Corría el minuto 65 de partido, Suiza caía 0-2 ante una muy seria Eslovenia, con goles de Novakovic y Cesar. El cuadro dirigido por Srecko Katanec aprovechaba un error defensivo de la zaga suiza para adelantarse en el marcador en los instantes finales del primer tiempo. El jarro de agua fría para los pupilos de Hitzfeld llegaba en los primeros minutos del segundo tiempo. un córner botado por Virsa encontraba el remate de Cesar, estableciendo el 0-2 en el luminoso. La falta de precisión del equipo era latente, Hitzfeld dió cuenta de ello y puso en el tapete a Josip Drmic y Breel Embolo.
Una volcada Suiza veía recompesada su esfuerzo, a falta de 10 minutos para el final, con el tanto de Drmic, que definía con la puntera ante la salida de Handanovic, tras una gran asistencia de Embolo. El empate no se hacía esperar y a falta de 6 minutos, Shaquiri asistía a Stocker que remataba solo y colocaba las tablas en el marcador. El partido tenía la gloria asegurada para el hombre gol suizo, para el jugador del Gladbach, Josip Drmic. En el 94´y tras un rechace de la defensa en un disparo de Schar, Drmic, como delantero de área que es, aprovechaba esa despeje para perforar las mallas y dar la victoria al conjunto suizo por 3-2.
Un ratón de área
Lejos de los delanteros actuales, caracterizados por su técnica y su facilidad para salir del área y asociarse entre líneas, Josip Drmic es todo lo opuesto a ese nueve moderno. Un delantero a la vieja usanza, de la escuela de los Ruud van Nistelrooy o Raúl González, salvando las distancias. Jugadores que no aparecen en muchos tramos del partido, que se encuentran en una isla pero que a la mínima oportunidad que tengan, al mínimo remate franco que se encuentren, perforarán las mallas de la portería rival.
Habilidad en mano a mano y gran destreza en balones aéreos
Dos cualidades destacan de Josip Drmic, fundamentales para su juego. La primera, el mano a mano. Ese momento fatídico en el que te enfrentas al portero rival, en el que a muchos se les hace la portería muy pequeña, ahí el delantero de ascendencia croata no falla, es letal. Muchos han sido sus goles definiendo con maestría ante la salida del arquero. La segunda cualidad que destaca en el delantero del Gladbach es su buena destreza en balones aéreos, en su potente salto combinado con un certero remate con la testa. Un incordio para cualquier defensa.
Buscando el relevo de Alexander Frei
Sin duda, hablar de Alexander Frei es hablar de historia en Suiza, es hablar del máximo goleador de la selección suiza con 42 goles en 84 partidos, en una trayectoria que comenzó en 2001 y acabó en 2011. Una leyenda del fútbol suizo. Basilea, Borussia Dortmund, Rennes o Servette, han sido algunos de sus equipos en su dilatada carrera. Sin duda, el mejor delantero suizo de la historia. Tras su retirada antes de la Eurocopa de 2012, muchos han buscado su relevo en la delantera. Tras el fracaso de Eren Derdiyok, el cual nunca alcanzó su mejor nivel con la selección suiza, todo queda entre Haris Seferovic, Breel Embolo y Josip Drmic, los tres delanteros actuales en la selección suiza.
Frei: 42 goles en 84 partidos
Está muy lejana la marca de Frei, a la cual de momento solo Xherdam Shaquiri planta una mínima competencia, con 17 goles. Suiza busca relevo, es el momento de Drmic. Tras su doblete ante Eslovenia todo hace indicar que Hitzfeld lo pondrá de inicio ante Inglaterra para aprovechar su buen momento. Acompañado por los Shaquiri, Mehmedi, Inler y compañía gozará de ocasiones, de las cuales no suele desaprovechar ninguna. Puede ser su año, a pesar del mal cominezo en la Bundesliga, participará en la Champions League, el mejor escaparate del fútbol europeo. Suiza le necesita para la clasifiación a la EURO 2016 de Francia.
