El Celta estuvo a punto de dar la campanada en la “Nueva Catedral”. Tenían la complicada labor de remontar el 2 a 4 encajado en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Los vigueses se quedaron a las puertas de conseguir lo que hubiera sido una de las remontadas más épicas de los últimos años en la competición copera, al quedarse a tan solo un gol de ello. El resultado final fue de un 2 a 0 a favor de los celestes, que quedaron eliminados por la diferencia de goles.

Santi Mina fue uno de los artífices del gran partido realizado por el Celta en Bilbao, y es que fue un quebradero de cabeza para la defensa bilbaína. Muestra de ello fue la espléndida jugada personal que realizó en los primeros minutos de la segunda parte  y que tuvo como resultado el primer gol del conjunto local. El canterano quiso destacar al final del encuentro la labor del equipo: “Sabíamos que iba a ser complicado, pero nunca dimos la eliminatoria por perdida. Vinimos al ataque, en la primera mitad no tuvimos suerte, pero en la segunda tuvimos la suerte de meter ese gol en los primeros minutos. Con el penalti intentamos seguir hacia adelante, pero por mala suerte no logramos el gol que nos faltaba”. 

El atacante resto importancia a la derrota en el partido de ida, donde mencionó que se pudo haber realizado un mejor partido pero que “se debe aprender de los errores”. “Hemos dado una muy buena imagen aquí, y eso nos da fuerzas para seguir con la cabeza alta en la Liga”, añadió.

Señaló, además, que el equipo ha encadenado “una serie de partidos muy duros” en las últimas semanas, y que la clave de la casi remontada estuvo en que “dar la cara y no echarse para atrás”.