Barkley ahoga el festejo de Mourinho

En el último minuto, Chelsea y Manchester United igualaron 2-2, en un partido que acabó en escándalo debido al festejo de un ayudante de Sarri enfrente de Mourinho, quien no dudó en enfrentarse a él.

Barkley ahoga el festejo de Mourinho
David De Gea no pudo evitarlo y Barkley igualó el partido | Foto: Premier League
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Por Lucas Romeo

A veces esa caprichosa fuerza del destino, la suerte, está alineada de tu lado y crees que desde lo mínimo hasta lo máximo que te propongas acabará saliendo bien. Pero hay otras ocasiones en las que sencillamente no avanzas, que nada sale como lo deseas y eso acaba provocando, por ejemplo, la decepción en tu equipo, si es que eres un entrenador como José Mourinho.

En la conferencia de prensa previa a este importante duelo ante Chelsea, el propio portugués había confesado que su situación en el Manchester United no era la más apropiada para un trabajo tranquilo, en gran parte debido a los malos resultados conseguidos durante esta temporada, los bajos rendimientos y la ya sabida tirante relación entre el entrenador y varias de las figuras más importantes de la plantilla.

Para intentar cambiar ello, se avecinaba el Chelsea no solamente como próximo rival, sino como la mejor alternativa de cura o condena para Mourinho, que sabe que jornada a jornada es un examen para su continuidad. El United llegaba con algunos ánimos renovados tras la victoria conseguida ante Newcastle en el último duelo, cuando lograron dar vuelta el marcador de 0-2 sufrido en los primeros minutos.

Cambios en ambos equipos


El ex entrenador de Real Madrid, Porto, Chelsea e Inter, decidió reemplazar a Eric Bailly en la alineación titular con Víctor Lindelof, mientras que realizó lo mismo sustituyendo a Scott McTominay por Juan Mata, para que el ex volante 'Blue' jugase más volcado al centro de campo, quizás en un llamado de atención a las declaraciones que una leyenda del Manchester United, Paul Scholes, realizó durante la última semana, donde señaló que el equipo necesitaba un mediocampista que pudiese construir juego desde el centro y que ese jugador podía ser Juan Mata, si no se lo llevaba solamente a las bandas.

Por el lado del Chelsea, el italiano Maurizio Sarri decidió que Álvaro Morata fuese el delantero titular, justamente un futbolista que estuvo cerca de llegar al United en los inicios de Mourinho, pero su lugar fue luego ocupado por Romelu Lukaku. El encuentro en Stamford Bridge comenzó bastante disputado, en la clara dicotomía de un equipo que buscaba continuar con su buena marcha y no perder lugar en la conversación por el campeonato, contra uno que pena por un buen rendimiento que permita la continuidad de su entrenador en el cargo.

Los locales abrieron el marcador a los 20 minutos de juego, cuando Antonio Rudiger se encontró inexplicable y sospechosamente en soledad dentro del área para rematar de cabeza al gol un centro de Willian. ¿Su marca? Paul Pogba, uno de los futbolistas con peor relación con José Mourinho, quien intentó acusar a Víctor Lindelof de "impedir" su seguimiento al defensor del Chelsea por estar bloqueando el sueco, correctamente, a David Luiz.

55 minutos pasaron de partido, casi una hora, para que llegase la primera ocasión, el primer remate a portería del Manchester United, algo inexplicable. Con dos intentos en pocos segundos, el primero fue desviado por Kepa, tras un buen remate de Juan Mata, pero Ashley Young regresó ese balón al área y, luego de una serie de rebotes, le quedó limpia a Anthony Martial para que lograra el empate, algo impensado unos instantes atrás.

Sin embargo, el United no se conformó con la paridad y fue en busca de más, consiguiéndolo nuevamente en los pies de un Martial que fue figura del equipo, pese a todas las especulaciones alrededor de la frustrada renovación de su contrato y los rumores de que abandonará Old Trafford a final de temporada. El francés remató desde una corta distancia para vencer nuevamente la resistencia de Kepa y hacer subir una ventaja inesperada al tanteador.

Empate y escándalo


En esa desazón, Maurizio Sarri envió a Ross Barkley al campo para intentar torcer el rumbo, y fue el propio ex Everton quien logró el resultado final en el minuto 96 del partido, desatando el descontrolado, frenético y polémico festejo de Marco Ianni, ayudante de campo de Sarri, quien corrió hacia Mourinho para festejar en su cara, provocando la reacción del entrenador portugués, quien fue a buscarlo de forma muy vehemente a la entrada de los túneles con intenciones poco pacíficas, reclamándole su proceder.

Finalmente, el propio Maurizio Sarri se acercó para intentar calmar a Mourinho y pedirle disculpas por el accionar de su colega, acabando ambos entrenadores saludándose con un choque de manos. De esta forma, el ex Napoli alcanzó la cifra de nueve partidos sin perder, además de que Chelsea haya caído solamente en uno de sus últimos diecisiete enfrentamientos ante el Manchester United, siendo la última derrota en octubre de 2012, al igual que para encontrar la última caída por Premier League en Stamford Bridge data de 2011, cuando cayeron ante el Arsenal por 5-3.

La vida continuará para ambos equipos, con un ritmo y una semana más tranquila para los de Maurizio Sarri, que recibirán en su estadio al BATE Borisov por una nueva jornada de UEFA Europa League, el próximo martes por la noche, antes de dirigirse hasta el hogar del Burnley, su próximo rival por la máxima división de Inglaterra. Por otra parte, el Manchester United recibirá ni más ni menos que a Juventus por la UEFA Champions League, el miércoles, en un duelo que podría, finalmente, signar la suerte de José Mourinho al mando de los 'Red Devils', enfrentando luego al Everton por la Premier League.