El Borussia Mönchengladbach llegaba siendo décimo con 38 puntos. El Borussia Dortmund llegó al Borussia-Park después de haber sido eliminado la pasada semana frente al Mónaco en los cuartos de Champions League, diciendo adiós a Europa. Además, en Bundesliga el equipo ocupaba la cuarta posición. No está siendo una buena temporada para ninguno de los dos equipos, en mayor medida para los locales, que deberían estar ocupando una posición cerca del Dortmund, al menos. 

Sosos cuarenta y cinco minutos 

La primera parte se vio marcada por dos errores que crearon las diferencias en el marcador. El M'Gladbach no generó nada de peligro en todo el encuentro hasta el momento del gol. No obstante, el Dortmund no exigió demasiado, salvo alguna ocasión puntual en la que tuvo que intervenir el guardameta de los locales, tuvo el control del balón y en el marcador pero sin meterle ritmo, lo que al final acusó.

El partido comenzó con un Borussia Dortmund concentrado, más metido en el partido que el M'Gladbach, con un objetivo claro: adelantarse lo antes posible en el marcador, y así lo hizo. En el minuto 9, llegaba el primer error de los primeros cuarenta y cinco minutos, el árbitro pitaba un penalti a favor del Borussia Dortmund después de que Dahoud derribara a Pulisic al borde del área, pero fuera. Christensen resbaló perdiendo el balón ante el jugador de los de Tuchel. Marco Reus adelantaba a los suyos después de engañar a Sommer, haciendo su cuarto gol de la temporada. Nuri Sahin se retiró del campo después de que Strobl hiciera una fea entrada sobre el tobillo del jugador turco: en su lugar entraba Mikel Merino

Foto: Borussia Mönchengladbach
Foto: Borussia Mönchengladbach

Al Mönchengladbach le afectó mucho el gol recibido y se quedaron fuera del partido, en el que aún no habían conseguido entrar. Estaban imprecisos en defensa y faltos de ataque. No crearon nada de peligro a la portería de Bürki, porque no llegaron. En el minuto 27, el Dortmund realizó una jugada fantástica. Mantuvo la posesión hasta que se les presentó la oportunidad de formar el ataque completado por Reus que hizo un buen recorte final aunque se dejó el balón en una posición difícil para poder rematarlo. 

Foto: Borussia Dortmund
Foto: Borussia Dortmund

A partir de ese momento, el encuentro cayó en un ritmo 'cansino', en el que los locales no aportaban nada y los visitantes bajaron el ritmo del partido puesto que ya estaban delante en el marcador y después del partido de Champions, no querían acusar demasiado el cansancio, además de pensar en el partido de Copa frente al Bayern de la próxima semana. 

No obstante, el Borussia Mönchengladbach consiguió igualar el partido antes del descanso, gracias al error de Mikel Merino —que había tenido un fallo en la jugada anterior a esa—, Stindl definió bastante bien, batiendo a Bürki por debajo de las piernas al palo largo.

Remontada y remontada

Rápido en la segunda mitad remontó el Borussia M'gladbach. Después de un córner a favor de los locales, Schmelzer se marcaba en propia puerta, adelantando al Gladbach en el marcador. Tuchel, alrededor del minuto 57, decidió cambiar a Marco Reus por Pierre-Emerick Aubameyang, a pesar de que era un cambio por arriesgado puesto que era ariete por ariete, la entrada del gabonés hizo que el Dortmund creciera y con ello Dembélé. En el minuto 59, el francés realizaba un pase exquisito cruzado al desmarque de Aubameyang que definió casi sin ángulo para igualar de nuevo el marcador.

El Borussia Dortmund dominó durante toda la segunda parte, con un Gladbach pasivo que ya no aportó nada más conformándose con el empate a dos. El gol de Guerreiro llegaba en el minuto 87, haciendo el 2-3. Remató de cabeza el saque de falta de Castro desde el costado izquierdo. Mal defensa de Krob que no luchó el balón. Con este gol, el Dortmund consiguió ocupar la tercera plaza de la Bundesliga, un punto por encima del Hoffenheim.

Foto: Borussia Dortmund
Foto: Borussia Dortmund

El conjunto de Tuchel no hizo mucho en el partido en ataque, contando con poca o nula participación de Guerreiro, Pulisic o Reus, entre otros. Tuvieron acciones muy puntuales que se resolvieron en goles, a pesar de que fueron en su gran mayoría los fallos los que marcaron el partido. El Borussia Mönchengladbach no hizo prácticamente nada. El empate hubiera sido el resultado justo para el encuentro porque ambos equipos estuvieron igualados para mal.