Sin gol no hay paraíso

Si el Athletic quiere ganar al Barcelona en la final de la Copa del Rey deberá solucionar el mayor de los problemas que le ha surgido en este final de temporada: la falta de gol. Y es que los de Bielsa acumulan 5 partidos oficiales sin ver puerta en la meta contraria.

Sin gol no hay paraíso
Llorente celebra el último gol rojiblanco hasta la fecha.
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Por Diego Feijoo

Desde que el pasado 26 de abril Fernando Llorente anotase, en el minuto 87, el gol que certificaba la clasificación del Athletic para la final de la Europa League, los rojiblancos no han sido capaces de perforar la portería rival en ninguno de los 4 encuentros posteriores en el campeonato nacional de Liga, y tampoco en la final que perdió dolorosamente el equipo bilbaíno ante el Atlético de Madrid por 3 goles a 0.

Cuando en el encuentro correspondiente a la vuelta de semifinales de la Uefa Europa League, el “9” rojiblanco metía el tercero de los suyos, y deshacía el empate en la eliminatoria ante el Sporting de Portugal, clasificando a los de Bielsa para la final, el público de San Mamés estalló en júbilo. 35 años después los leones se clasificaban para una final europea, y el optimismo se desbordaba en las orillas de la Ría Nervión, deseosas de volver a ver surcar la Gabarra que premia a los campeones. Y es que el Athletic se iba a presentar en la final de Bucarest con una de las plantillas europeas más prolíficas, no en vano, los bilbaínos acudían a la finalísima con una tarjeta goleadora de 28 dianas.

En liga tampoco iban mal las cosas. La semana anterior al partido del Sporting, un Athletic repleto de jugadores menos habituales, se impuso al Racing de Santander con un solitario gol de Gaizka Toquero en el minuto 12, consiguiendo los 3 puntos y manteniendo las posibilidades de clasificarse para la Champions League aún intactas. Sin embargo, ese gol del delantero gasteiztarra supuso el último del Athletic en liga. Desde ese momento la pólvora de los leones ha estado mojada.

Tras la euforia europea los rojiblancos viajaron a Zaragoza, donde cayeron por 2 goles a 0. Las opciones de mantenerse en Primera División de los de Manolo Jiménez pasaban por ganar ese partido, y fueron mucho más que los vascos, que aún vivían la resaca de la semifinal. Los goles de Edu Oriol y Apoño bastaron para que los maños se llevaran una cómoda victoria, y a su vez, enterrar las pocas opciones que le quedaban al Athletic por clasificarse para la Champions.

La suerte no acompaña

Ante esa tesitura, los partidos ante Real Madrid, Getafe y Levante se convirtieron en mero trámite. Los blancos se proclamaron campeones de Liga en San Mamés tras vencer por 0 a 3 a un voluntarioso Athletic, que sin embargo se topó con los palos y no pudo marcar. Poca historia tuvo el partido del Getafe, ya que todas las miradas estaban puestas en la final de la Europa League, y el partido únicamente sirvió para despedir a jugadores como Koikili, Ocio o Gabilondo. Este último, por cierto, a punto estuvo de marcar, pero su remate se topó con el larguero y provocó un “gol fantasma” que el colegiado González González no dio por válido. Y el partido del Levante sirvió para despedir la temporada de una forma un tanto decepcionante, ya que los blaugranas fueron infinitamente superiores y golearon a un Athletic irreconocible que apenas se acercó a la meta local.

Pero el palo más gordo llegó en Bucarest. Y es que tras un memorable recorrido europeo, el Athletic se presentaba en la final con sus opciones intactas, y con la convicción de que haciendo las cosas bien serían campeones. Nada más lejos de la realidad. En uno de los peores partidos de la temporada (sin lugar a dudas en el peor europeo), un Athletic desdibujado cayó con estrépito ante el Atlético de Simeone. Los goles de Falcao por partida doble y de Diego en las postrimerías del partido y con un Athletic volcado, sumieron a los rojiblancos en la mayor de las tristezas. Y es que únicamente en momentos puntuales del partido, los leones sacaron su juego a relucir. Susaeta e Ibai pudieron marcar, pero la falta de acierto del eibarrés y el larguero impidieron un gol al que aferrarse en la búsqueda de la remontada por parte de los de Bielsa.

En definitiva, ya son 453 minutos en partido oficial ( 5 partidos enteros y el final del día del Sporting) en los que el conjunto entrenado por Marcelo Bielsa se ha visto incapaz de meter un gol. Unos datos a todas luces preocupante, ya que estos guarismos no se igualaban desde hace casi 30 años. Y es que hay que remontarse hasta 1984, donde el conjunto entonces entrenado por Javier Clemente estuvo también 5 partidos sin conseguir un gol. Los Dani, Sarabia, Argote, Goikoetxea o Noriega fueron incapaces de marcar en Liga ante Zaragoza, Real Madrid, Espanyol y Elche, y tampoco pudieron marcar en competición europea ante el Bourdeaux. La racha se rompió ante Osasuna, donde los leones se impusieron por 1 a 2 con un doblete de Noriega.

Inmejorable ocasión

28 años después la historia se repite, pero que duda cabe de que los jóvenes jugadores rojiblancos están más que capacitados para romper esta negativa racha. Necesario se antoja, más aún, cuando enfrente se encuentra el todopoderoso Barcelona, donde Messi ha alcanzado los 72 goles él solito en esta temporada. Una barbaridad.

Muniain, De Marcos, Susaeta, Toquero, Ibai y por encima de todos ellos Fernando Llorente , que llega a la cita con 30 goles en su zurrón, serán los encargados de romper esta negativa racha e intentar perforar la meta defendida por Pinto. Y es que todos ellos son conscientes de que sin goles no hay victoria, sin goles no hay copa y en definitiva...sin goles no hay paraíso.