El partido tuvo un muy buen inicio por parte de los dos equipos que no se dejaron nada en el vestuario y se lanzaron al ataque en busca de conseguir ser los primeros en adelantarse en el marcador. Esto provocó que antes de cumplirse los diez primeros minutos, tanto locales como visitantes tuviesen un primer aviso con el que se quedaron a muy pocos metros de haber superado la línea de gol. Primero Asprilla con un cabezazo que se marchó por el exterior del palo y posteriormente un centro de los angelinos que Cabral no consiguió conectar, fueron las primeras ocasiones vistas en este partido que prometía de infarto.

El juego de los dos equipos era muy vertical a pesar del transcurso de los minutos. Ninguno quería dar su brazo a torcer y continuaban buscando con insistencia el área del contrario imprimiendo velocidad y verticalidad en los metros finales. Solo faltaba un detalle para poder ver una clara ocasión manifiesta de gol, un buen último pase que hasta el momento parecía no llegar.

Se tuvo que llegar a superar los 30 primeros minutos para ver la primera clara ocasión de peligro cuando Valeri recibió una pelota en el interior del área, quedándose solo ante el guardameta. El futbolista argentino trató de definir con la pierna izquierda al palo más alejado, pero su disparo fue repelido por Jonathan Bond. Tras esta ocasión llegaron buenos minutos de Portland Timbers que trataron de aprovecharse de esta inercia, sin embargo, no lograron volver a poner en peligro la portería californiana.

En los minutos finales, una jugada cambió por completo el desarrollo del partido. A las puertas del descanso, Williams realizó una entrada sin sentido y a destiempo en el centro del campo sobre Andy Polo, lo que llevó al colegiado a mostrar al central inglés la tarjeta roja directa.

Sin apenas tiempo para digerir el inicio de la segunda mitad, los locales asestaron un golpe muy duro a su rival en forma de gol que los colocaba por delante en el marcador. Fue una acción nada más empezar en la que Van Rankin colocó la pelota en el interior del área donde apareció libre de marca el recién entrado Felipe Mora, y con un inapelable cabezazo anotó el primer tanto para su equipo. Este gol terminó por castigar las aspiraciones de LA Galaxy que desde ese momento lo único que pudo hacer fue defenderse de las constantes acometidas de su rival que le obligaron prácticamente a colocar todas sus líneas a pocos metros del área.

Tras un par de acercamientos peligrosos, los locales dieron un golpe definitivo al partido con el segundo gol, también de Felipe Mora, que dejaba ahora sí a los angelinos fuera de cualquier posibilidad de puntuar. Fue el propio delantero chileno el que inició una jugada que primer Bond logró despejar y posteriormente el travesaño rechazó el disparo de Valeri. El balón quedó suelto en el interior del área pequeña para que apareciese Mora, y a placer, consiguiese anotar un doblete.

En los siguientes minutos se pudo ver una leve y sorprendente respuesta de LA Galaxy que durante un tiempo se deshizo de la presión rival, logró llevar al área de los Timbers, e incluso tuvo una ocasión para haber recortado distancias de no haber sido porque Ketterer estuvo atento para rechazar el remate de Steres.

Pero sin tiempo a que los angelinos encontrasen continuidad en su juego, en la enésima llegada de los Timbers sobre la portería visitante, Van Rankin fue derribado en el interior del área, llevando al colegiado a señalar la pena máxima. Diego Valeri tomó la iniciativa y con una excelente definición ajustando la pelota al lateral de la red, anotó el tercer gol.

A parir de este momento y los últimos 20 minutos del partido, Portland Timbers fue el claro dominador del encuentro hasta el final del encuentro, logrando tener algunos acercamientos sobre portería, pero sin conseguir generar ocasiones manifiestas de gol. Los californianos, de manera aislada y tratando de encontrar el gol de la honra incrementaron la intensidad de su juego, pero terminaron cayendo goleados.