Por fin volvemos a oír ese himno, vemos ese logo, nos damos cuenta de que de nuevo, estamos viviendo la Champions League, se nos vuelve a erizar la piel, aun sin gente, pero con todos los aficionados al fútbol pendientes en sus casas. El Sevilla volvía después de dos años y medio sin tocar el balón en la máxima competición europea, mientras tanto el Chelsea llegaba con ganas de demostrar que todos los millones invertidos servían para algo y no eran puro humo.

Los primeros minutos comenzaron con un Sevilla el cual quería emplear su estilo de juego, controlando el partido filtrando pases entre líneas, y así conseguir encontrar a algún jugador de ataque para conseguir ocasiones de gol. El Chelsea por su parte no se dejaba torear, e impuso una presión muy alta. La primera jugada del Sevilla la tuvo Ocampos, que con un Gran disparo tras un pase exquisito de De Jong, casi consigue batir a Mendy.
Segundos después Mason Mount tendría una ocasión clarísima, aunque el balón acabaría en los pies de los palanganas, tras un despeje de Diego Carlos

Los blues consiguieron el control del partido, siendo para los de Lopetegui una molestia continua, este último quería que sus jugadores jugasen tranquilos y cómodos, organizándose bien en defensa y soportando los arreones de los de Lampard. En ataque esperaban a provocar los errores del rival para así conseguir una ocasión ofensiva, aunque no acababan de transformar estas jugadas en ocasiones de gol.

Esta técnica ofensiva del Sevilla terminó con Jorginho provocando una falta, la cual picaría Suso y terminaría con una de las mejores oportunidades para los sevillistas de adelantarse en el marcador, una atajada increíble de Mendy no permitiría a Gudelj adelantar a los suyos.

 

FOTO: Twitter @SevillaFC
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El hambre del Sevilla acabó con un Chelsea desordenado, y con un Sevilla arrasando a la defensa blue, Lopetegui estaba consiguiendo su propósito de dominar el partido pero le faltaba el factor clave del gol. Luuk De Jong no acababa de afinar su puntería.

El Chelsea no se dejó torear, e intentó salir a la contra en dos ocasiones, en las dos el alemán Werner pudo poner a los blues por delante en el marcador, pero, un mal control en la primera, y un fuera de juego en la segunda, privó al ex del Leipzig de marcar su primer gol en esta edición de Champions.

El cansancio le pasó factura al defensa del Sevilla, Sergi Gómez, el cual después de repetir titularidad tuvo que salir sustituido por Joan Jordan. Esto provocaba que Fernando pasase a jugar como defensa, aunque Lopetegui nos tenía acostumbrados a posicionar más a Gudelj en esa posición. En un partido de tanta velocidad como ese, la falta de un central puro podía provocar muchos espacios en la zaga sevillista.

El partido seguía estancado, los dos clubes estaban a un nivel muy parecido, pocas ocasiones claras pero un espectáculo táctico por las dos bandas, buscaban a sus delanteros pero no encontraban la manera de romper el hielo. Aunque en el último suspiro de la primera mitad, los palanganas tendrían dos jugadas magistrales, la primera saldría de los pies de Acuña, el cual conseguiría centrar un balón increíble después de hacer un túnel y unas filigranas impecables, el centro acabaría siendo rematado por Suso aunque no iría entre los tres palos. La segunda saldría después de un despeje, Ocampos remataría una volea la cual atajaría con facilidad Mendy.

FOTO: Twitter @ChelseaFC
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La segunda mitad comenzó con un Chelsea que buscaba tomar las riendas del encuentro, en una de las primeras jugadas, un córner acabó con Bono blocando un muy buen remate del central Zouma.
Este arranque tan energético de los de Lampard, provocó que el Sevilla sufriese un poco de nervios, y con esto acabasen cometiendo grandes errores que podrian haber acabado en gol.

El Sevilla cogió aire y tranquilizó el balón, buscando así enfriar la máquina bien engrasada que era el Chelsea, esto no provocó nada a los blues, que en la siguiente jugada conseguirían tener otra ocasión clarísima. Los de Lampard estaban controlando claramente el partido, y si no fuese por la poca puntería que estaba teniendo el alemán Werner, el Chelsea podría estar claramente por delante en el marcador.

La acción más clara del Sevilla salió de los pies de Joan Jordan, después de un centro pasado de Rakitic consiguió enganchar una volea perfecta que salió rozando la cepa del larguero centímetros. Después de esta jugada los de Lopetegui comenzaron a controlar un poco más el partido, con un Acuña exquisito en ataque, y con Gudelj en defensa espléndido, el Sevilla estaba en su mejor momento de la segunda parte.

Pero para qué nos vamos a engañar, siempre nos gusta más ver un partido así de bonito, pero en el futbol lo que cuenta son los goles, y parecía que los dos equipos salieron al campo con la pólvora mojada al campo. Continuas ocasiones por parte de los dos equipos, pero muy mal de cara a portería.

El partido terminaría así, con dos equipos con cosas a mejorar, el Sevilla se marchaba de Londres contento con el resultado y con la conciencia tranquila después de dejarse la piel en cada jugada, la suerte no les sonrió pero con la pólvora más activa pueden convertirse en un equipo muy difícil de vencer. Por parte del Chelsea partido algo agridulce, se observan mejoras en jugadores como Havertz o Werner, pero también se ven fallos de principiante. Al principio de la temporada parecía que donde fallaría el Chelsea sería en defensa, pero ahora que llevamos un tiempo viendo sus partidos, nos damos cuenta de que a los nuevos fichajes aún hay que darles tiempo para que se aclimaten a Londres.