Contundente victoria del Sunderland, que manejó el partido a su antojo y apenas sufrió las acometidas de su rival, que se vio claramente superado en todas las fases del juego durante prácticamente los noventa minutos. El Cardiff fue un juguete a manos del cuadro de Poyet, que dan así un paso firme hacia la permanencia en la máxima categoría del fútbol inglés y dejan a los galeses con pie y medio de vuelta al Championship.

Primer tiempo lento y con pocas ocasiones

El primer disparo del encuentro corrió a cargo del español Marcos Alonso, que probó con su pierna izquierda pero sin poner en ningún tipo de aprieto a Marshall. Pese al inicio de mayor dominio local, los 'Bluebirds' fueron pronto conscientes de que hoy no cabía otra posibilidad que no fuese sumar los tres puntos, y empezaron a rondar los dominios de Mannone. Un buen pase en profundidad de Whittingham lo recogió Daehli para disparar desde la parte izquierda del área directamente a las manos del cancerbero del Sunderland. Wickham en un contragolpe centró un balón que cabeceó Larsson sin peligro, y el partido se equilibraba en el centro del campo, con un ritmo lento y sin oportunidades claras para inaugurar el electrónico. Las jugadas del Cardiff casi siempre pasaban por las botas de Whittingham, Daehli y Cowie, y precisamente fue este último el que remató con la zurda un saque de esquina, pero su chut salió considerablemente desviado.

Justo cuando más trabado estaba el duelo, llegó el primer gol, obra de Wickham -su cuarto gol en los últimos tres partidos- de cabeza anticipándose a Théophile-Cathérine a la salida de un córner botado por Larsson. El tanto supuso un gran jarro de agua fría para el cuadro visitante, que empezó a echarse atrás y dejar a los de Poyet acercarse más y más a su área, espoleados por el estímulo de haber abierto la lata. El propio autor del gol lo intentó desde un poco más cerca de la luna del área con un zurdazo que detuvo Marshall, que sigue jornada tras jornada erigiéndose como uno de los mejores guardametas de la competición y que mantiene a su equipo aún con opciones de salvarse gracias a sus paradas.

En la siguiente jugada, Colback con un zarpazo desde fuera obligaba al portero escocés a sacar a relucir sus reflejos. Los de Solskjaer estaban totalmente fuera del partido, y un rodillazo a destiempo de Mutch le valió la cartulina amarilla. Y por si ya de por si las opciones de los galeses se habían reducido tras el gol de Wickham, el colegiado Phil Dowd las terminó de enterrar señalando un penalti de Cala sobre Adam Johnson que era aproximadamente un metro fuera del área y mostrándole la tarjeta roja directa al central. Borini se encargaba de transformar la pena máxima en el tiempo de descuento, llevando la alegría a la grada de los 'Black cats'.

El Sunderland dominó, mereció y consiguió

Tras la reanudación, Solskjaer dio entrada a Zaha en lugar de Cowie en busca de mayor velocidad y olfato de gol. Larsson, que fue un quebradero de cabeza continuo para la zaga visitante durante la primera mitad, cedió un pase horizontal a Borini para que éste enviara su chut ligeramente a la derecha de la portería rival en lo que fue la primera ocasión del segundo tiempo. El Cardiff intentaba estirarse como fuera, pero apenas podía crear peligro más que a balón parado. Precisamente su primera oportunidad después del entretiempo llegó en la cabeza de Mutch, que no dirigió bien un cabezazo a la salida de un córner. Nuevamente Borini y Larsson se asociaron para revolucionar el partido, pero sus sendos disparos no cogieron portería.

El técnico noruego volvió a realizar un cambio ofensivo, esta vez introduciendo a Jones por Fabio, y su equipo pareció reaccionar levemente. Whittingham probó a Mannone desde lejos, pero su intento salió muy centrado y sin problemas para el guardameta. Acto seguido era Caulker quien, de cabeza, no tuvo puntería suficiente como para abrir el marcador del cuadro visitante. Pero el intento de reacción se lo llevó el viento, y nuevamente el Sunderland llevaba la manija del encuentro a su antojo. Un cabezazo de Brown a la salida de un córner salió extremadamente alto pese a su posición ventajosa, y apenas un minuto después Borini lanzó desde fuera del área demasiado raso y flojo. El omnipresente Larsson no quería irse sin un gol que pusiese la guinda a su gran partido y disparó dos veces consecutivas, una desviada por encima del travesaño y otra que rebotó en Caulker. Wickham y Borini seguían moviéndose continuamente en busca de desmarcarse para matar el partido con otro tanto, pero ambos chocaron con la muralla Marshall.

A falta de veinte minutos para el final del choque, Poyet retiró del terreno de juego a Larsson, enormemente ovacionado por el Stadium of Light, y dio entrada al italiano Giaccherini en su lugar. Solskjaer quemó su última nave retirando a un delantero -pese a ir perdiendo por dos a cero y necesitando los tres puntos- y dando paso al veterano Bellamy, que se colocó junto a Jones en la punta de ataque. Aún así, el tercer gol local estaba muchísimo más cerca que un posible gol de los 'Bluebirds', y pese a que Wickham desperdició una buena ocasión con un zapatazo que salió lamiendo el poste derecho, fue el recién entrado Giaccherini quien encontró un hueco desde la parte izquierda del área para clavar su zurdazo en la red rival y hacer así el 3-0.

El propio Giaccherini quiso anotar otro gol con una buena internada por la parte derecha del área que no encontró puerta. Una volea de Jack Colback a la salida de un córner a punto estuvo de sorprender a Marshall, así como un disparo alejado de Wickham, pero no sería hasta el minuto ochenta y cinco cuando el propio Wickham marcaría su segundo tanto del partido y el cuarto de su equipo para poner punto y final al severo correctivo infringido al Cardiff. Kenwyne Jones probó de cabeza, pero nada le salía a los de la capital del País de Gales en este partido. Un paradón de Marshall abajo a un disparo seco, duro y raso de Giaccherini finiquitaba el encuentro con el resultado de 4-0.

Con este resultado, el Sunderland obtiene tras puntos fundamentales en su lucha por evadir el descenso y salen de él por primera vez desde la jornada veinticuatro -sólo han dejado de estar en descenso en la jornada dos y en la veinticuatro, y ahora en esta jornada treinta y seis-. Se quedan en decimoséptima posición con treinta y dos puntos y un partido menos que el trío de abajo. En la próxima jornada visitarán Old Trafford para seguir labrándose la salvación. Por su parte, el Cardiff se hunde más y más y más con el paso de las jornadas, quedando claro que Solskjaer no era el hombre adecuado para mantener al equipo galés en la categoría. Ocupan la última posición con treinta puntos, y podrían descender matemáticamente en la próxima jornada, cuando visiten al Newcastle.