La India se preparó para un espectáculo al que no están demasiados acostumbrados a presenciar, pero los casi 70.000 amantes del fútbol que se acercaron al Yuba Bharati Krirangan para llenarlo casi hasta la bandera, pudieron disfrutar de la victoria de los Young Lions gracias a sus cinco goles y una remontada histórica para conseguir todo un hito en las carreras de las jóvenes promesas del continente: el Mundial Sub-17.

Los nervios a flor de piel pudieron sentirse desde las pantallas de todos los televisores. Pero Inglaterra estaba decidida a ir a por la victoria sin dudarlo. Y en el primer minuto ya tuvo que emplearse Andrés Fernández para salvar un tiro muy cerrado de Gibbs-White. Se vio obligada España, por consiguiente, a tirar de paciencia en cantidades mayúsculas al estar continuamente sin el control del balón y manteniéndose muy rígida en cuanto a la estructura se refiere.

No se achicó lo más mínimo el combinado español. La primera que tuvo fue para dentro. Una gran incorporación de Juan Miranda por el lateral derecho acabó con un centro magnífico para Sergio Gómez, y el extremo del Fútbol Club Barcelona no falló. Se llenó de tranquilidad en el frente a frente, rapidísimo, a un toque ante Curtis Anderson, puso el cero a uno en el electrónico favorable a los, por sorteo, visitantes.

El trofeo esperaba su dueño | Foto: TheFA.
El trofeo esperaba su dueño | Foto: TheFA.

Dio en consecuencia un agigantado paso hacia adelante el cuadro británico, que optó como venía haciendo durante todo el campeonato por un fútbol directo, con cambios de sentido, movimientos entre líneas y mucha velocidad en ambas bandas. Aunque no fueron suficientes dichos esfuerzos, ya que los hombres de Santi Denia se emplearon con incluso mayor solvencia, sabiendo achicar espacios, salir al contragolpe, y lo más importante, no atrasar las líneas cayendo en la complacencia.

Doblete y mucha tierra de por medio

Más bien todo lo contrario a relajarse es lo que hizo España. En la segunda ocasión que fueron capaces los hombres de la Rojita de llegar al área inglés, una triangulación entre Abel Ruiz, César Gelabert y finalmente Sergio Gómez, sirvió para ampliar el colchón y arrancar el grito de más de la mitad del estadio indio. Un derechazo del catalán zurdo desde el semicírculo final del que nada pudo hacer el guardameta rival. Un auténtico golazo para dar el golpe sobre la mesa que tanto querían los del suroeste europeo.

Justo antes del descanso, un potente disparo desde fuera del rectángulo inverso de Hudson-Odoi se estrelló contra el palo. Avisaron los ingleses, que a continuación materializaron las infinitas internadas durante toda la primera parte a través de Rhian Brewster. El pichichi del campeonato no erró su cabezazo dentro del área pequeña para superar por vez primera a Andrés Fernández y poner aún más interesante la final en los cuarenta y cinco minutos posteriores.

Sin ánimo de salir a defender la ventaja que disponía el equipo de Santi Denia, el objetivo desde la primera pelota en movimiento fue marcar el tercer gol y tratar de sentenciar el agitado duelo. Lo mismo pensaron los británicos, que apenas cinco minutos después de la reanudación, ya avisaron por partida doble: en primer lugar, un disparo lejano de Phil Foden; y en segundo, un cara a cara entre el goleador Rhian Brewster y un portero del Málaga que siguió muy seguro entre los tres palos. Pero no fue hasta la tercera cuando finalmente llegó el tanto del empate gracias a Gibbs-White, que rebañó el precioso envío del rapidísimo Steven Sessegnon.

Foden disputa el balón | Foto: TheFA.
Foden disputa el balón | Foto: TheFA.

A empezar de cero otra vez

Las tablas en el marcador volvieron a imperar a falta de media hora por disputarse. España no quería seguir cediendo terreno y se pusieron manos a la obra para ponerse otra vez por delante en el choque. El central Hugo Guillamón tuvo la primera oportunidad para lograrlo a través de un remate de cabeza que interceptó con serenidad Curtis Anderson. No quedó solo en esa ocasión, ya que minutos más tarde pudo gozar de otra similar gracias a la pizarra del míster español, que se antojaba como uno de los principales problemas entre los británicos.

Pero si de algo saben los ingleses es de reaccionar a tiempo y además, de hacerlo de una manera sobresaliente. Dejando en nada los intentos españoles, el conjunto de Steven Cooper culminó la remontada utilizando el mismo método que en el segundo tanto. Esta vez, el que galopó por la banda izquierda dejando atrás todo lo que quedaba a su paso fue Hudson-Odoi, quien, como un guante, dejó el cuero en las botas de Phil Foden para que éste pusiese el tercer gol en la cuenta particular de los de la Britania.

Espectáculo de campeonato

Desde aquél momento, el partido se convirtió en un auténtico correcalles en el que España gozó de varios momentos destacados en los que poder empatar. Una de Abel Ruiz dentro del área fue la más clara, pero la fortuna parecía no situarse de cara a los pupilos mediterráneos en la noche india. Se confirmó cuando llegó la cuarta diana en contra durante los momentos finales. El zaguero Marc Guehi se postró como protagonista. Subió cual futbolista de banda hasta el mismo terreno de Álvaro Fernández para sentenciarlo casi por completo, ya que casi entrados en los minutos de descuento, Phil Foden conseguía su doblete a través de un disparo cruzado, poniendo así la manita de Inglaterra.

Primer Mundial Sub-17 para los británicos, que por méritos propios durante todo el mes de octubre se hicieron con el ansiado trofeo. Por su parte, la siempre peleona España tendrá que seguir intentándolo en un futuro, ya que con esta ocasión, van cuatro subcampeonatos desde la mala suerte instalada en 1991.

El número '9' Brewster, una de las figuras, festeja con su compañeros | Foto: TheFA.
El número '9' Brewster, una de las figuras, festeja con su compañeros | Foto: TheFA.