El frío invernal que tiene congelada a casi toda Europa no logró entumecer a los clubes que se dieron cita este mediodía en Goodison Park. La presión y la emoción salieron desde el túnel de vestuario con los jugadores y, desde el minuto uno, fueron uno más sobre el manto verde.

No hubo un claro dominador, ni tampoco -para que ocultarlo- demasiado peligro en ninguna de las dos áreas durante los primeros minutos, pero eso solo era un dato más de la igualdad de fuerzas, de las ganas y de lo difícil que está siendo conquistar el feudo del Everton en esta temporada.

Dueño y señor del partido… hasta que hay una contra

El Manchester City movía la pelota, el Everton esperaba errores. Aunque, de vez en cuando, los de Koeman protagonizaban alguna jugada de conexión que lograba poner contra las cuerdas a los citizens. Tanto que, antes de cumplirse el minuto 10, el Everton podría haberse puesto por encima en el marcador de no ser por la posición adelantada de Mirallas antes de recibir el pase de Lukaku e introducir el esférico en la portería de Bravo.

Fue un punto de inflexión en la primera mitad. Al verse superados de una manera tan, relativamente, sencilla, los de Guardiola subieron la intensidad y la velocidad de un encuentro bastante calmado hasta ese momento. Y empezaron a lograr sus deseos. El cuarteto formado por Silva, Sterling, De Bruyne y Agüero empezó a conectar, a llegar con más facilidad y más peligro al área de Joel. Pero el esférico no acababa de encontrar portería.

Joel y Baines cortan una llegada de Sterling en la que se reclamó penalti | Foto: Premier League
Joel y Baines cortan una llegada de Sterling en la que se reclamó penalti | Foto: Premier League

El City era dueño y señor del balón, pero el gol se le resistía. Ni por sorpresa ni con jugadas ensayadas, ningún método funcionaba para perforar la meta de Joel e inaugurar el marcador. Mientras tanto, el Everton intentaba aprovechar las pérdidas de balón y los errores del rival para montar la contra por medio de Lukaku. Y acabó haciendo efecto. En una pérdida de balón del City en el medio del campo Mirallas dio un pase entre líneas a Lukaku que, prácticamente solo ante Bravo, remató a placer para poner el 1-0 sobre el luminoso en el minuto 35.

Un gol que, al contrario de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, pareció reforzar al equipo de Guardiola que, por medio de Agüero y de Raheem Sterling, a punto estuvo de devolver el empate tan solo unos minutos después del tanto de los toffees. Empate que pudo llegar en el último minuto de descanso cuando Davies sacaba prácticamente sobre la línea de gol un disparo envenenado de Sagna.

Mirallas, Davies y Lookman sentencian

Sin embargo, el comienzo de la segunda mitad iba a ser un nuevo jarro de agua fría para el conjunto sky blue. En el 47, cuando algunos aficionados aún estaban volviendo a sus asientos tras el descanso, Mirallas hacía un disparo cruzado imposible para Bravo y ampliaba la distancia en el marcador.

El Manchester City no podía dormirse en los laureles. Una nueva derrota suponía alejarse un poco más de la cabeza de la clasificación. Una cabeza que no falla jornada tras jornada. Lo único positivo: aún quedaban casi 45 minutos por delante para, al menos, intentar el empate.

Aparte del marcador, poco había cambiado sobre el césped de Goodison Park: los citizens seguían dominando y el Everton intentando presionar y aprovecharse de los errores, a la vez que formaba una muralla entre Joel y los atacantes del City.

A falta de 30 minutos para el final, Guardiola decidió cambiar la táctica y sacar a Zabaleta del terreno de juego para meter un hombre más en la zona de ataque: Kelechi Iheanacho, pero el cambio apenas modificó el guion del encuentro.

Momento en el que Davies supera a Bravo y marca el tercero | Foto:  Premier League
Momento en el que Davies supera a Bravo y marca el tercero | Foto:  Premier League

Y es que el City no necesitaba reforzar el ataque -donde estaba haciendo un buen partido a pesar de la falta de gol-, sino una defensa que hacía aguas cada vez que el Everton salía a la contra. Contra que volvió a ser efectiva en el 79, cuando Davies volvía a hacer sangre introduciendo el esférico en la portería de Claudio Bravo. Y no iba a quedar ahí la cosa, pues un nuevo error sky blue iba a acabar con Lookman anotando el 4-0 en los minutos de descuento.

Se llegaba así al final del encuentro con un resultado que podría hacer descender al City a la sexta posición y que dejaba más claro que nunca que jamás tener más del 70% de la posesión era sinónimo de ganar.