El fútbol no siempre es justo. El que mejor juega o mejor lo hace no tiene asegurada la victoria. Un nuevo ejemplo de ello sucedió en el último derbi del Merseyside, ya que el Liverpool llevó la voz cantante todo el encuentro pero no consiguió llevarse la victoria. La otra cara de la moneda la pone el próximo rival del Liverpool, el West Brom, un equipo capaz de llevarse el gato al agua sin llevar la iniciativa.
Ya sea con Pulis o con Pardew, los Baggies consiguen causar problemas a sus rivales generando pocas ocasiones. Pese a ello, los resultados no están llegando. Las dudas en torno a un posible descenso están sobrevolando al club de West Midlands. Volver a sumar de tres en tres se antoja clave, y un escenario como Anfield puede contribuir los intereses del West Brom.
Al igual que los Baggies, el Liverpool también se ve en la necesidad de volver a ganar para no caerse de la pelea por entrar en Champions League. El traspiés ante el Everton no se puede volver a repetir, ya que otro partido similar podría hacer que la renta de puntos que tienen sus rivales sea una losa demasiado pesada para los Reds. Para Liverpool y West Bromwich la vuelta a la senda del triunfo pasa por Anfield.
Recuperando el nivel
Tras unos meses complicados que tuvieron como tope una dolorosa derrota en Wembley ante el Tottenham, el Liverpool ha ido recuperando el nivel mostrado en agosto. Los Reds han conseguido clasificarse como primeros en su grupo de la Champions League y en la Premier han logrado encadenar buenas actuaciones liderados por un Salah imperial. Pese a ello, el derbi del Merseyside fue un golpe duro para el equipo de Jürgen Klopp. El empate a uno entre ambos conjuntos no se puede considerar un mal resultado, pero el juego mostrado por el Liverpool mereció que el encuentro acabase de otra manera.
El Everton consiguió sacar de nuevo los mayores problemas de este Liverpool: la incapacidad de cerrar los partidos y la fragilidad defensiva. Los fantasmas que se habían instaurado en Anfield hace ya algunos meses parece que vuelven a estar presentes, por lo que los Reds están obligados a ganar. No solo para seguir en la pelea por entrar en Champions League, sino para despejar todas las dudas que pueden surgir a raíz de un mal resultado ante el West Brom.
Con el descenso en los talones
La temporada 2016/2017 fue bastante especial para el West Brom. Los Baggies conseguían realizar una campaña de ensueño que les permitió reforzarse bien en verano, consiguiendo reunir mucho talento para el inicio de la actual edición de la Premier League. El inicio fue brillante, ya que el equipo que por aquel entonces dirigía Tony Pulis lograba dos victorias en los dos primeros partidos. Todo esto lo consiguieron siendo fieles al estilo que les define, el clásico estilo inglés basado en el juego directo y la fortaleza en defensa. Pero entonces, todo se empezó a torcer, provocando que los Baggies se encuentren a día de hoy marcando la salvación y con Alan Pardew como nuevo inquilino del banquillo.
Desde que llegó el ex-entrenador de Crystal Palace y Newcastle, el West Bromwich no ha conseguido ganar en la Premier League. Tres empates y una derrota hacen que los de West Midlands tengan necesidad inmediata de conseguir una victoria para no sumirse en una espiral que puede acabar con los Baggies en Championship. El partido ante el Liverpool se presenta como un encuentro complicado para Pardew y los suyos, pero salir de Anfield con un buen resultado puede ser el golpe de efecto que buscaba el West Brom para salir de la peligrosa zona en la que están.
Antecedentes
El último encuentro entre Reds y Baggies fue en la jornada 33 de la anterior edición de la Premier League. En dicho partido, el Liverpool se impuso a domicilio gracias a un solitario gol de Roberto Firmino. Respecto al último duelo entre ambos equipos en Anfield, el Liverpool se volvió a imponer por la mínima en la novena jornada de la Premier League 2016/2017. Mané y Coutinho fueron los goleadores por parte Red, mientras que para el West Brom, McAuley fue el autor de su único gol.
La igualdad ha sido una constante en los últimos enfrentamientos entre ambos conjuntos, ya que los resultados siempre eran ajustados. De hecho, para ver una goleada nos tenemos que remontar a la novena jornada de la Premier League 2013/2014. El Liverpool se impuso por un contundente 4-1 gracias a un estelar Luis Suárez, que anotó tres goles.
Jugadores a observar
Mohamed Salah: el egipcio está siendo la referencia ofensiva del Liverpool. Desde que llegó este verano al Liverpool, se ha cansado de meter goles. Actualmente lleva 13 goles, colocándose como máximo goleador de la competición. Su velocidad y capacidad goleadora serán uno de los grandes problemas con los que tendrá que lidiar la defensa Baggie.
Jay Rodriguez: está siendo de lo más destacable del West Brom esta campaña. En sus 15 apariciones, fue titular en todas ellas, consiguiendo anotar dos goles. Destaca por su inconsistencia, aunque su calidad está fuera de toda duda. Su equipo necesitará que esté inspirado si quiere salir con los tres puntos de Anfield.
Arbitrará Paul Tierney
El encuentro se disputará en Anfield, uno de los campos más míticos del fútbol inglés. Ese estadio fue construido en 1884 y actualmente tiene capacidad para 45.362 espectadores.
Paul Tierney será el colegiado de este partido. Este inglés de 35 años no ha arbitrado al Liverpool esta temporada, pero si al West Bromwich en la quinta jornada de la actual Premier League.
Posibles alineaciones
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