El día en que Sorensen fue el héroe y Kane un desconocido

El cancerbero danés se erigió como figura hace cuatro años en el duelo de tercera ronda de Copa de la Liga que enfrentó a Stoke City y Tottenham Hotspur. Con su intervención en la tanda de penaltis al disparo de Luongo, los 'potters' dejaron en la cuneta a unos londinenses que pagaron su falta de acierto en los metros finales. El joven Harry Kane se quedó sin disputar minuto alguno.

El día en que Sorensen fue el héroe y Kane un desconocido
Foto: caughtoffside.com
eduardoarroyo
Por Eduardo Arroyo López

20 de septiembre de 2011. Stoke City y Tottenham Hotspur se enfrentan en la tercera ronda de League Cup, habiendo deparado el sorteo que el choque se dispute en el Britannia Stadium de Stoke-on-Trent.

Ambos equipos llegaban al duelo copero tras haber cosechado un resultado previo de 4-0 en la jornada previa de Premier League. Si bien es cierto que los pupilos de Harry Redknapp lo hicieron con una victoria contundente frente al Liverpool y los de Tony Pulis con una sonrojante derrota ante el Sunderland.

Tras los resultados del fin de semana liguero, el míster de los potters hizo hasta siete cambios en el once inicial, mientras que el técnico de los londinenses sustituyó un total de nueve piezas en su formación.

Livermore, Palacios y Jerome pelean por un balón. Foto: zimbio.com

Wilson Palacios, que sería titular en aquella ocasión, y Peter Crouch, que saldría desde el banquillo sustituyendo a Kenwyne Jones en la primera mitad, se enfrentaban a su ex equipo tras haber cambiado la cosmopolita Londres por Stoke-on-Trent el 31 de agosto de ese mismo año, por lo que sus ganas de demostrar su valía estaban al máximo.

A pesar de haber ocasiones para unos y otros, el duelo finalizó con 0-0 tras los 90 minutos y la prórroga. El candado no se rompió ni con las intentonas de Robert Huth, Matthew Etherington y Jonathan Walters, que desperdició un mano a mano en el tiempo extra frente a Heurelho Gomes –hoy portero del recién ascendido Watford– por parte de los rojiblancos, ni con las oportunidades de Tommy Carroll, Rafael van der Vaart y Jack Livermore en el lado lilywhite.

Precisamente, el centrocampista inglés fue el protagonista de una de las acciones polémicas de la noche. Corría el minuto 87 cuando Livermore cayó lesionado fuera del rectángulo de juego. Tirando de picardía, el mediocampista rodó hacia el interior del campo con el afán de parar el partido y de ganar unos valiosos segundos para que su equipo se rearmara.

Jonathan Walters, a quien no le gusta que le tomen el pelo, lo “invitó” a salir arrastrándolo hacia fuera del campo. Por suerte, la acción no pasó a mayores y el juego siguió su curso sin problemas hasta que se consumieron los 120 minutos de partido. El ganador de la eliminatoria se decidiría desde los 11 metros.

A Walters no le gusta que le tomen el pelo. Foto: Daily Mail / Matt Bunn / BPI

El propio Walters anotó con seguridad el primero de la tanda, con Defoe igualando la contienda acto seguido. Las esperanzas potters parecían desvanecerse cuando, en su segundo lanzamiento, Jermaine Pennant estrelló el esférico en el larguero, pero el fallo posterior de Roman Pavlyuchenko restableció la igualdad tras cuatro penas máximas ejecutadas.

Los siguientes once penaltis acabarían besando las redes (obra de Whelan, Townsend, Wilson, Corluka, Crouch, Kaboul, Etherington, Livermore, Upson, Carroll y Shotton, respectivamente) y, para el decimosexto lanzamiento de la noche, el elegido fue Massimo Luongo.

El joven australiano, que estaba haciendo su debut con el primer equipo del Tottenham, tenía toda la responsabilidad sobre sus hombros, debía anotar para mantener con vida a los suyos. Por desgracia para el centrocampista aussie, la veteranía de Thomas Sorensen se impuso y el danés se erigió en el héroe de los potters tras detener el lanzamiento desde los once metros.

Sin saberlo, Massimo Luongo había disputado el que sería su primer y único encuentro con la camiseta de los 'spurs'

Sin saberlo, Massimo Luongo había disputado el que sería su primer y único encuentro con la camiseta de los spurs. Después de una cesión al Ipswich Town y de otras dos al Swindon Town, los técnicos de White Hart Lane perdieron la confianza en el joven jugador y lo traspasaron de manera definitiva a los robins por unas 400.000 libras.

Allí recobró las buenas sensaciones y, tras dos temporadas convincentes –y después de proclamarse campeón y MVP de la Copa de Asia 2015 con Australia–, el Queens Park Rangers llamó a su puerta de cara a la temporada 2015-2016. Chris Ramsey, mánager de los hoops y entrenador de Luongo en los juveniles del Tottenham Hotspur, no se había olvidado del prometedor centrocampista australiano y lo reclutó para tratar de volver a la Premier League. Veremos si en Loftus Road consigue asentarse de manera definitiva.

El banquillo no es el hábitat natural de Harry Kane. Foto: Mirror

Quien no disputaría ningún minuto aquella noche fue un tal Harry Kane que, con el dorsal 37 a la espalda, tuvo que ver la derrota desde el banco de reservas. El joven ariete, que había debutado ese mismo año con los londinenses –concretamente el 25 de agosto en el partido de vuelta de la eliminatoria de clasificación para la fase de grupos de la UEFA Europa League ante el Hearts– no pudo aportar la pólvora que había oculta en sus botas. Ni Giovani Dos Santos, ni Roman Pavlyuchenko, ni Jermain Defoe pudieron batir aquella noche a Thomas Sorensen.

Quién le iba a decir al club de White Hart Lane que el hombre gol que tanto anhelaban estaba sentado entre los suplentes que no participaron aquel 20 de septiembre de 2011. Tres cesiones más –previamente estuvo a préstamo en el Leyton Orient–, al Milwall, al Norwich y al Leicester tuvieron que ocurrir para que HurriKane convenciese a los técnicos spurs. El resto de la historia es de sobra conocida…