El número 10 siempre ha sido relacionado en el mundo del fútbol con grandes personajes o situaciones. Desde Diego Armando Maradona a Leo Messi, pasando por Pelé o Zidane, el diez ha marcado a los grandes. Incluso en la ficción televisiva, donde todos recordamos al entrañable Oliver Atom, que con ese dorsal encandiló a toda una generación de niños. También en el CD Tenerife, con un Suso que se marchó muy joven y por la puerta de atrás para volver ahora y convertirse en un capitán para el equipo y un referente para la afición.

Ahora, en el Tenerife parece que ese número 10 va a tener aún más significado. La temporada pasada, tras un mal inicio liguero en el que muchos temieron un descenso "por la vía rápida" de nuevo a Segunda B, un triunfo en la décima jornada fue el desencadenante de una mejoría más que notable. Con esa victoria y otra en la siguiente cita liguera, el equipo blanquiazul comenzó una racha que le llevaría a encadenar ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota, con lo que pasó de ocupar el puesto veintiuno de la tabla clasificatoria a colocarse en décimo cuarta posición. Dos victorias para encadenar 8 jornadas sin perderEn la memoria de todos los tinefeñistas aún se conserva intacto el recuerdo de cómo aquellas complicadas citas (en el Toralín ante la Ponferradina, y en el Heliodoro ante el Deportivo de la Coruña) que se veían venir casi con pavor, al final supusieron un balón de oxígeno con el que el equipo de Cervera creció sobremanera en confianza, sirviendo de lanzadera para un tramo de 26 jornadas en las que la afición chicharrera creyó que era posible prácticamente todo.

Esta nueva temporada, con un inicio aún más desalentador que la campaña pasada, parece que de nuevo esa fecha de la competición ha vuelto a significar un giro de timón. El Tenerife se plantaba ante el filial del FC Barcelona con una más que difícil papeleta. Antes de la jornada 10, el Tenerife tenía 7 puntos de 27 posiblesCon Álvaro Cervera en la cuerda floja, un equipo desprovisto de ánimo y de fútbol y una afición desencantada tras un balance de 7 puntos de 27 posibles, los blanquiazules salieron al campo con la necesidad imperiosa de ganar, y lo consiguieron. Una semana más tarde, en un campo histórico como La Romareda, el rival era el Real Zaragoza. Contra todo pronóstico, el cuadro isleño volvió a ganar, repitiendo la historia que una año antes les había devuelto la confianza. De esta manera, han pasado de ocupar el puesto 21 (como el año anterior) a ubicarse en la plaza número dieciséis.

Este fin de semana el CD Tenerife intentará mejorar esa reacción que la campaña anterior les sirvió de tanto. Una victoria ante el Alavés supondría el chute de confianza que tanta falta le hace a un equipo que, a pesar de intentarlo, aún no ha encontrado el fútbol y, sobre todo, los resultados que terminen de volver a enganchar a una afición ávida de triunfos y de buenas noticias.