Con mucho oficio en la primera mitad, el Tottenham se reencontró con la victoria en Stoke-On-Trent. Son abrió el marcador en un partido que no empezó cómodo para los de Pochettino, pero que poco a poco se recondujo. El coreano pondría también el segundo y Dele Alli se encargó de cerrar el partido antes del minuto 60. No ocurrió lo mismo con el marcador, ya que Harry Kane pudo romper la racha negativa que arrastraba con un tanto a veinte minutos del final.
Son pesca en el partido revuelto
El Tottenham buscó en Stoke recuperar la senda de la victoria perdida ante el Liverpool, pero en los primeros minutos eran los locales los que tenían el balón. Arnautovic por la izquierda, Bony en punta y Walters por la derecha provocaban llegadas en la desorganizada defensa de los ‘spurs’. Arnautovic anotó un gol en fuego, Davies y Vertonghen estuvieron a punto de ceder una oportunidad muy clara para Walters y, los córners de Allen, causaron bastantes problemas al equipo de Pochettino.
La intensidad de la presión y la velocidad con el balón del equipo que dirige Hughes, desafiaban el control que buscaban Dier y Wanyama. No tenían el balón y sólo mediante faltas eran capaces de frenar la velocidad de los ‘potters’. Fue a partir del minuto 20 cuando poco a poco llegó el balón a la segunda línea del Tottenham, donde Son, Alli y Eriksen daban algo de pausa y sentido al movimiento del balón. Esto provocaba el repliegue defensivo del Stoke, que se alejaba de la meta de Hugo Lloris.
Harry Kane intentaba dejar las marcas de los centrales para recibir en el centro del campo y dar movilidad, pero sin suerte, ya que tanto Imbula, como Allen y Whelan cerraban los posibles avances. Dele Alli, aprovechando un espacio del delantero del Tottenham, encontró el hueco para rematar cerca de la portería de Given. Se notaba cada vez más el control de los de Londres, con mucha presencia cerca del área, cada vez menos contragolpes del Stoke City.
Solo los balones que llegaban a Bony de espaldas a la portería resultaban positivos para los de Mark Hughes, que no lograban sobrepasar las líneas rivales como sí hicieran al comienzo del encuentro. En un ataque rápido del equipo de Pochettino, Son buscó el espacio, el balón revotó en un jugador rival y Dele Alli se encontró solo ante Given, que le tapó velozmente los espacios.
Una tarjeta amarilla para Arnautovic cuando era él quien había sufrido la falta, provocó el enfado de su entrenador y Anthony Taylor acabó por expulsarle del banquillo. La tarjeta, que según el colegiado fue por simular, marcó un precedente en el choque, encendió al público del Liberty Stadium. Este hecho alteró el ritmo en el partido y cundió algo de desorden en el centro del campo, yendo el balón sin control y sin dueño. Pero el Tottenham supo aprovechar la situación. En el minuto 40, Eriksen llegó a línea de fondo por la derecha, la puso al punto de penalti y apareció Son para poner la puntera y superar al guardameta del Stoke.
Con el resultado adverso, el equipo de casa bajó los brazos, cedió todo el balón al Tottenham y los acercamientos sobre el área local se incrementaron. Con un contraataque de Son que no pudo hacer llegar hasta el arco de Given, terminó la primera parte antes de que el Stoke City pudiera reponerse del batacazo del gol.
Lluvia de goles y Kane rompe su racha
La segunda mitad con un resultado tan corto, regresó con el despertar del Stoke. Los primeros intentos de los locales abrieron espacios en su propia defensa que Eriksen aprovechó con una llegada a la contra. Pero el danés no pudo cerrar la jugada superando a Given, que aguantó bien en el primer palo. También Dele Alli llegó a posiciones favorables en el área rival tras una buena conducción de Son por la banda izquierda sin poder resolver con certeza la llegada. Tras los dos avisos de los visitantes, se repusieron los ‘potters’. Arnautovic trató de reestablecer a igualdad, pero fue Son el que acertó con las redes, tras un gran pase de Eriksen en un desorden defensivo del Stoke.
Con el doblete del coreano, cada vez necesitaba más el equipo de Hughes para llegar a la meta de Lloris y en uno de los intentos, apareció Eriksen para lanzar una contra de nuevo de los ‘spurs’. Lamela y Walker pusieron la velocidad para que Alli, a la altura del punto de penalti, rematara con la derecha a la portería de Given. El marcador aumentaba, las diferencias crecían y el Stoke se perdió completamente. No tenían ni el balón ni posibilidad de recuperarlo con facilidad.
El marcador a favor dejó al Tottenham en una posición muy cómoda, relajó su presión y los locales quisieron meterse de nuevo en el partido con un gol. Sin embargo no solo no marcaron, si no que Harry Kane eliminó todas las dudas sobre él cuando marcó tras una serie de ocasiones que nadie concretaba a rematar.
Con este resultado, el Stoke no quiso irse sin marcar. Pese al control de balón del Tottenham, Charlie Adam remató un córner que superó a Lloris pero no a Walker, que esperaba en el primer palo para evitar el quinto gol del partido. La entrada de Jansen por Harry Kane y Sissoko por Eriksen cambió totalmente el panorama. La segunda sustitución significaba el debut del francés tras su llegara en el último día de mercado. A punto estuvo de anotar en su primer contacto con la pelota en un disparo dentro del área que tuvo que sacar Given con plenos reflejos.
Situación adversa para ambos
Con este resultado, el Tottenham consigue ocho puntos y se coloca dentro de las cuatro primeras plazas a falta del partido del Everton. Recuperan las buenas sensaciones en una segunda parte muy completa de los de Pochettino. El Stoke se convierte en el colista de la Premier League con solo un punto. Tres derrotas consecutivas que dejan al equipo con mucho que mejorar.