El Burnley gana tres puntos trabajados ante el Everton

El Everton no pudo con el sistema del Burnley de Sean Dyche y se dejó de nuevo tres puntos fuera de casa. Vokes y Arfield marcaron los tantos para superar el que hiciera Bolasie para los 'toffees'.

El Burnley gana tres puntos trabajados ante el Everton
Sam Vokes hace el primer gol del partid. | Foto:@BurnleyOfficial
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Por Carlos Moreno

Koeman no pudo ganar en Burnley. Pese a ponerlo todo sobre el terreno de juego, fue Sean Dyche con un sistema más defensivo el que, primero eligió cómo sería el encuentro y después vio llegar los goles. Sam Vokes puso el único tanto del choque en la primera mitad tras un rebote en el área de Stekelenburg.

Insuficiente imagen del Everton

Desde el comienzo, los de Koeman quisieron controlar todas las facetas del fútbol en Turf Moor. Bolasie arrancó muy bien el encuentro y, en el minuto cinco, buscó un remate de chilena que no encontró portería. El sistema de Sean Dyche reflejaba un entramado defensivo que aventuraba un dominio de los ‘toffees’ durante todo el encuentro. Incluso cuando los locales buscaban presionar a los centrales del Everton, era una presión muy tímida, con la única intención de evitar las posesiones fáciles y que se jugaran más balones sobre la pelea de Lukaku con los centrales.

Pese a que sus primeros minutos dejaban lugar a algunas dudas, cerca del minuto 10 de la primera mitad apareció por primera vez el Burnley sobre el área de Stekelenburg. Sin peligro, pero dejando ver que buscarían aprovechar sus posibilidades. Sin embargo poco podían frenar los centrocampistas locales cuando Barry entraba entre los centrales para distribuir. En una de esas ocasiones la pelota llegó a Lukaku en la frontal, que con un disparo fuerte probó por primera vez con seriedad a Heaton. Un minuto después fue Ross Barkley el que disparó desde fuera del área para que el guardameta inglés tuviera que hacer un gran esfuerzo por mantener el empate.

Estas situaciones de peligro provocaron que la línea defensiva del Burnley poco a poco se acercara a la frontal de su propia área, por lo que el Everton debía ser mucho más preciso en el pase para lograr sobrepasar líneas. Esta condición permitió que los centrocampistas locales tuvieran algo más de espacio para buscar la contra con Vokes, que no conseguía contactar con la pelota en la primera mitad. Gudmundson, por la derecha, resultó una de las salidas con balón más útiles para los de Dyche.

Keane pelea el balón con Mirallas. | @Foto: @BurnleyOfficial
Keane pelea el balón con Mirallas. | @Foto: @BurnleyOfficial

Con ese sistema, los ‘clarets’ consiguieron llevar el partido a unas condiciones más cómodas para ellos. Cuando tenían el balón esperaban una presión, que era mínima, de los hombres de Koeman. Aprovechaban cada metro para avanzar siempre con unas ideas tácticas bien decididas. Así llegó una nueva ocasión para ellos, con una jugada que comenzó en Keane y terminó con un gran disparo de Vokes que atrapó Stekelenburg. Así empezaron a limitar lo que proponían los hombres del Everton.

Solo con acciones de balón largo podía cercarse el visitante sobre el área de Heaton, donde se encontraban grandes dificultades para da un pase claro o buscar un remate a puerta. En el sentido contrario, Vokes se encontró muy cómodo jugando contra Jiagielka. Siempre que había que realizar un saque en largo, se emparejaba con el ‘5’ inglés para asegurarse una disputa algo más cómoda que contra Ashley Williams.

En parcela ofensiva, los de Koeman se iban desinflando en la primera mitad. Tras comenzar realmente bien, Bolasie –el hombre más peligroso- perdió la libertad de marca y de sorpresa para romper por fuera y siempre había un central en ayuda de su par. Así, el paso de los minutos era más una losa que un beneficio para los ‘toffees’.

Sean Dyche y los suyos empezaron a crecer con el balón y esto destapaba alguno espacios en la espalda de sus centrocampistas. Lukaku, en un gran movimiento, apareció entre Mee y Keane para verse en un mano a mano con Heaton. Por suerte para los locales, Mee se repuso del comienzo de la jugada y logró arrebatarle el balón en el último instante antes del disparo del belga.

Esto no cambió en nada el modo de juego de los locales y antes del descanso encontraron sus frutos. Un robo en el centro del campo dio lugar a una rápida jugada entre los hombres de ataque de los ‘clarets’. Primero Gudmundson tocó para Arfield, este se escoró en la frontal buscando el disparo, pero su intento tocó en Williams, desconcertó a Stekelenburg y el portero holandés terminó desviando hacia la bota de Vokes, que estaba en el lugar idóneo en el momento perfecto. El sistema de Dyche funcionaba, como funcionó contra el Liverpool.

Con la ventaja de los locales, al Everton le entraron algunas prisas. Los hombres de Koeman no querían irse al descanso por debajo en el marcador, pero esto no hizo más que favorecer las cosas al juego de los locales. Demasiados balones largos para que Lukaku los peleara todos. Finalmente, con la victoria local se llegó al descanso.  

