégicamente comprometidas –la línea defensiva se la jugó varias veces sacando el balón jugado-. La primera ocasión del encuentro llegó precisamente tras una gran internada por la izquierda, originada gracias a una rápida jugada de combinación en la medular, la asistencia final de Yanga-M’Biwa llegó a Cissé, pero el tiro del senegalés salió por encima del travesaño.

La noticia más desdeñable para los londinenses fue la lesión de Arteta, que obligó a Wenger a dar entrada a Oxlade-Chamberlain, por lo demás, ambos equipos se tantearon sin demasiado peligro durante un primer tiempo que acabó sin que el Arsenal hubiera puesto a prueba al meta Harper. El entusiasmo del  Newcastle se fue diluyendo con el paso de los minutos a medida que iba cediendo terreno, pero el equipo de Wenger no pudo desarbolar nunca una defensa ordenada que tapó a un Theo Walcott desaparecido.

Marcar y esperar

Y entonces llegó, cuando se habían disputado pocos minutos de la segunda parte, una falta desde el flanco derecho abriría el camino definitivo para los Gunners, cuya trayectoria en el partido había sido muy irregular hasta el momento. El centro, después de un ligero toque, acabó en el área pequeña, donde Koscielny remató para, previo rebote en la cabeza de Taylor, poner el 0-1 en el marcador. De la misma forma que el Newcastle en la primera parte, el paso de los minutos dio lugar a un Arsenal más agazapado, consciente de que la victoria hacía inútil cualquier resultado en White Hart Lante.

En las últimas semanas, los londinenses han logrado aguantar defensivamente resultados positivos en detrimento de su juego, y hoy no ha sido una excepción. Los jugadores de Alan Pardew, muy dependientes del estado de forma de Cissé, han visto como ninguna de sus estrellas en la medular brillaba, y solo la presión de los últimos minutos inquietó a los aficionados ‘Gunners’ en la grada, al saber que el Tottenham acababa de marcar y un gol de los ‘Magpies’ los dejaba fuera. Hubo posesión, pero faltó ‘punch’, y el sufrimiento fue más escénico que real para un Arsenal que acabó respirando aliviado con el pitido final. Walcott pudo poner el gol definitivo, pero su flojo tiro dio al palo derecho antes de ser capturado definitivamente por Harper. Finalmente no hizo falta nada más. Y llegó, al fin, una mínima alegría para un equipo tan puesto en duda durante toda la temporada. Un año más, estarán en Champions League.