Negro sobre blanco

Atrapado irremediablemente en una dualidad futbolística y un vaivén continuo, el Newcastle United vive una etapa sumida en el anonimato y la desilusión de quien no tiene nada por lo que luchar. Como si la contraposición de los colores de su camiseta fuese una premonición, el equipo de Tyneside se define con inestabilidad a la deriva mientras St. James' Park clama por la vuelta de tiempos mejores.

Negro sobre blanco
Foto: Serena Taylor (Newcastle United)
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Por Nacho González Rueda

122 años dando guerra por los campos de Inglaterra dan para mucho. Alegrías, tristezas, satisfacciones y decepciones se han sucedido durante la larga vida del club que ocupa los corazones de los aficionados de Newcastle. Quizás desde un principio el equipo estaba predestinado a ser una montaña rusa de sensaciones, un constante vaivén futbolístico cuando los magpies decidieron que el negro y el blanco, opuestos por definición, serían sus colores de guerra.

Nada define mejor al equipo de Tyneside en la presente temporada que su propia camiseta. Lo que empezó mal, resurgió de sus cenizas para asombrar a Inglaterra y ha terminado decayendo hasta acabar en la indiferencia. Una temporada más, el anonimato se hace insípido en Newcastle. Unas aspiraciones, como las de jugar en Europa, son tan grandes que se consideran sueños utópicos, mientras otras ideas fatales, como el descenso, parecen superadas y ni se plantean. Es la vida de quien se mueve entre dos orillas a la deriva.

El ave fénix que dejó de volar

Después de una temporada 2013-2014 en la que el Newcastle acabó en décima posición, a 20 puntos de Europa y 13 del descenso, la afición de St. James' Park esperaba la nueva campaña con la esperanza de ver un cambio en su equipo. Los ecos del descenso que hizo que los magpies pasaran el curso 2009-2010 en la Football League Championship (segunda división inglesa) habían dejado de retumbar, y el objetivo no era otro que seguir creciendo con la vista puesta hacia arriba.

La realidad se encargó de golpear con todas sus fuerzas a los blanquinegros en el arranque de la nueva temporada. Con un juego a años luz del que exige la Premier League y vagando en pena por los campos de Inglaterra, los urracas no conocieron la victoria en las primeras siete jornadas de liga: tres derrotas y cuatro empates. Esta situación hizo que las voces se alzaran furiosas en contra del entrenador, Alan Pardew, y colocaron al Newcastle como colista durante algunas jornadas. Una crisis en toda regla.

Sin embargo, después del negro la dualidad del equipo de Tyneside dio paso al blanco más puro. Cuando nadie esperaba nada de la escuadra urraca, los hombres de Pardew resurgieron de sus cenizas y el ave fénix echó a volar con victorias como la de Capital One Cup en el Etihad Stadium ante el Manchester City, vigente campeón del torneo. Así, en Newcastle vieron cómo el equipo ganaba seis partidos seguidos entre liga y copa, y no solo se levantaban de la lona: los magpies llegaron a alcanzar el cuarto puesto durante su impredecible racha.

Foto: Ian Hodgson (vía Daily Mail)

Igual que el negro y el blanco que tiñe su camiseta, el Newcastle vive inmerso en su propia dualidad futbolística y su temporada se rige por rachas inestablesTodo lo bueno acaba, según dicen, y en Newcastle lo saben mejor que nadie. Sin embargo, la caída no fue todo lo dura que parecía. El West Ham destruyó la racha de los blanquinegros venciendo por 1-0 en su campo, y en la siguiente jornada los de Pardew empataron contra el Burnley. Parecía que tocaba volver a los cielos grises por Tyneside, hasta que llegó el Chelsea. El todopoderoso conjunto blue de Mourinho, que hasta entonces no había perdido ni un solo partido, sucumbió en St. James' Park frente a un Newcastle pletórico que no quería despertar del sueño. Poco importaban los dos tropiezos con los que se había acabado la racha: un gigante había sido derribado a orillas del río Tyne.

Fue entonces, una vez que los urracas habían tocado el cielo, cuando el motor falló y amagó con apagarse. Incapaces de librarse de la teoría del blanco y negro, de la dualidad que persigue al equipo, los mismos que hicieron bajar a dominios terrenales al Chelsea fueron los que acto seguido perdieron cuatro partidos consecutivos. Entre ellos, contra el Tottenham para ser eliminados de la Capital One Cup por 4-0.

