Cuando se cruzan dos equipos perdidos, en dinámicas muy negativas y con la necesidad imperiosa de puntuar, la moneda puede caer para cualquier lado. Anoche en Stanford Bridge el Chelsea dominó las áreas, no así en el juego, porque el West Brom dispuso de ocasiones tanto para adelantarse en el marcador como para empatar el partido.

Son en estos partidos donde la necesidad más ahoga cuando la calidad de los elegidos más emerge. En este choque Hazard lo decidió todo. Primero porque marcó el gol que adelantaba a su equipo en una jugada de las suyas, con todos sus compañeros parados en seco, él se movió sorteando rivales y haciendo una pared con una robusta pared llamada Giroud. 1-0 y primera bocanada de aire para el Chelsea en mucho tiempo.

El West Brom que ya había podido adelantarse con un gol de Jay Rodríguez, se veía una vez más por debajo en el marcador, colista y con el objetivo de la salvación cada vez más lejos. Pese a todas las adversidades siguieron empujando la meta de Courtois y volvieron a estar cerca de tirarla abajo en los inicios de la segunda mitad. Tras ese nuevo intento, Víctor Moses dobló la ventaja en el marcador, puso el 2-0 y el partido se acabó. A Hazard todavía le daría tiempo a marcar un golazo pero las ilusiones de Pardew y sus chicos se habían desvanecido.

Así reflexionaba el técnico de los Baggies al final del encuentro. “Vinimos aquí para presionarlos porque sabíamos que estaban heridos, tuvimos la oportunidad pero no la aprovechamos. Jay perdió una gran oportunidad para adelantarnos y después, con 1-0, tuvimos la oportunidad de cambiar la dinámica del juego. Una vez que caes por 2-0 contra un club de los seis primeros, es difícil. Lo siento por mis defensores porque han trabajado muy duro y han hecho un gran trabajo esta noche", dijo..