Gran partido en Borussia Park en el que además de los tres puntos, estaba rodeado de circunstancias que hacia aún más interesante el choque. Por un lado la vuelta de Reus después de tantas lesiones durante la temporada, después la oportunidad para este Dortmund de Stöger de afianzarse arriba y intentar lo imposible siguiendo la estela del Bayern, y por otro lado el Gladbach de Hecking tiene en este partido la opción de dar un golpe sobre la mesa y acercarse a posiciones europeas, su verdadero objetivo, que están a cinco puntos del Eintracht que es quien la marca.
Precisamente, los potros llegan en una racha negativa de resultados con una victoria en los últimos cinco partidos y con 0 de 9 puntos en las tres anteriores jornadas. Desde el 20 de enero de este año, el Gladbach no es capaz de meter un gol, es decir casi 300 minutos sin poder celebrar un tanto, algo que genera un ambiente de dudas respecto al ataque blanquinegro.
Los de Stöger vienen después del subidón de Europa League, y con 6 puntos de 6 en los dos últimos partidos. Esto hace que hubiese un favorito para el encuentro de hoy, pero la irregularidad de los borusser hacía muy complicado cualquier previsión.
Un comienzo muy igualado en el partido, y un ritmo bastante alto. Pronto llegaron las primeras ocasiones, en las botas de Thorgan Hazard, cada vez más líder, creando el peligro desde sus botas y sirviendo a Stindl una de las primeras oportunidades del choque. La réplica del Dortmund no se haría esperar y después de una jugada elaborada, Schürrle a punto estaría de empatar.
Bobadilla, Stindl, Drmic eran tres de las figuras más cuestionadas en este momento de la temporada, por la falta de gol. Sin embargo, un luchador Bobadilla y un entregado Stindl estaban haciendo todo lo posible para acallar críticas.
Pasada la media hora de partido, un ataque liderado por André Schürrle por banda izquierda en la media luna del área, significaría el gol del Dortmund después de que el balón le cayese a Marco Reus, que hacía un golazo, por encima de Bürki para asombro de todos sus compañeros, poniendo en el minuto 32 el 0-1 en el marcador.
En el minuto 40, parecía acabársele la alegría a los de Stöger, ya que se botaba una falta en el flanco derecho y cuyo rebote le caía a Vestergaard que hacía supuestamente el 1-1, sin embargo, el árbitro se encargaría de anularlo mediante el VAR, para desesperación de Hecking. Y en la última de la primea parte sería de nuevo Reus quien estaría a punto de completar su doblete, pero esta vez su jugada no salió y el arbitró mandó a los jugadores camino a los vestuarios.
La segunda parte, o al menos el comienzo de la misma, fue totalmente diferente al del primer tiempo. Los de Hecking dieron un paso adelante, y subieron el nivel de presión, empezaron a tener posesiones mucho más elaboradas, y llevar el control del juego. Ocasión tras ocasión para los potros, primero Bobadilla que se encontró con una gran parada de Bürki. Más tarde, Hazard después de una doble pared, mandaba el balón al limbo, dejando claro cuales eran las deficiencias de este equipo.
Por su parte los del Westfalen no se quedaban atrás, y un sobresaliente Reus empalmaba una volea que rechazaba Sommer a córner. Los primeros veinte minutos de la segunda parte fueran una auténtica locura, ofensiva tras ofensiva, aunque el resultado se mantenía intacto.
Llegaba mucho el equipo de Hecking pero no lograban el ansiado gol, para desesperación de la afición local. Mientras, el partido iba aumentando en tensión con choques con Elvedi como protagonista. El central suizo, previamente había tenido el gol en su cabeza después de un córner servido de manera brillante por Hazard.
El Dortmund se defendía como gato panza arriba, y aunque tenían alguna que otra ocasión no asustaban a los potros, que lo tenían todo para quitarle los tres puntos al conjunto de Peter Stöger. Estaban siendo mejores y se merecían mucho más que perder 0-1, tras una segunda parte tan buena en cuanto a lo futbolístico.
