La Real Academia de la Lengua define un suceso paranormal como los fenómenos científicamente inexplicables estudiados por la parapsicología. Y aunque bien es cierto que no ha sido estudiado por la parapsicología, la racha de derrotas a domicilio del Bilbao Athletic comienza a parecerse más a una actividad paranormal antes que a una mala racha.
Lo que comenzó como un tropiezo tonto ante el Barakaldo y el Socuéllamos se convirtió en un problema contra el Rayo Vallecano B y hoy ha quedado completamente retratado tras caer ante la UB Conquense en Cuenca por un gol a cero. Una derrota que preocupa porque se ha dado ante un rival que a priori no debería presentar muchos problemas, como cualquiera de los anteriores.
Un comienzo difícil para los dos equipos
Preocupa incluso un poco más esta derrota porque se ha producido ante un equipo que no había logrado puntuar en casa. Esta circunstancia se acentuó especialmente al comienzo del encuentro, donde los nervios atenazaban a ambas escuadras e imposibilitaban que el juego se pudiera desarrollar de la mejor manera posible. El correcalles en lo que se convirtieron los primeros minutos, no obstante, no parecía suponer ningún peligro para los dos guardametas, que esperaban su turno.
Las primeras señales de actividad paranormal se dieron en el centro del campo, en el que los rojiblancos cedieron el control, algo que el conjunto de Lezama no suele hacer en sus encuentros. Sin embargo, este dominio parcial no sirvió para que los locales pudiesen concretar en sus acciones de peligro y causar un problema real para la meta de Remiro.
Manu Reina sepultó a los bilbainos en el minuto 74
Pese a que el primer tiro a puerta del conjunto castellano no se produjo hasta el final de la primera parte, los locales, alentados por el público, confiaban en poder marcar, quizá un poco más de lo que lo hacía el filial rojiblanco. Y por ese mismo motivo, en el minuto 74, justo después de una ocasión en la que Denis pudo hacer el primer gol para los locales, Manu Reina mandaba al fondo de la red un centro que iba a ser un tanto lapidario para el Bilbao Athletic que se vino abajo los 15 minutos restantes y, pese a disponer de dos ocasiones, no logró materializar.
El regreso de Cuenca será más duro de lo esperado. La derrota sufrida en feudo conquense no es una buena señal para un Bilbao Athletic que todavía tiene esperanzas por luchar, un año más, por entrar en los puestos de ascenso. Bien sea fruto de una sucesión de hechos paranormales o una cuestión psicológica, lo único cierto es que el equipo rojiblanco tiene que espantar esos fantasmas y tratar de llevarse la victoria en su próximo partido a domicilio, que será en Irún ante el Real Unión.