El Newcastle consiguió cerrar un muy turbulento año 2014 con una victoria ante el Everton que sirvió para recuperar sonrisas, pero por el año nuevo la montaña rusa no ha dejado de subir y bajar. Sin Alan Pardew, el club registra tres derrotas, un empate y una victoria en 2015, habiendo conseguido dicho triunfo en su último partido ante el Hull City. Por tanto, de sus últimos diez partidos han perdido siete y solo han ganado dos.

Adiós al comandante

Sin duda, una de las grandes noticias durante el transcurso de esta temporada llena de altibajos ha sido la mencionada marcha de Alan Pardew al Crystal Palace. Odiado por unos e idolatrado por otros, en los despachos se decidió no dar más tiempo y continuidad a las ideas del técnico londinense y se optó por un giro en la estrategia. John Carver es actualmente su sustituto interino, y estará en el banquillo hasta final de temporada.

Todas las miradas se dirigieron a Pardew cuando las cosas iban mal a principio de temporada. La afición clamaba en su contra e incluso se hizo muy famosa la página sackpardew.com ("echad a Pardew"). El lema de la web tuvo una gran acogida entre la afición, y los papeles con el logo de la página llenaron St. James' Park en señal de protesta.

Foto: AP Photo

El técnico había sido tiempo atrás noticia por su larguísima renovación de contrato con el Newcastle, que extendió su relación con el entrenador en 2012 hasta 2020. Un sorprendente e inusual acuerdo como premio por haber alcanzado la Europa League ese año. Pero los tiempos de gloria habían quedado atrás. La temporada 2013-2014 no fue buena, y la presente se encaminaba hacia un destino incluso peor. Como consecuencia, la presión de la grada fue total.

Llama la atención que en los peores momentos de la aún vigente campaña 2014-2015 no se señalara a nadie más que Pardew, y en los buenos momentos, cuando el Newcastle parecía invencible, el técnico no recibió demasiado crédito. Eso sí, los carteles que rezaban Sack Pardew aparecieron más tímidamente en la grada cuando los magpies habían conseguido alcanzar puestos europeos, y resurgieron a la mínima oportunidad que tuvieron.

No hay medias tintas en el Newcastle, y tampoco las hubo con un Alan Pardew al que se le arrebató la arena que quedaba en el reloj para mirar hacia otros horizontesSus detractores dirán que apostaba por el físico antes que por el juego elaborado, que sus salidas de tono eran inaceptables o que perder cuatro derbis de Tyne and Wear seguidos no se podía permitir. Sus seguidores, en cambio, defenderán que había construido un equipo polivalente en el que todos los jugadores, incluso los suplentes, tenían importancia capital, capaz de plantar cara a los grandes de Inglaterra y con la habilidad de levantarse demostrada, contando con el aval de haber llevado un par de años atrás al equipo a Europa. No hay medias tintas en el Newcastle, y tampoco las hubo con un Alan Pardew al que se le arrebató la arena que quedaba en el reloj para mirar hacia otros horizontes.

Foto: BBC

Anonimato sin ilusiones

Si hay algo que mueve a un equipo y una afición es la ilusión. Y esa es precisamente la pieza que, hoy en día, las circunstancias han arrancado del puzzle que forma el Newcastle United.

Hubo un momento en la presente temporada en el que brillaba el sol sobre Tyneside y el positivismo era total. Si se consultaba la clasificación de la Premier League, los magpies ocupaban puestos europeos. Si la vista se dirigía al cuadro de la Capital One Cup, los blanquinegros se habían colado en cuartos de final después de apear al Manchester City. Pero todo se ha ido al traste hasta el punto de dejar al aficionado urraca sin sueños futbolísticos en los que recrearse por las noches.

En liga, las ambiciones europeas suenan ahora a utopía. En la undécima posición, a diez puntos de Europa y once del descenso, el Newcastle está en tierra de nadie. La desilusión no termina ahí: comparando las estadísticas respecto a la pobre temporada pasada, en la que el equipo fue décimo, a estas alturas los magpies iban mucho mejor en la campaña 2013-2014.