El Everton rema para quedarse en la orilla

Ronald Koeman necesitaba sacar algo de Turf Moor y sus hombres arrancaron el segundo periodo con la intención de no dejar pasar más tiempo. Barkley, Mirallas y Oviedo entrando por la izquierda protagonizaron los primeros intentos de los de Liverpool, aunque ninguno pudo superar a Heaton. Dyche por su parte, reorganizó a sus hombres y les aleccionó lo suficiente para que el comienzo de ambas mitades del encuentro pareciera calcado. Una línea defensiva de, en ocasiones, seis hombres, y salidas a la contra para aprovechar la punta de velocidad de Gudmundsson y la calidad de hombres como Arfield por dentro.

El balón tenía un dueño, el Everton. Y antes o después, el asedio sobre Heaton tenía que llegar. El Burnley empezó a vivir en la segunda parte la presión del equipo visitante y cada vez les costaba más salir a la contra. En uno de sus intentos, un pase desde de Barry el centro del campo cedió el balón para la carrera de Lukaku y Bolasie. El cuero terminó en los pies del congoleño que cruzó el disparo haciéndolo imposible para Heaton. El escenario en el marcador volvía a cambiar, pero no lo que ocurría sobre el terreno de juego. Los ‘toffees’ no tenían ningún miedo a mover el balón y el Burnley no tenía problemas a buscar posesiones cortas y ocasiones rápidas.

Incluso el Everton buscaba salir a la contra, dejar el balón para los locales, que tenían dificultades para atender la defensa y el ataque en situaciones de velocidad. Se abrió el partido y en ese punto, los de Koeman tenían las de ganar. Keane tuvo que meter la puntera en un servicio desde la derecha para alejar lo justo la pelota de Lukaku, que esperaba rematar casi bajo palos.

Bolasie celebra el gol del Everton. | Foto: @Everton
Bolasie celebra el gol del Everton. | Foto: @Everton

El encuentro entró en un ambiente en el que nadie dominaba claramente, aunque el Everton llevaba todo el peligro. Lukaku estuvo muy cerca de rematar un centro desde la derecha de Bolasie, pero Heaton pudo meter la mano para alejar el peligro. Vokes, tras su participación en la primera parte, desapareció y el trabajo defensivo de los ‘clarets’ cada vez requería más esfuerzo de los hombres creativos. Se dio cuenta Sean Dyche y buscó refresco sustituyendo a Knightly por Tarkowski y así meter algo más de piernas frescas.

También Koeman quiso mejorar su equipo con hombres del banquillo y Deulofeu fue el elegido para sustituir a un desaparecido Mirallas. Así, Bolasie cambió de frente y el extremo español se hizo cargo de la banda derecha. Ahí se aprovechó mucho de su explosividad para, solo con sus centros, tener a todo el Burnley metido en su área durante 3 minutos seguidos. El cambio de posición del congoleño Bolasie le permitía probar disparos largos. Uno de sus intentos estuvo muy cerca de sorprender al portero inglés de los ‘clarets’ que tuvo que meter una mano providencial.

Con 10 minutos por jugarse, empezaron a aparecer los primeros problemas físicos en los jugadores del Burnley. Ward, que sufrió un fuerte golpe en la primera parte, abandonaba el terreno de juego tras ser atendido en el césped para dejar su pesto a Jon Flanagan. En el Everton, el centro del campo pasó a ser Barry-Cleverley después de que entrara este último por Gueye. Esto provocó que durante unos minutos existiera un desorden en los dos equipos. Esta situación no ayudaba a que los de Koeman tuvieran más cerca el triunfo. Dyche finalizó su capítulo de sustituciones con la entrada de Bamford por el delantero centro, Vokes.

Y fue Arfield el que decidió. Con el tiempo cumplido, hubo una lanzamiento largo de falta de Heaton, tras una serie de disparos y rechaces la pelota le cayó al centrocampista y con un disparo cruzado superó de nuevo a Stekelenburg. Se le iban los tres puntos al Everton, pese a que nunca los tuvo. Como consecuencia al gol, Koeman introdujo a Valencia en el lugar de Jiagielka para acumular futbolistas en el área de los ‘clarets’. No le sirvió de demasiado, ya que las interrupciones y la defensa férrea de los locales consiguieron mantener el resultado durante los cuatro minutos de prolongación.

Enésimo tropezón del Everton, sonrisas en Burnley

Con la victoria de los locales en Turf Moor, el Everton se quedará al menos sexto pese a que tienen que jugar Manchester United y Southampton, que podrían superarle. Es el cuarto encuentro consecutivo sin ganar de los hombres de Koeman, que han ganado dos puntos ante Bournemouth, Crystal Palace, Manchester City y Burnley. Por parte de los de Dyche, siguen mejorando sus números y son decimocuartos con 10 puntos, que volvió a ganar tras dos derrotas consecutivas ante Arsenal y Southampton.