No hay que ser ningún experto futbolístico para comprender que la Copa de la Liga no posee el mismo rango que la Premier League ni que el cuadro de Claude Puel se iguala en calidad al de Pep Guardiola, por supuesto. Pero cuando se habla de Inglaterra nada está decidido ni lo más mínimo. Lo más seguro es que a principio de temporada se pensase que a estas alturas y dadas las circunstancias el Manchester City presente una alineación no demasiado habitual y aun así siga ganando con comodidad en el King Power Stadium. Nada de eso. En Leicester sueñan con la renombrada Carabao Cup al igual que lo hicieron dos años atrás con el campeonato doméstico y están dispuestos a lo que sea con tal de apartar al todopoderoso conjunto celeste, obligándole así a viajar con las grandes estrellas. Puede pasar de todo sobre el rectángulo de juego, y ambos equipos son conscientes de ello.
Dubitativo punto de inflexión
Hace apenas tres días, los pupilos del técnico francés caían duramente derrotados en su propio feudo por cero goles a tres con motivo de un exuberante Crystal Palace. Una difícil caída un tanto complicada de asimilar teniendo en cuenta las fantásticas actuaciones que estaban arrastrando durante semanas y que les había colocado a más de diez puntos del descenso. Por tanto, la batalla perdida el reciente domingo puede servir como un punto de inflexión negativo a través del cual vuelva la mala dinámica, o de lo contrario, aunque parezca demasiado complicado, positivo y ahuyentar viejos fantasmas que nada gustan en Leicester y seguir luchando por el título copero británico.
Nada más y nada menos que cuatro bajas tiene ante sí Claude Puel, y no poco importantes: Robert Huth, Matthew James, Wilfred Ndidi y Adrien Silva. De esta manera, el galo apuntar a sacar de inicio al centrocampista Vicente Iborra y jugar con el habitual 4-2-3-1 con Jamie Vardy en punta, confiando así una vez más en el olfato goleador del internacional inglés para encaminar una eliminatoria que no se presenta nada sencilla para los del centro de Reino Unido.
Seguir arrollando
Salvando las distancias, en la ciudad de Manchester solo piensan en ganar. No cabe nada más en sus cabezas. Después de vencer con suma comodidad al gran Tottenham Hotspur de Mauricio Pochettino, los citizens quieren continuar actuando como apisonadoras en la Copa de la Liga, puesto que la Premier League parece bastante encaminada al aventajar en once puntos al rival vecino que es segundo en la tabla, y en comparación, en veintiséis, el doble de puntos, al actual rival de esta cita intersemanal. Una auténtica barbaridad.
El principal motivo de este buen hacer es la configuración de los cinco fantásticos formados por Leroy Sané, Sergio Agüero, Raheem Sterling, Bernardo Silva y Gabriel Jesús, las envidias de todo el continente que también están disponibles para la expedición a Leicester. Sin embargo, tres ausencias son las que deberá solucionar con la mejor eficacia posible Pep Guardiola, ya que John Stones, Benjamin Mendy y David Silva no se han recuperado de sus respectivas molestias físicas. El español no estará por motivos personales, pues ningún problema médico le mantiene alejado de la disciplina futbolística. En consecuencia, Phil Foden tiene numerosas papeletas para encabezar el mediocentro de tres hombres tan característico en la táctica del entrenador español.
Recientes precedentes
Un mes exacto ha pasado desde que Leicester City y Manchester City celebraron el mismo duelo pero con distinto fin: el de conseguir tres puntos en Premier League. Aquél choque finalizó con victoria citizen por cero goles a dos, ya que éstos se mantienen invictos en el campeonato tras dieciocho jornadas de competición. Los goles fueron obras de Gabriel Jesús y Kevin de Bruyne, quienes pueden volver a gozar de minutos en el choque copero en cuestión, del cual se espera gran expectación y muchas ganas de revancha.
Posibles onces titulares
