Semana muy complicada en el seno del Leicester City, debido al despido rotundo de Claudio Ranieri por decisión de los directivos tailandeses del club, agradeciéndoles los servicios mostrados al club durante casi los dos años que ha dirigido a los foxes. El entrenador italiano declaró en un comunicado que su sueño era acabar su carrera como entrenador en el Leicester City, pero que al ser despedido, ese sueño había muerto.

Tras la destitución del míster italiano, se ha hecho con su puesto Craig Shakespeare, de manera puntual hasta que el casting que están realizando los propietarios del club en busca de un nuevo entrenador termine con el fichaje de un nuevo técnico que dirija hasta final de temporada a los foxes, que actualmente se encuentran en puestos de descenso con 21 puntos, pero con un partido menos, el que disputará este lunes 27 frente al Livepool en el King Power Stadium.

El nuevo entrenador interino declaró ante los medios de comunicación que se dieron en la sesión de entrenamiento del Leicester City que: "Me gusta que mis jugadores tengan un buen trato de balón, pero sobre todo quiere esforzarme en la defensa, ya que la solidez táctica será fundamental para que podamos conseguir algún punto en el encuentro contra los reds".

Sobre el estado anímico de los jugadores ha comentado que: "Están frustrados por como han ido las cosas esta temporada, han intentado mejorar la situación cada día, pero hasta el momento no han podido hacerlo, quieren dejar claro que en la decisión de despedir al entrenador no han tenido nada que ver, y que lucharán hasta el final de la temporada para lograr la salvación y poder dedicársela a Claudio".

Este lunes los jugadores del Leicester City tienen una nueva oportunidad de acabar con la mala racha que llevan arrastrando en la Premier League, ya que llevan todo este año sin conseguir ningún gol a favor en el campeonato liguero.