No dañar y no hacer daño. Lección bien aprendida por ambos equipos antes de saltar al frío tapete del Stade de Tourbillon del Sion. El Liverpool llegaba a Suiza para enfrentarse con la revelación de su grupo, el Sion, y lo hacía después de haber caído sorprendentemente ante “las urracas” en el St. James Park el pasado domingo en un partido en el que partían como favoritos. Pese a que las tablas metían a los dos equipos en la siguiente ronda, existía una necesidad imperiosa de los reds de volver a encontrarse con los buenos resultados. Con el paso de los minutos, el resultado favorable empezaría a caer en importancia.

Un 11 atípico

Dos días antes del partido llegaba una noticia que empieza a ser recurrente: “Daniel Sturridge se ha lesionado”. El delantero internacional inglés que tendría que ser la figura indiscutible del equipo junto a Coutinho ha vuelto a caer en una nueva lesión. Esta vez, la corva. Estará fuera de los terrenos de juego al menos hasta navidades. Preocupante, ya que Sturridge parece ser cada día más de cristal.

Benteke fue titular el domingo, por lo que esperaría su turno en el banquillo y solamente saltaría al campo si las cosas se complicaban. El belga Origi sería la referencia en ataque del Liverpool, ya que jugar entre semana parece sentarle bien. Y si no, que le digan al Southampton.

El equipo de Jürgen Klopp contaba con una pieza clave en la formación desde el inicio: volvía al equipo titular el heredero del brazalete de la leyenda de Anfield Steven Gerrard; era de nuevo titular Jordan Henderson.

Aunque la nota positiva de los ‘reds’ en la tarde aciaga de su equipo, llegaría desde la banda izquierda. El joven jugador australiano Brad Smith, sería el hombre más destacado en el partido por parte de los visitantes. Incansable, hizo de su parcela en el campo una verdadera autopista.

En un insípido partido, hubo lugar para la polémica. Rondaba el minuto 32 de la primera parte cuando el ghanés Assifuah se precipitaba peligrosamente en una acción trabada sobre el tobillo de Emre Can. Si el color de la cartulina hubiese sido otro, no habría pasado nada. La cosa quedó en leve amonestación.

Un partido que no pasaría a la historia por lo vivido en el terreno de juego, solamente podría cambiar si aparecía algo de magia. Klopp así lo intentó dando entrada a Philippe Coutinho. Pero cómo el ambiente, el brasileño estuvo frío, gris y pasó de puntillas por el encuentro. En el combinado visitante un solitario Divock Origi fue el único que intentó romper el pacto de no agresión que parecían haber firmado ambos equipos con el paso de los minutos. Pero ni aun así. El resultado no se movería.

Cómo estaría siendo el partido, que parece que se celebró que el colegiado griego añadiera tan sólo tres minutos. El empate clasificó a ambos equipos, el Liverpool como primero. De esta manera, los hombres de Jürgen Klopp evitan un primer enfrentamiento directo contra los ‘cocos’ que caen de la Champions League.

El técnico alemán tras el partido, se quejó de las inclemencias del tiempo y del gélido ambiente con el que se celebró el partido en Suiza.

El lunes desde la sede central de la UEFA en Nyon, se conocerán los enfrentamientos de la siguiente ronda de la UEFA Europa League.

MVP del partido

El mejor jugador del partido, fue sorprendentemente el joven de 21 años Brad Smith. Demostró ser un jugador muy incisivo, trabajador y poseer un gran potencial. Un hombre a tener en cuenta en un futuro muy cercano por Jürgen Klopp.