Cayó el Levante en su último choque en tierras holandesas. Las que le vieron hace ahora dos temporadas jugar un encuentro de competició oficial que sirvió para pasar la fase de grupos de la Europa League. Esta vez fue el partido amistoso que ponía punto final a una estancia fructífera en los Países Bajos.
Muchas cosas positivas que extraer: la irrupción de Morales en banda izquierda, el buen hacer de Iván López o el destape como goleador de Víctor Casadesús. Presión más adelantada y mentalidad ligeramente más ofensiva que en años pasados.
Ni habían pasado 24 horas desde la victoria frente al Heerenveen, y el Levante ya estaba disputando un nuevo choque. Esta vez, el resultado sería el opuesto. Derrota por dos goles a cero en un encuentro en el que los granota contaron con múltiples ocasiones que jamás llegaron a convertir.
Kramer fue el verdugo levantinista. Convirtió los dos tantos del encuentro. El primero, en el minuto 25 cuando el atacante del equipo holandés cazó un balón al hueco para batir a Zagalá, el encargado de salvaguardar la meta visitante. El segundo llegó poco después de inaugurar el segundo tiempo. El reloj rebasaba el cuarto minuto de la reanudación cuando de nuevo Kramer cabeceó un centro desde la izquierda para cerrar el marcador.
Los valencianos intentaron maquillar el resultado, pero los huecos que dejaban atrás fueron aprovechados continuamente por los holandeses para llevar el peligro a la meta granota. De este modo, Mendilibar conoció la derrota como técnico del Levante.