Partido 'trampa' el que tenía el Tottenham en el día de hoy. Tras un duro y complicado partido ante el Leverkusen, sin apenas descanso, los chicos de Mauricio Pochettino viajaban a Bournemouth a disputar el primer partido de la jornada.

El comienzo sería muy malo para los Spurs que no se encontraban cómodos en el terreno de juego ante un rival enchufadísimo que pronto inquietaría a Lloris. El primero sería Daniels, que con un remate a bocajarro estuvo a punto de marcar el primero. Sin embargo una pierna prodigiosa de Lloris y el larguero, evitarían este tempranero gol de los locales.

Lamela estuvo a punto de adelantar a los Spurs. Su remate se iría al larguero
Lamela estuvo a punto de adelantar a los Spurs. Su remate se iría al larguero. Vía: Tottenham Hotspur

Los papeles parecían cambiados y el Bournemouth empezaba cómo un ciclón en estos primeros 15 minutos de choque en el que le salía todo menos el gol. Sin embargo el equipo londinense, a pesar de ir en pequeños arreones daría más de un susto al meta local. Un gran trallazo de Lamela desde fuera del área se marcharía tocando la cepa del larguero cuando parecía que ese tiro no tendría ningún peligro. El partido seguiría parado en los siguientes minutos, trabándose el partido y sin muchas ocasiones de peligro.

Falta de precisión

A pesar de hacer un mal partido, el Tottenham inquietaba con el balón en su poder, y Boruc tendría que atajar un envenenado disparo de Eriksen que rebotaba en un defensa. Por suerte para Pochettino, el Tottenham empezaba a entrar en dinámica de partido, mientras que el Bournemouth tenía que retroceder, sin sufrir mucho en defensa, y buscar un error ofensivo de los Spurs para salir a la contra.

Rose peleaba intentado ganar la posición para conseguir el esférico. Vía: Bounemouth
Rose peleaba intentado ganar la posición para conseguir el esférico. Vía: Bounemouth

Los visitantes se sentían muy incómodos en el campo y la necesidad de tener que hacer faltas para cortar los ataques locales era un fiel reflejo de ello. Amarillas a Lamela o a Vertonghen hacían que el ambiente y el partido se caldeasen más de la cuenta

La segunda parte sería totalmente diferente a lo que se vería en los primeros 45 minutos. A la salida de vestuarios se vería a un Tottenham con hambre y ganas de ponerse por delante, y las ocasiones empezarían a llegar. Allí, Lamela y Eriksen empezaban a conectar entre sí, aunque sin mucho éxito, ya que el ansiado gol no llegaba. La entrada de Jansen y Sissoko al partido daban más verticalidad y ataque, si cabe, al conjunto londinense.

Wanyama fue uno de los jugadores que más trabajos defensivos tuvo que hacer. Vía: Bounemouth
Wanyama fue uno de los jugadores que más trabajos defensivos tuvo que hacer. Vía: Bounemouth

El Bournemouth estaba acorralado, sin tener muchas opciones para crear peligro, y veía con muy buenos ojos el empate ante uno de los favoritos a ganar la competición. Los laterales también se sumaban al ataque, siendo también un arma mortal. Sin embargo, no podían olvidarse de defender, ya que la velocidad de los locales daba muchos quebraderos de cabeza al Tottenham, ya que en los últimos minutos de partido, los locales buscaron más el gol que el Tottenham.

Ya en el descuento, ninguno de los dos equipos tuvo la oportunidad de ponerse por delante, por lo que ambos equipos finalmente se repartirían los puntos en un choque entretenido, en el que pudo ganar cualquiera, aunque el Tottenham dispuso de las mejores ocasiones del partido, abonándose a un nuevo empate del que parece no despedirse tras la victoria contra el City en Premier League. Con este resultado pierden otra oportunidad de oro para haberse puesto líderes de la competición, habrá que ver si estas oportunidades no las acaban pagando, tal y como sucedería el año pasado.