Newcastle United en liga (2013-2014) Newcastle United en liga (2014-2015)
Partidos jugados 23 23
Posición 11º
Puntos 37 30
Victorias 11 8
Empates 4 6
Derrotas 8 9
Goles a favor 32 29
Goles en contra 28 35
Diferencia de goles 4 -6

Cuando las cosas en Premier League no funcionan, en Inglaterra las dos copas suelen ser la vía de escape en la que los aficionados ponen sus esperanzas, y si suena la flauta, quién sabe si se puede soñar con un trofeo. En Newcastle, la Capital One Cup sirvió no solo para confirmar el meteórico estado de forma cuando vencieron al Manchester City, sino que en rondas anteriores había valido también para ahogar las penas del equipo con una victoria épica.

En tierra de nadie en liga y eliminados de las dos copas, este curso queda poco por soñar en NewcastleSin embargo, las decepciones coperas han alcanzado grandes proporciones en la presente campaña. De nada sirvió el estar a solo dos partidos de la final en Wembley de la Capital One Cup cuando el Tottenham Hotspur pasó por encima del Newcastle en cuartos. Y para rematar la faena, los magpies destruyeron cualquier atisbo de ilusión en la FA Cup al ser eliminados a las primeras de cambio por el Leicester City.

Foto: Leicester City FC vía Getty Images

Más allá de lo difícil que es seguir vivo en las copas inglesas al jugarse a partido único, especialmente triste fue la sensación de que estos dos torneos no importaban demasiado en el club. A pesar de haber superado varias montañas en el camino, la escuadra que perdió en White Hart Lane contra los spurs fue un conjunto de jugadores sin alma y sin la convicción de quien cree en sus posibilidades de hacer algo grande. En el King Power Stadium ante los foxes, se volvió a tirar por la borda en el primer partido una competición en la que pasó lo mismo el curso pasado y que no ganan desde 1955.

El devastador efecto de las lesiones

Partidos, rachas, cambios y todo lo que ha acontecido hasta el momento en St. James' Park ha tenido, para desgracia del aficionado urraca, un mismo problema constante de fondo: la interminable plaga de lesiones que ha azotado al equipo.

El apellido Taylor parece maldito en el club blanquinegro. Steven, defensa central y titular en muchos partidos, se lesionó hace unas semanas y se perderá lo que queda de temporada. Por su parte, Ryan volvió de una lesión que le tuvo meses apartado de los terrenos de juego, pero no ha encontrado estabilidad ni en su físico ni en la pizarra del equipo.

De Jong y Obertan, hombres importantes a principios de temporada, también sufrieron graves lesiones que les han impedido ser partícipes de la competición. Ambos siguen sin regresar al equipo desde que se lesionaran en septiembre y noviembre respectivamente, aunque ya encaran la recta final de sus recuperaciones.

Fuera del césped, la peor noticia posible llegó con Jonas Gutiérrez, al que los médicos diagnosticaron cáncer. Sin embargo, el jugador progresa adecuadamente en su enfermedad y ha podido disputar partidos de preparación con el filial del Newcastle.

Lesiones de larga duración, un mes jugando con el tercer portero o el cáncer de Gutiérrez resumen las continuas desgracias que han sufrido los magpies en la enfermeríaJunto a otros problemas físicos duraderos como los de Rolando Aarons, probablemente la mayor promesa de la cantera del equipo, el caso más extraño en la enfermería del club de Tyneside se ha dado en la portería. Se lesionó Tim Krul, titular indiscutible bajo palos, a finales de noviembre y estaría un mes de baja en el peor momento posible: llegaba el invicto Chelsea a St. James' Park. Durante el choque contra los blues, Rob Elliot cogió los mandos, pero la mala suerte se cebó con los magpies: el segundo guardameta cayó lesionado en el muslo y aún no ha podido regresar. Ante este panorama surrealista, Jak Alnwick, portero del filial, debutó con el primer equipo a sus 21 años contra uno de los mejores equipos de Europa. Y como se ha visto, a pesar de todo el Newcastle ganó. Durante un mes, Alnwick fue el encargado de defender la portería blanquinegra, siendo la escenificación perfecta del mal fario del equipo.

