Arsenal visitó este sábado la casa del Hull City y logró una contundente victoria por 4-1 que lo coloca de momento en la segunda posición de la Premier League con diez unidades. Los dirigidos por Wenger no tuvieron una gran actuación pero hicieron pagar muy caro cada error cometido por el conjunto de Mike Phelan que estuvo vivo gran parte del partido gracias a la gran actuación del arquero Jakupovic, pero que de a poco va bajando su nivel futbolístico luego de un buen arranque de temporada.   

El primer tiempo comenzó con ambos equipos estudiándose, siendo cautelosos pero mostrando intención de atacar a su rival. El volante de los Hull City, Clucas, fue quien esos primeros minutos de juego controló el ritmo y la mitad de la cancha para los locales pero de a poco Arsenal fue tomando el control del balón, como es de costumbre, y comenzó a hacerse dueño del partido.

La primera aproximación de los Gunners llegó luego de una buena jugada colectiva que terminó con Alexis Sánchez rematando por arriba del arco de los Tigers. Cinco minutos más tarde de aquella primera chance, en el minuto 17, llegó el gol de la visita. Después de una serie de rebotes y varios disparos bloqueados en el área de Hull, Iwobi remató a pocos metros de la portería y Alexis con un toque casi imperceptible mandó el balón al fondo de la red, poniendo el 0-1 en el marcador.

Walcott y Iwobi festejan unos de los goles. Foto: Arsenal.
Walcott y Iwobi festejan unos de los goles. Foto: Arsenal.

El gol le dio confianza a los dirigidos por Wenger y llevó a los Tigers a retrasarse en el campo de juego dejando a Abel Hernández como única referencia en el ataque e único jugador por delante de la línea de la pelota.  Llegando a la media hora de encuentro Arsenal tuvo la posibilidad de aumentar la diferencia en los pies de Özil que, luego de un remate Iwobi y un rebote corto de Jakupovic, con el arco solo desperdició increíblemente la chance de gol. Hull City reaccionó, comenzó a ser más profundo y generó peligro en el área de los Gunners. Sin embargo, la chance más clara fue un remate de Snodgrass que terminó en las manos de Cech.

A los 39 minutos Arsenal pudo ponerse arriba 2-0 desde el punto penalti, luego de que Livermore tapara con la mano un disparo de Iwobi y se fuera de la cancha expulsado por el árbitro Roger East. Alexis Sánchez fue el encargado de ejecutar el penal pero el arquero Jakupovic –de gran partido- le negó la posibilidad de agrandar la diferencia.

La segunda etapa comenzó con un Arsenal muy dominador, que se hizo de la pelota y controló a gusto el ritmo del partido, haciendo notar el hombre demás dentro del campo de juego y a los 55 minutos los de Arsene Wenger lograron plasmar esa diferencia en el marcador. Luego de una jugada colectiva Iwobi, de espaldas al arco, asistió con un taco a Walcott que ante la salida del arquero de Hull pinchó el balón y puso el 0-2.

Después del segundo tanto Arsenal siguió teniendo la posición de la pelota pero no fue tan punzante a la hora de atacar. Mientras que los Tigers, de la mano de Snodgrass, comenzaron a apostar a la contra y a los pelotazos largos en búsqueda de la referencia en ataque. Mike Phelan, entrenador de Hull, notó la actitud del volante escocés y refrescó el equipo: adentro Mason y Mbokani, out Huddlestone y Hernández. Los cambios no tardaron en responderle al técnico local, ya que luego de un balón largo Mbokani fue derribado por Cech en el área y el árbitro Roger East cobró un dudoso penal.  A Snodgrass –de gran momento futbolístico- poco le importó y cambio el penal por gol, poniendo el 1-2 a falta de once minutos para el final.

Snodgrass puso el descuento desde los doce pasos. Foto: Hull City.
Snodgrass puso el descuento desde los doce pasos. Foto: Hull City.

Sin embargo, poco duró la ilusión de Hull City. A los 83 minutos, Alexis tomó un balón en el área luego de una gran tapada de Jakupovic y con un potente remate puso el 1-3. Y como si esto fuera poco, ya en el tiempo de descuento el suizo Granit Xhaka tomó un balón en tres cuartos de cancha y sacó un remate imposible de detener para el arquero de los Tigers, sentenciando el 1-4 final y dejando en claro que cuatro cañonazos fueron suficientes para matar al tigre.