La Premier League es una liga impredecible. El abanico de posibilidades es enorme, multiplicándose estas si hablamos de la pelea por el título. Esta campaña había seis equipos que partían como favoritos para levantar el título a final de temporada, pero con solo 12 jornadas disputadas esa lista de seis ha quedado reducida al Manchester City. Los ocho puntos de distancia que tienen los de Guardiola con el segundo clasificado hacen que parezca que todo está finiquitado. Aún así, la temporada es larga, pero cada vez quedan menos oportunidades para que los otros cinco equipos le den caza al Manchester City.
Esta jornada se enfrentarán dos de los equipos que partían como favoritos al principio de la temporada: Liverpool y Chelsea. El eterno aspirante y el vigente campeón tendrán esta jornada una e sus últimas oportunidades para seguir peleando por el título. Es cierto que los de Conte parecen más cercanos a competir por el título que los Reds, pero una derrota sería fatal para las aspiraciones que tenían ambos equipos al inicio del curso.
La importancia del choque en la clasificación no es el único aliciente el partido, ya que entre ambos equipos hay una gran rivalidad desde la época en la que Benítez y Mourinho dirigían a Liverpool y Chelsea respectivamente. Por tanto, el encuentro promete ser tremendamente intenso y disputado porque no solo habrá en juego puntos, si no que también estará en juego el honor.
Con los fantasmas del Sánchez Pizjuán
El Liverpool había conseguido encadenar unos grandes resultados tras la contundente derrota del Liverpool ante el Tottenham. Cuatro partidos seguidos ganando que parecía que iban ser cinco viendo la primera parte en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla. Los Reds mostraron en esta serie de partidos todas sus mejores características, especialmente en los primeros 45 minutos vividos en el sur de España. Verticalidad, potencia y contundencia que hicieron a los ingleses soñar y olvidarse de todos los problemas que habían tenido en los primeros meses de competición. Por desgracia para los Reds, el partido ante el Sevilla no había terminado.
Los hispalenses pasaron por encima de los de Jürgen Klopp en la segunda parte, consiguiendo igualar el 0-3 inicial y complicarle al Liverpool una clasificación que ya estaba hecha. Gracias al empate ante el Sevilla, todos los fantasmas que tenía los Reds han vuelto, y parece que en el peor momento posible viendo que su rival esta jornada es el Chelsea de Conte. Aún así, el Liverpool juega en casa, ante su gente. Anfield suele se un factor clave en este tipo de duelos y esta vez puede ser mucho más que eso viendo los fantasmas que han traído los Reds de Sevilla.
Montaña rusa Blue
Unos partidos mucho y otros muy poco. En esta afirmación se podría resumir la temporada del Chelsea. Perder contra el Burnley en casa para dejar en la jornada siguiente grandes sensaciones ganando al Tottenham en su casa, o ganar al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano para perder 3-0 con la Roma un par de jornadas después. Así es el presente de los Blues, que parece que han perdido su regularidad en las vacaciones de verano.
La inconsistencia de los de Conte ha hecho que el Chelsea esté a nueve puntos del líder, obligado a tirar de épica si quiere volver a levantar el título. Una derrota en Anfield podría suponer la retirada definitiva de los Blues en la Premier League. El partido ante el Liverpool llega en un buen momento para el Chelsea, ya que parece que han recuperado el juego que les hizo campeones, pero no se sabe si los de Conte volverán a bajar en esta montaña rusa en la que están sumidos.
Antecedentes
El último partido entre Liverpool y Chelsea fue el 31 de enero de este mismo año. El encuentro correspondía a la jornada 23 de la Premier League 2016/2017. Este partido finalizó con un empate a uno donde los goleadores fueron David Luiz para el Chelsea y Wijnaldum para el Liverpool.
La rivalidad entre ambos conjuntos viene de lejos, ya que ha habido grandes partidos entre Liverpool y Chelsea. Uno de los partidos que han hecho crecer la rivalidad fue la final de 2012 de la FA Cup, donde los Blues se llevaron el título por un ajustado 2-1, donde la actuación de un gran Drogba fue clave para llevarse el título.
Jugadores a destacar
Mohamed Salah: el egipcio se fue del Chelsea por la puerta de atrás, y ahora, en el mejor momento de su carrera, tiene la oportunidad de vengarse. Sus nueve goles le hacen el máximo goleador de la competición, dato muy sorprendente teniendo en cuenta que es un jugador de banda. Su verticalidad y velocidad le hacen el mayor peligro del Liverpool en ataque.
Eden Hazard: cuando el belga está bien, el Chelsea lo nota. Solo lleva tres goles en esta temporada, pero su importancia en el juego ofensivo del Chelsea es vital. De su talento dependen las opciones del Chelsea para salir de Anfield como firme candidato a la Premier League
Arbitrará Michael Oliver
El encuentro se disputará en Anfield, uno de los campos más míticos del fútbol inglés.fue construido en 1884 y tiene capacidad para 45.362 espectadores.
El colegiado que dirigirá el encuentro será Michael Oliver. Este inglés ya ha arbitrado al Chelsea esta temporada, pero serás primera vez que arbitre al Liverpool esta campaña