En este contexto lleno de desdichas es donde precisamente el anteriormente mencionado Alan Pardew se hizo fuerte. El técnico fue capaz de sobreponerse a los continuos varapalos aprovechando la polivalencia de algunos jugadores y dando protagonismo a otros. Con ello, las victorias llegaron gracias a que el Newcastle se transformó en un conjunto compacto y seguro, sin egos y en el que cada hombre era un pilar fundamental para el equilibrio. Pardew supo gestionar y hacer ganadora a una plantilla herida y escasa en efectivos. Posiblemente, su mayor mérito en esta temporada.

Cara y cruz en los fichajes

Todos los años los clubes se esmeran por dar a su afición motivos para la alegría antes del comienzo del nuevo curso con nuevos y flamantes fichajes que levanten esperanzas. En el caso del Newcastle, la llegada de nuevas caras ha repartido satisfacción y decepción a partes iguales. La dualidad de los urracas también se ha trasladado a sus incorporaciones.

El equipo de la orilla del río Tyne fichó en verano a siete jugadores, siendo uno de los equipos ingleses más activos en el mercado. Pero no todo ha salido como esperaban con las nuevas contrataciones.

En el lado positivo, son tres los futbolistas que han ofrecido un rendimiento satisfactorio para los magpies: Ayoze Pérez, Jack Colback y Daryl Janmaat.

Ayoze, premiado por VAVEL como el Jugador Revelación de la Liga Adelante 2013-2014, llegó al club desde el Tenerife como un gran diamante por pulir. Según el propio jugador reconoció en una entrevista a Radio Marca, eligió al Newcastle por su determinación y confianza a la hora de ficharle a pesar de que equipos de la talla del Real Madrid preguntaron por él. No se esperaba del delantero que fuese titular en los blanquinegros, pero a base de talento y aprovechar cada minuto se ha convertido en un indiscutible. Pardew quedó prendado con su calidad y es uno de los ídolos de la afición. No cuenta con un físico imponente, pero su rapidez, gran técnica individual, inteligencia sobre el césped y olfato goleador le han encumbrado. Se está mostrando al mundo en el mejor de los escaparates, y St. James' Park le adora. En Tyneside incluso ya dedican cánticos al joven canario:

Ayoze ha marcado cinco goles en 22 apariciones en liga, 14 de ellas como titular. Entre todos sus tantos, su espectacular gol de tacón frente al West Bromwich Albion es sin duda el de más bella factura hasta el momento:

Colback y Janmaat se han convertido en piezas clave del Newcastle. Llegaron desde Sunderland (el eterno rival de los magpies) y Feyenoord respectivamente, y desde su primer día se colaron en el once titular. No en vano, son los dos futbolistas que más encuentros han disputado del equipo en la presente temporada, con 22 y 23 apariciones en liga cada uno, todas como titulares. Colback es el sostén del equipo, encargado de mantener el equilibrio en la medular con su gran esfuerzo físico y calidad para tratar el esférico, haciendo honor a su apodo Ginger Pirlo ("El 'Pirlo' Pelirrojo") en referencia al legendario centrocampista italiano. Por parte de Janmaat, llegó para cubrir la marcha de Debuchy al Arsenal y ha cumplido con creces. El carril derecho es suyo por decreto, y a sus notables prestaciones defensivas añade una gran efectividad ofensiva. Tanto Colback como Janmaat son, no por casualidad, los máximos asistentes del equipo, con cuatro pases de gol cada uno.

Ayoze, Colback y Janmaat triunfan en Tyneside, mientras Cabella, De Jong, Rivière y Ferreyra no han cumplido las expectativasTras estas tres alegrías, cuatro han sido las decepciones en lo que va de temporada. Quizás el caso más susceptible a discrepancias sea el de Rémy Cabella, que para unos ha sido un fracaso hasta ahora y para otros no se puede comparar con las otras decepciones. Lo que es innegable es que el extremo procedente del Montpellier no ha respondido con sus estadísticas: en 21 partidos disputados, solo ha conseguido un gol (en la última jornada contra el Hull City) y una asistencia, cuando fue en verano el fichaje más ilusionante. Durante tramos de la temporada pecó de individualista y nada le salía a un jugador que depende mucho de su capacidad de desborde, y como consecuencia Alan Pardew le usó como suplente en varios partidos. Sin embargo, en las últimas jornadas está creciendo y ha firmado buenas actuaciones contra Chelsea o Hull City, pero aún queda mucho por demostrar si quiere hacerse notar en St. James' Park.

