Los reds manitenen el espectacular nivel de juego que les permite permanecer en la zona noble de la clasificación una semana más gracias al triunfo logrado ante los baggies. Tras el escaso empate cosechado ante el Manchester United el pasado lunes en el derbi de inglaterra, Anfield tenía ganas de recibir a los suyos para impulsarles a la senda del triunfo y sobre todo para impedir una posible derrota que terminase con la tremenda racha de victorias que están logrando los hombres de Klopp.
Declaración de intenciones desde el pitido inicial
Después de que el esperado United-Liverpool de la pasada jornada dejase con mal sabor de boca a ambas aficiones debido a la falta de intensidad en el partido, los cinco veces campeones de la Champions League han sabido aprender de sus propios errores y en el día de hoy no han dejado ni un respiro a sus rivales desde que el esférico echó a rodar, esto se pudo ver reflejado en la primera jugada polémica del partido, cuando en el minuto dos, Sadio Mané cayó dentro del área tras un forcejeo con varios rivales, pero el árbitro interpretó que no existió contacto suficiente como para señalar la pena máxima.
El asedio ofensivo de los locales aumentaba a medida que pasaban los minutos, la pareja brasileña formada por Coutinho y Roberto Firmino estaba creando muchísmo peligro y fue en el minuto 20 cuando tras una gran jugada individual, el dorsal número 11 le puso un gol en bandeja a Mané que batió a Foster por la parte izquierda de la portería con un impecable disparo.
El Liverpool tenía el control total de la posesión y por medio de largas combinaciones de pases estaban anulando por completo al muro defensivo del West Brom, pasada la media hora de partido, Adam Lallana se quedó mano a mano ante el guardameta rival pero un mal bote le hizo rematar muy por encima del larguero. Tres minutos más tarde, Sadio Mané protagonizó una de las mejores acciones del partido que acabó del mejor modo posible, ya que el senegalés asistió a Coutinho que batió a Foster del mismo modo en el que lo hizo el 19 al anotar el primer gol del partido.
Misma historia, distintos protagonistasEl segundo tiempo estuvo plagado de ocasiones que pudieron aumentar la ventaja de los reds, el momento clave del encuentro llegó pasado el primer cuarto de hora del segundo periodo cuando Firmino recibió un gran pase que le dejó el gol a un simple toque de balón pero la zaga del West Brom alejó el peligro con una gran segada. En el córner que derivó de esa misma jugada, Dejan Lovren remató un gran centro que no terminó en gol gracias a una tremenda intervención de Ben Foster que salvó a su equipo de la humillación en numerosas ocasiones.
El West Brom resurgió de sus cenizas en el último cuarto de hora de partido y tras una despeje de Karius provocado por un evenenado centro de Brunt, los de Pulis sacaron un córner que aprovechó Mcauley para mandar el esférico al fondo de la red exigiendo de esta manera a los locales concentración hasta el final de un choque que dominaron de cabo a rabo y en el que consiguieron tres valiosos puntos que les permiten mantenerse en lo más alto.
La victoria del Liverpool en Stamford Bridge ante el Chelsea hace ya algo más de un mes, parece haber provocado un imparable efecto positivo en los hombres de Klopp ya que desde entonces los reds no han perdido ni un partido y tan solo se dejaron puntos en su visita a Old Trafford donde empataron 0-0 ante el United, por lo que los hinchas reds sueñan con que esta plantilla les devuelva las esperanzas que Suárez, Gerrard y compañía les dieron en la temporada 2013-14.