Casi con unanimidad la prensa en Inglaterra publicaba y hacía presagiar que el Manchester United no lo iba a tener esta noche fácil en el Vicarage Road. Y no, no lo tuvo, no al menos en los primeros quince minutos de partido, tampoco en los últimos, aunque eso vendrá luego. Porque lo cierto es que en ese cuarto de hora de apertura, fue el Watford el que llevó la iniciativa del juego, el que más presencia tuvo en área rival y el que intentó con más ahínco adelantarse en el marcador. Como se esperaba, los jugadores dirigidos por Marco Silva y alentados por su afición, consiguieron poner en apuros a los de Mourinho desde bien pronto. Apretaron.

Eso sí, la presión de los locales y la siesta de los red devils no iba a ir más allá de 19 minutos de encuentro, justo en el momento en el que el primer disparo a puerta de los visitantes se convertía en el primer gol del choque. El tanto corrió a cuenta de un viejo conocido de los Hornets, Ashley Young, que empezó la jugada en su banda y en propio campo y la terminó, después de un gran movimiento de Lukaku en el medio y una posterior buena asistencia de Lingard, con un zapatazo potentísimo del carrilero al lado derecho del meta Gomes. Nada que hacer para el capitán, traicionado por antiguo marinero. 

El gol de Young fue casi la sentencia del Watford. Tras él, no hubo ni rastro de la actitud de los primeros compases de encuentro en el equipo de Silva. La precisión en el pase de Hugues y compañía así como la presión alta en campo rival, involuciononó en una falta alarmante de actitud y concentración. Ello propició una nueva pérdida en terreno propio para que Pogba se hiciera con la bola y avanzara peligrosamente hacia la portería contraria. Doucoure dijo no y paró al francés con una falta que Ashley Young culminó con una lanzamiento bellísimamente perfecto a la escuadra. El que pasara desde los 10 años hasta los 21 en las categorías inferiores del Watford acababa de -casi- sentenciar a su ex. Al poco, Anthony Martial aprovechó otro error de los locales para poner el número 3 en el luminoso.

Martial hizo el tercero de United | Foto: Premier League.
Martial hizo el tercero de United | Foto: Premier League.

El cabezazo al larguero de Richarlison en el descuento de la primera parte junto con la charla -y probablemente reprimenda- de Silva en el vestuario fueron suficientes para que los locales saltasen del descanso con energías renovadas. Con ganas de no darse por vencidos todavía a pesar del resultado adverso. En la medular de los de amarillo volvieron a aparecer los hombres importantes. Creaban, tocaban. A la fiesta se apuntó la línea ofensiva del Watford y todos juntos, también la defensa, propiciaron que un United ya convencido de su victoria se encontrara de repente defendiendo en su propia área, otra vez. En una de ellas, ya entrado el segundo tiempo, los hosts obtuvieron su recompensa en un penalti claro de Rojo a Pereyra. Deeney fue el encargado de convertir la pena máxima y avisó. Con gol, 1-3 y 13 minutos más el extra por jugarse.

Entretanto, y solo 7 minutos después del aviso de Denney, llegaría la confirmación de que los instantes finales iban a tener salsa. Y de la buena. Porque tan fuerte y alto fue celebrado bajo el cielo de Watford el gol que ponía el resultado en 2-3, como fue maldecido silenciosamente y por resignación el 2-4 definitivo. Eso la hinchada local, la visitante allí presente, y la que lo estaba vía televisión u ordenador, a buen seguro cantaron el gol no, golazo de un Jesse Lingard que condujo como una serpiente para finalizar como un killer del área. Con todo, y con el local fulminado, al inglés lo sustituyó en el 86´ Ibrahimovic. Dejó el sueco un par de detalles sobre el verde y se marchó tras el pitido final, como todo el equipo, contento a casa con la victoria.

Hoy, el Manchester United, después de dos partidos grises de cara a puerta, recuperó sensaciones por momentos y volvió a golear. Ahora, se coloca provisionalmente a 5 puntos del líder, el Manchester City, a falta de lo que haga mañana el conjunto de Pep Guardiola. No tan feliz se marchó del estadio el Watford, que vio cerca la posibilidad de sumar un punto. No pudo ser, cabeza alta porque lo intentaron. A pesar de todo, siguen y seguirán octavos con independencia de lo que pase en lo que resta de jornada.

Lingard celebra el cuarto gol de los de Mourinho | Foto: Premier League.
Lingard celebra el cuarto gol de los de Mourinho | Foto: Premier League.