Dejando a un lado el caso de Cabella, el capítulo oscuro de los fichajes lo han escrito De Jong, Rivière y Ferreyra. Si bien es cierto que De Jong lleva mucho tiempo lesionado, tuvo ocasión de jugar las primeras jornadas de liga y fue uno de los peores del equipo, realizando actuaciones dignas de suspenso en las que el desacierto y la confusión fueron sus señas de identidad. Rivière llegó con la etiqueta de delantero titular o como mínimo importante, pero los goles de Cissé y la irrupción de Ayoze han hecho de él carne de banquillo. Solo ha marcado dos goles, anotados en Copa ante el Crystal Palace, y su rendimiento ha sido pobre. Por último, Ferreyra ni siquiera ha debutado con el primer equipo, víctima de la competencia en la delantera y el anonimato al que ha sido condenado por Carver y Pardew. Su contratación, hasta el momento, ha sido anecdótica.

El peligro de la huida de talento

La falta de aspiraciones del Newcastle United puede tener un efecto devastador en el futuro del club. Son varios los jugadores que están explotando su talento con la camiseta blanquinegra y dando un golpe sobre la mesa que ha alertado a equipos grandes de Europa. Sin posibilidad de jugar competiciones europeas o luchar por títulos, los hombres más talentosos de los magpies pueden no tardar mucho en encontrar una salida para seguir creciendo.

Sissoko, mejor jugador esta temporada del equipo, ha recibido interés de equipos como Arsenal o PSG, y el centrocampista está dispuesto a dar el saltoEl caso que define a la perfección esta situación es el de Moussa Sissoko. El centrocampista francés, la pantera de Tyneside, ha sido probablemente el mejor jugador del Newcastle en la presente temporada. Titular indiscutible, es el alma, el motor y la garra del equipo. Su polivalencia ha permitido a Pardew y Carver colocarle como centrocampista de contención, mediapunta o incluso extremo, siendo el híbrido perfecto entre potencia y calidad técnica. Su gran rendimiento no ha pasado desapercibido para otros equipos, y han surgido los rumores sobre un posible interés de gigantes como Arsenal o PSG.

Por parte del jugador, se ha encargado de dejar claras sus intenciones en reiteradas ocasiones. En declaraciones a Foot Mercato, aseguró que "quiero quedarme en Inglaterra y crecer en uno de los clubes más grandes del país", aunque aclaró que "estoy centrado en el Newcastle, tengo cuatro años y medio más de contrato y sigo diciéndome a mí mismo que seguiré aquí ese tiempo". Juró fidelidad al equipo de Tyneside, pero si se le abren puertas más interesantes, no dejará pasar el tren: "No estoy diciendo en ningún caso que quiera marcharme, y seguiré trabajando hasta que un día tenga la oportunidad de jugar en un club muy grande. Consideraría el interés de un club como el PSG", aseguró. Si su crecimiento sigue por buen camino, el 7 del Newcastle puede tener menos futuro del que dicta su contrato para desgracia de St. James' Park, que no volvería a disfrutar de su depredador más feroz.

Junto al caso de Sissoko, jóvenes brillantes como Ayoze pueden usar a un club hoy por hoy sin aspiraciones como mero trampolín. La fama de Ayoze en el fútbol mundial ha subido como la espuma y ya es un nombre conocido en Inglaterra, así que los tiburones no tardarán en aparecer.

La inestabilidad también está presente en el futuro del Newcastle United. Sin un entrenador definido para la temporada que viene, con su máxima estrella abierta a cambiar de aires y jóvenes como Ayoze despuntando, Tyneside no es el lugar ideal para aquellos que deseen levantar un trofeo en el futuro próximo. Dudas y más dudas se posan sobre el noreste de Inglaterra en medio del anonimato, sin una lucha definida. El negro, por ahora, está devorando al blanco.

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Sobre el autor
Nacho González Rueda
Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Coordinador de NBA. Redactor de Real Madrid y Premier League. Creo en el ´where amazing happens´ del baloncesto americano, en la eternidad de los vikingos y en la magia de un campo de fútbol inglés. También fui redactor del Mundial de Fútbol Brasil 2014 y Mundial de Baloncesto España 2014. Contacto: [email protected] ¡Nos leemos!