Objetivo conseguido. La Real Sociedad vio cómo se cumplía el milagro y, tras llegar por detrás la última jornada, terminó en cuarta posición la temporada 2012/2013. Tras un inicio de liga dubitativo, los donostiarras encontraron su fútbol y una manera eficaz de conseguir sus resultados. De esta manera, desde que ganaran en Málaga a principios de noviembre, sólo han sido dos los partidos perdidos, por lo que esta racha les ha llevado a disputar la previa de la Liga de Campeones el mes de agosto, gracias, entre otras cosas, a la victoria del Sevilla la última jornada frente al Valencia.

Para ello, el sábado tuvieron que disputar un encuentro muy complicado ante un Deportivo que se jugaba la vida. Desde el principio, los gallegos eran los que salían en busca de un gol que les acercara la permanencia, pero eran los realistas los que más peligro creaban, y en el minuto veintiuno Griezmann envió a la red un rechace de Aranzubia tras disparo de Agirretxe.

La Real se adelantó, pero el Valencia también ganaba en Sevilla por lo que la alegría no era plena. Sin embargo, con la primera mitad ya cerca del final, el partido en el Sánchez Pizjuán se enloqueció, ya que Negredo adelantó a los locales con una increíble chilena; y un posterior penalti y la expulsión de Jonas cambiaron por completo el panorama.

El Valencia veía cómo se le ponía cuesta arriba la jornada, mientras que la Real veía como el sueño de la Champions era más posible gracias a los goles de Negredo. En este contexto, el conjunto de Montanier se  dedicó a defender el resultado y el transcurso del partido cambió completamente. El Deportivo se hizo con las riendas del choque y hubo que sufrir hasta el final para lograr la ansiada cuarta plaza.

La emoción se mantuvo hasta el final. Los locales no se dieron por rendidos en ningún momento, y sólo su falta de acierto les impidió igualar el marcador, ya que por falta de voluntad no fue.En el minuto sesenta, por ejemplo, una gran jugada del conjunto de Fernando Vázquez por la izquierda acabó con un remate que es estrelló en el poste de la portería de Bravo.

Y es que esta fue la tónica final del choque: una Real Sociedad que buscaba mantener el resultado frente a un Deportivo que intentaba todo lo contrario, salir victorioso del encuentro. En esta lucha, Markel Bergara vio cómo el árbitro le expulsaba por doble amarilla y se tuvo que ir al vestuario antes de tiempo.

Sin embargo, el equipo blanquiazul no sufrió más de la cuenta y acabó venciendo un encuentro que le abre un horizonte realmente ilusionante. En agosto deberá afrontar la previa de la Liga de Campeones ante un equipo de gran prestigio, pero la ilusión ahora mismo puede con todo y Gipuzkoa entera espera esa eliminatoria. Montanier ya no estará, pero seguro que el próximo entrenador toma nota del trabajo realizado por los técnicos del club en los últimos años e introduce mejoras que permitirán a este grupo crecer todavía más. Esta temporada se cierra de forma ilusionante, pero el futuro es todavía más esperanzador.