El encuentro comenzó con un arrollador dominio del Manchester City, que tuvo la posesión del balón en su poder desde el primer minuto, pues se estaba enfrentando ante un conjunto que no le estaba mostrando la mayor oposición, que se estaba replegando juntando casi todas sus líneas de presión en una sola, en las fases de ataque posicional del rival. Manteniendo descolgados únicamente a los jugadores de ataque, para explotar su principal arma en el día de hoy, el contraataque. Pasaban los minutos y el equipo de Guardiola seguía acaparando el esférico, aunque estaba introduciendo al partido en una fase soporífera, con una intensidad aún menor a la que había tenido en los primeros minutos, en la que bien es cierto, que había conseguido neutralizar aún más a su oponente, que no conseguía mantener el cuero controlado durante mucho tiempo, y que tardó en salir de su campo.
Control visitante con tramos esporádicos de desequilibrio
Sterling logró anotar el primer gol del encuentro, tras recibir una gran asistencia de Kevin de Bruyne. Después del gol visitante, el partido se abrió algo más, y el equipo dirigido por Rafa Benítez que seguía planteando el partido con la misma mentalidad defensiva, aunque gozó alguna ocasión saliendo al contraataque, como la que tuvo en sus pies Rolando Aarons, en la que le tiró una vaselina, en el interior del área, escorado a la izquierda a Ederson, y que Otamendi se vió obligado a sacar bajo palos, enviando el balón a córner. Tras unos minutos de alboroto en el partido, el Manchester City volvió a dominar el partido con claridad, y tuvo alguna ocasión más para sentenciar el partido, pues movió la pelota con mucha más, rápidez, y pudo generar un mayor desequilibrio, especialmente por el costado izquierdo, con un Kevin de Bruyne muy incisivo, y un Raheem Sterling muy acertado en los últimos metros.
Dominio citizen levantando el pie del acelerador
El segundo tiempo también comenzó con un nivel bastante bajo de intensidad, y con un conjunto visitante, mucho más disperso e irregular con el balón, que tocaba sin un rumbo claro, y que no atacaba con la misma constancia que en el primer tiempo. Estaba más preocupado porque el rival no probase la resistencia de su defensa de circunstancias tras la lesión de Kompany que obligó a Fernandinho a actuar como central, que estaba dando una inmensa cantidad de pases y toques, muy por encima de lo habitual. En definitiva, el partido se estaba jugando a lo que querían los citizens, que de vez en cuando, estaban inquietando la meta rival, con algún acercamiento esporádico, cuando alguno de sus atacantes le añadía una punta de velocidad al juego con el balón controlado. Aunque después de unos minutos de letargo, el que le intentó subir una marcha más al partido era el equipo local, que veía como se cumplía su objetivo de llegar con opciones de puntuar a los últimos minutos del encuentro, pues le estaba dando una utilidad a sus posesiones, estaba intentando salir al contraataque, y sobretodo, empezó a presionar a la salida de balón del Manchester City, a la primera línea de presión.
Después de los primeros minutos de juego, el City empezó a especular con el resultado peligrosamente, y empezó a renunciar cada vez más al ataque, ante un rival, que no le estaba generando ningún peligro por iniciativa propia en esos minutos, sino que únicamente intentaba aprovecharse de los errores del rival, a pesar de que iba perdiendo. El equipo de Guardiola seguía controlando el encuentro, aunque con la entrada de Leroy Sané por Bernardo Silva, estaba amenazando veladamente con sentenciar el partido, con su velocidad y explosividad por banda.
Sin embargo, el alemán no estaba teniendo la menor trascendencia, en un juego que se estaba focalizando hacia el centro, y que cada vez era más perecedero, ante la cercanía del final del partido, y las urgencias de los locales por puntuar. Finalmente, el encuentro llegó a su fin, con el equipo local jugando en largo, en busca de sus atacantes sin ningún resultado, y con el cuadro skyblue siendo incapaz incluso de mantener la posesión para dejar pasar el tiempo.
