Cuando la situación no es del todo buena y las dudas abundan entre los cuchicheos de la grada, un partido como este suele conseguir menguar o incluso despejar de forma temporal los problemas que recaen sobre el equipo. Eso mismo le pasó al Tottenham al conseguir una elaborada y costosa victoria en un final no apto para cardiacos en el cual Eriksen convirtió el ceño fruncido de los espectadores en una cara de satisfacción en su vuelta a casa.
Y es que el encuentro no podía comenzar de la mejor manera posible. A los tres minutos de juego, Vertonghen recogía dentro del área rival un balón que lograría introducirla hasta el fondo de las mallas con la ayuda de un defensor black cat que desviaría la trayectoria del disparo confundiendo a Pantilimon. Un gol tan tempranero no lograba descolocar al Sunderland que continuó con su planteamiento plantando cara a los spurs conscientes de que ellos se encontraban en una situación más difícil aun que el Tottenham. En la siguiente jugada, Defoe reclamaba un penalti claro al ser derribado por el central belga, sin embargo el colegiado no señalaría nada.
El ritmo del partido parecía disminuir con un control casi total de la posesión del conjunto de Pochettino hasta que un potente disparo de Eriksen que despejaba Pantilimon hacía reaccionar a los visitantes que, mediante un rápida contra, consiguieron sacar a Vertonghen una falta peligrosa de la que se aprovecharía Larsson con un lanzamiento y una rosca maravillosa directa a la escuadra a la que Lloris no pudo llegar. El Sunderland empataba el encuentro devolviendo los murmullos al White Hart Lane. Los spurs continuarían insistiendo en ataque hasta el descanso estando muy cerca del gol pero Kane se toparía con el palo izquierdo de la portería tras un buen disparo desde la frontal del área.
Final de infarto
La segunda parte se caracterizó por tener mucho fútbol, conviertiéndose en uno de los enfrentamientos más emocionantes de la tarde con dos equipos decididos a por la victoria hasta que Chris Foy realizó los tres pitidos del final; ambos tenían bastante en juego, y un punto les sabía más bien a poco. Pese a ello, serían los locales quienes empezaran con mayor fuerza por medio de un constante Kane buscando su tercera jornada consecutiva marcando con jugadas peligrosas donde destacaron dos disparos desde fuera del área que se marcharon rozando el palo derecho de Pantilimon. Entre tanto, Adebayor hacía su aparición sobre el terreno de juego tras su larga lesión sustituyendo a un desparecido Soldado.
Otro factor que hizo de este enfrentamiento, un espectáculo, fueron las tremendas intervenciones que realizaron ambos guardametas. Sería el del Sunderland quien comenzaría el recital con dos paradones espectaculares tanto a Adebayor como a Chadli que veían como el rumano se convertía en un auténtico muro impenetrable que alejaba la posibilidad de obtener los tres puntos.
Lloris tampoco quería quedarse fuera de la fiesta, y siguiendo la misma línea a la que está acostumbrando en las últimas jornadas, comenzaría a realizar intervenciones clave para levantar a su equipo y llevarlo hasta la victoria. Su primera oportunidad de volverse a lucir sería con una doble ocasión en la que el francés detuve dos veces seguidas, primero un disparo lejano de Jonhson dejando un rebote al que llegaría Graham volviéndose a encontrar con el portero spur. El Sunderland no se lo creía y Poyet mucho menos, Lloris les estaba aguando la tarde claramente; para desgracia de los black cats, no acabaría ahí.
Cuando parecía que el partido iba a morir con tablas en el electrónico, otra vez más, Christian Eriksen aparecería con el papel de héroe para despejar cualquier problema que acechaba el White Hart Lane. Con un rápido contraaaque conducido por Townsend, el danés remató de primeras un pase desde la frontal del área que acabó impactando en el poste derecho de Pantilimon con la pequeña fortuna de introducirse al fondo de la red. El Tottenham conseguía una agónica pero satisfactoria victoria en el minuto 88, pese al susto en el descuento con el disparo de Graham donde Lloris se lucía de nuevo; un gol mal anulado a Vertonghen en el 94 confirmaba el resultado de 2-1. El conjunto londinense dormirá en puestos europeos mientras que el Sunderland se encuentra cada vez más cerca del farolillo rojo.
| Tottenham (2) | Sunderland (1) | ||
 |  |  | |
| Lloris | 9 | Pantilimon | 9 |
| Walker | 7 | Aanholt | 6 |
| Eric Dier | 6 | Brown | 6 |
| Vertonghen (min. 3) (min. 30) | 9 | O'Shea | 7 |
| Rose | 8 | Vergini | 6 |
| (min. 88) Chadli | 8 | (min. 93) Jones (min. 87) | 7 |
| Stambouli | 7 | Jonhson | 7 |
| (min. 75) Dembelé | 6 | (min. 58) Rodwell | 7 |
| Eriksen (min. 88) | 9 | Larsson (min. 31) | 8 |
| (min. 61) Soldado | 6 | (min. 65) Fletcher | 7 |
| Kane | 8 | (min. 75) Defoe | 6 |
| Suplentes | |||
| (min. 61) Adebayor | 5 | (min. 65) Wickham | 7 |
| (min. 75) Townsend | 7 | (min. 75) Graham | 6 |
| (min. 88) Paulinho | - | (min. 93) Buckley | - |