El encuentro comenzaba con dos conjuntos muy reservados, pues ninguno de ellos llevaba la manija del juego en los primeros minutos. El esférico se pasaba la mayor parte del tiempo por el aire, ya que ambos equipos habían aliniado un centro del campo muy rocoso y les costaba iniciar jugadas desde atrás.
Los locales serían los primeros en probar suerte, con un Xherdan Shaqiri inspirado que durante el primer cuarto de hora de la primera parte, estaba siendo el jugador más importante del once del Stoke. El suizo estaba suponiendo un incordio permanente para la zaga defensiva rival, percutiendo constantemente la banda derecha e iniciando la mayoría de las jugadas de peligro elaboradas por el Stoke.
Igualdad sobre el césped
El Everton parecía despertarse del letargo con el que había saltado al césped del Bet365 Stadium, empezando a manejar algo más el balón. La figura de Tom Davies y Wayne Rooney cada vez crecía más en el partido, llevando prácticamente el juego de los visitantes. Los de Sam Allardyce lograban llegar con facilidad al área contraria, no obstante la totalidad de las jugadas terminaban con centro laterales que, Jack Butland conseguía atrapar sin ningún tipo de problemas.
A partir del minuto veinte, un fuerte temporal de nieve azotaba fuertemente a las infraestructuras del campo del Stoke, provocando que en un corto periodo de tiempo, el césped se convirtiera en una gruesa lona blanca sobre la que cada vez era más complicado jugar. Los protagonistas del partido apenas podían ejecutar los pases, generando un alto porcentaje de impreciosiones en ambos campos.
En el veinticinco, el Stoke tendría una gran oportunidad por medio de Peter Crouch. El delantero inglés, recibía un fantástico centro desde la derecha, sin embargo no lograba ser cabeceado de forma certera y enviaba el esférico por encima del larguero de la meta defendida por Jordan Pickford.
Tan solo seis minutos más tarde, los locales se quedaban con un hombre menos, debido a la expulsión de Charlie Adam. El futbolista escocés cometía una entrada con la plancha sobre Wayne Rooney y sería amonestado con tarjeta roja por el colegiado del partido.
La primera parte concluía con un Everton más incesante, motivado por la superioridad que suponía enfrentarse ante diez. Los visitantes dispondrían de alguna que otra ocasión antes de que se pitara el término de la primera mitad, aunque sin demasiada importancia.
Tosun se disfraza de héroe
Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaba con un ritmo más alto que los iniciales. El Everton saldría con la intención de aprovechar su superioridad numérica y conseguir el tanto que les diera la ventaja en el marcador. El Stoke, en cambio, no saldría muy encerrado, más bien iniciaba esta segunda mitad arriesgando más que cuando inició con once jugadores en el campo. Los locales encaraban con velocidad la portería de los visitantes, creando muchos más problemas de los que se podía llegar a pensar.
Estos ataques del Stoke tenían una consecuencia negativa y es que descuidaba constantemente su espalda, generando muchos huecos en defensa, lo que provocaba que el Everton llegase a su portería con excesiva facilidad.
El encuentro pasaba a convertirse en un auténtico correcalles, con constantes idas y venidas por parte de ambos equipos. Este forma de juego era preferible para los visitantes, que encaraban el área del Stoke con un mayor número de efectivos. El Everton lograba adelantarse en el marcador en el setenta, gracias a un gol de Cenk Tosun. El delantero Toffee recogía un rechace desde el interior del área para batir con su pierna izquierda a Butland, el cual poco pudo hacer para evitar el tanto de los visitantes.
Cuando el Everton parecía estar controlando el encuentro a su antojo, los locales anotaban el empate tan solo siete minutos después del gol de Tosun. Joe Allen botaba excelentemente una falta, mandando el balón al centro del área para que Choupo-Moting tan solo tuviera que colocar la punta de su bota derecha y poner las tablas en el electrónico.
Este gol sería un jarro de agua fría para los de Allardyce, que veían como se les escapaba la ventaja y el tiempo se consumía para buscar el gol con el que sumar tres puntos fundamentales. En los últimos diez minutos, el Stoke se mantendría replegado, con la duda de luchar por la victoria o mantener el resultado.
A cinco minutos del final, el Everton certificaría la victoria sobre el césped del Stoke, gracias a un nuevo tanto de Cenk Tosun. El ariete turco lograba cabecear un centro desde la derecha y mandar el balón al fondo de la red, rompiendo con el empate y con las esperanzas de un Stoke que observaba como se les escapaba la posibilidad de puntuar.
El partido llegaba a su final y el Everton lograba la segunda victoria a domicilio en lo que llevamos de temporada. El Stoke, con esta nueva derrota sigue hundiéndose en el fondo de la clasificación, mientras que el Everton mantiene la tranquilidad en la mitad de la tabla.