Lo primero, seguramente sea derivado de la entrada de capital extranjero (jeques, magantes del petróleo y demás) y, en consecuencia, de nuevas mentalidades y gestiones; lo segundo, con seguridad, se debe a la profunda penetración de técnicos extranjeros en la Premier League.

Lo que, hasta hace no tantos años, era un coto de entrenadores ingleses (o británicos, para ser precisos), se ha convertido en una amalgama o torre de VAVEL (dicho sea en el mejor sentido del término) de entrenadores de allende las islas; y, por encima de eso, no estamos hablando de entrenadores de medio pelo, ni mucho menos, estamos hablando de varios de los mejores entrenadores del mundo (Simeone aparte, tal vez, si se permite la licencia): Mourinho, Conte, Klopp, Guardiola (lo de Wenger es caso aparte: dada la cantidad de años que lleva en Inglaterra y aunque fue quien, de verdad, abrió la veda, no puede ser considerado ‘extranjero’)…

Y se enfrentan este domingo en Anfield dos de ellos: Klopp frente a Guardiola, Liverpool frente a Manchester City… seguramente, dos de los managers más innovadores que han llegado a la Premier en los últimos anos, dos apasionados de esto, dos obsesos del fútbol, dos entrenadores absolutamente convencidos de su estrategia y sus métodos.

Un Klopp apasionado del fútbol ofensivo, de toque, de posesión… que despuntó en el Mainz 05, un equipo humilde (y, por tanto, con muchas más dificultades para practicar este tipo de juego), deslumbró al mundo entero en el Dortmund de Reus, Kagawa, Grosskeutz, Hummels, Lewandowski y compañía y que decidió, tras ser cesado en Dortmund (en lo fue una definición perfecta de un ‘fin de ciclo’) apostar por el Liverpool; un equipo histórico, pero muy venido a menos en los últimos anos (25 años sin ganar la Premier es un dato lo suficientemente elocuente como para buscar otros). Y, pese a las bajas de jugadores clave (de hecho, de aquellos que le permitirían luchar por los títulos) sigue plasmando en Inglaterra la idea que ‘patentó’ en Alemania, para asombro de todo el mundo futbolístico: presión, despliegue rápido, ocupación total del campo con extremos (o no-extremos en el sentido purista de la palabra), búsqueda continua de la portería contraria …

Klopp en el banquillo del Liverpool | Foto: Getty Images
Klopp en el banquillo del Liverpool | Foto: Getty Images

¿Y qué decir de Guardiola? El artífice del Barcelona 2008/12, el mejor equipo de fútbol que muchos dicen recordar; aquel equipo del que algunos dijeron “era solo Messi”, aquel entrenador que, en Alemania, fue capaz de ganar tres Bundesligas consecutivas… Y que llegó a Inglaterra; y que muchos dijeron que, en una Liga tan competitiva e igualada como la inglesa, no sería capaz de repetir los éxitos obtenidos con Barcelona y Bayern…

Guardiola, mantenido por los jugadores del Barcelona tras ganar la Champions | Foto: FC Barcelona
Guardiola, mantenido por los jugadores del Barcelona tras ganar la Champions (Foto: fcbarcelona.es)

Y que, a ojos de muchos, se “estrelló” en su primer año. Pero, era solo un aprendizaje, “la necesidad de inventarse enemigos nuevos, como suele decir el de Santpedor”. Y que en esta campaña esta ‘arrasando’ logrando registros jamás vistos en más de 100 años en la liga inglesa. Puede discutirse si es el mejor entrenador del mundo o si no lo es; de lo que deberían caber pocas dudas es de que es el entrenador más innovador, desde un punto de vista táctico, que ha visto el mundo del fútbol en 40 años: el portero, ‘obligado’ a saber jugar con los pies y a ser un jugador más, en muchas fases del juego; los delanteros, trabajando y jugando como defensas en algunas áreas del campo; los defensas, soltándose y con libertad para atacar en ciertas circunstancias. El fútbol total, entendido como desempeño integral del futbolista sobre el terreno de juego, sea cual sea su posición originaria. Eso es Guardiola.

Klopp y Guardiola, Guardiola y Klopp. Se miden este domingo en Anfield en un encuentro que parece desequilibrado por la diferencia de prestaciones entre unos y otros esta campaña (18 puntos los separan en la tabla después de tan solo 22 jornadas disputadas) y, porqué no decirlo, por la diferencia de calidad entre ambas plantillas (tal vez, aquí, el dinero tenga mucho que ver y la reciente marcha de Coutinho haya sido solo el penúltimo ejemplo).

Si embargo, mas allá de la anécdota del importante encuentro del domingo, merecería la pena quedarse con la revolución y la innovación que han supuesto, para el fútbol inglés, preparadores como Klopp o Guardiola. Donde, hace no tantos años, el fútbol se basaba (casi) únicamente en balones largos, remates de cabeza, rebotes y segundas jugadas, hoy, hay muchos entrenadores (de fuera de las islas, en su mayoría) que apuestan por otra cosa.

Y, como en casi todo en la vida, el fútbol inglés no debería renunciar a su origen, sus raíces y su forma primitiva o primaria de entender el fútbol (es y debe seguir siendo un legado infinito); pero el reforzarlo o combinarlo con otras ideas u otros planteamientos no puede sino beneficiarlo. Y, para quien tenga dudas, véase la evolución del desempeño de los clubes ingleses en Champions.