El Manchester United cayó eliminado de la FA Cup en los cuartos de final contra el Chelsea con un gol de Kanté en el minuto 51. Los de Mourinho vivieron un baño en primera persona del equipo de Conte y las cosas se pusieron realmente feas en el minuto 35, cuando Herrera fue expulsado por doble amarilla, no sin polémica. El jugador español será baja en dos encuentros nacionales por haber sido expulsado ya en un partido de la Premier contra el Burnley. 

Otro de los jugadores que no estuvo fue Ibrahimović, sancionado hasta en tres partidos por su pique con Mings: "No lloramos", dijo Mourinho durante la rueda de prensa al término del partido, cuando se le preguntó sobre el creciente número de jugadores suspendidos o lesionados. "Nadie nos vio llorar esta semana porque no contábamos con Zlatan, porque no teníamos ni esto ni lo otro, nadie escuchó una sola palabra nuestra quejándonos al respecto".

Mourinho habló de lo orgulloso que está de sus jugadores: "Quiero decir que me siento realmente orgulloso de mis jugadores y también de los fans del Manchester United. Tenemos un partido muy importante el jueves, y quiero descansar un poco para tratar de preparar al equipo de la mejor manera posible para el compromiso del jueves, y eso es ahora lo más importante".

La expulsión de Herrera marcó el encuentro y así se refiere Mourinho al hecho: "Todo el mundo puede hacer un análisis desde diferentes puntos de vista, todo el mundo lo puede hacer de manera diferente, pero pienso que todos miramos el partido hasta que el árbitro mostró la tarjeta roja. Después de la expulsión, podemos comparar las decisiones que condujeron a estas dos tarjetas amarillas; en este caso, la segunda tarjeta amarilla con aquellas que no mostró el árbitro. Pero no quiero ir en esa dirección. Esta temporada, el Sr. Michael Oliver ha mostrado ser un árbitro de enorme potencial, pero con el Manchester United fuimos un poco desafortunados. En cuatro partidos, nos marcaron cuatro penaltis en contra y nos sacaron una tarjeta roja, cada vez en el inicio del juego. Pero insisto, ya no puedo cambiar eso, pero puedo tratar de influir en el partido del jueves [ante el Rostov], que es el siguiente partido, y ahora tenemos que descansar".

Lo cierto es que el United no dio la sensación de hacer un buen partido, pero según el entrenador portugués todo funcionó a la perfección antes de la expulsión: “Teníamos el juego completamente bajo control antes de la tarjeta roja. No podían encontrar su juego. Insisto: su juego se basa en el contraataque, y cuando un equipo cierra los espacios entre las líneas y presiona a los laterales, no genera peligro. En la segunda mitad, con diez hombres, comenzamos con dos jugadores arriba, que desempeñaron una función muy importante en nuestro juego ofensivo, pero también en la defensa y al salir jugando desde los tres defensas centrales. Azpilicueta comenzó a subir y a crear situaciones en las que nos hacían retroceder, pero aun así jugamos de manera brillante. Tuvimos dos claras oportunidades: la más importante, la de Marcus; estuvimos a punto de anotar. Pero no puedo sentirme más orgulloso de los jugadores y de los fans”.

Por último, Mourinho se refirió a los insultos lamentables de Stamford Bridge sobre su persona: “Pueden cantar lo que quieran, soy profesional y defiendo mi club. Hasta que tengan un director técnico que los lleve a ganar cuatro títulos de la Premier League, yo soy el número uno. Cuando cuenten con alguien que gane cuatro veces la Premier League, entonces me convertiré en el número dos. Pero por lo pronto, Judas es el número uno”.