Si algo ha caracterizado al Celta de Berizzo en lo que va de temporada es la impredecibilidad. Resulta muy complicado pronosticar un resultado de los celestes, que en más de una ocasión se han visto derrotados por equipos relativamente inferiores sobre el papel. Asimismo, este componente resulta positivo en otras ocasiones.
El Celta registra una única derrota en sus enfrentamientos a los equipos mejor clasificados
Y es que el conjunto vigués ha dado la cara siempre que se ha enfrentado a los peces gordos de la competición. Frente a los cuatro equipos mejor clasificados actualmente, el Celta registra ocho puntos sobre quince posibles (dos victorias, otros tantos empates y una sola derrota, contra el Real Madrid), ya que se ha enfrentado al Atlético por partida doble. Los cinco encuentros del equipo de Berizzo ante los 'grandes' han tenido una seña de identidad común: la forma de plantear cada partido. El técnico argentino ha apostado siempre por jugar 'de tú a tú', sin miramientos, con la voluntad de poseer el cuero para dominar el centro del campo y desde ahí planear la ofensiva.
A día de hoy, el gran damnificado sigue siendo el combinado rojiblanco dirigido por Simeone. Con el campeonato liguero recién comenzado, los celestes obtuvieron un meritorio empate a dos. Tucu Hernández con un gol de espuela y Nolito desde los once metros llevaron un punto a Vigo. A pesar de que el Atlético se veía obligado a ganar para pelear por el título en su visita a Balaídos, el resultado fue aún peor que la primera vez. Nuevamente el atacante gaditano de penalti y otro tanto de Orellana dieron el triunfo a los de Berizzo.
No hubo tanta suerte en la visita del cuadro olívico al Bernabéu. El buen juego del Celta auguraba un resultado poco favorable para los merengues, por lo que Cristiano Ronaldo decidió tender una trampa en la que Undiano Mallenco cayó. El portugués simuló una caída en el área tras un supuesto pero inexistente agarrón de Jonny, tras lo cual el colegiado señaló la pena máxima. 1-0 y primero de los tres goles que Ronaldo anotó aquella noche.
Cargando con una racha de siete partidos sin conocer la victoria, tocaba recibir al Valencia en casa. Dos equipos con trayectorias opuestas se daban cita en Balaídos para pugnar por los tres puntos. El Celta logró poner fin en cierto modo a su maleficio, ya que logró anotar 727 minutos después de la última vez. Sin embargo, el empate obtenido (1-1) supo a poco dado el buen juego de los celestes.
Escalada a la cima
Objetivo: repetir la hazaña
Pero si hay un partido que ha marcado la temporada del Celta es, sin duda, la visita de los gallegos al Camp Nou en la décima jornada. La afición blaugrana recibía con incertidumbre a su equipo tras perder en el Bernabéu. El Barcelona se veía con la obligación de derrotar, como cabía suponer a priori, a un rival relativamente inferior. No obstante, los celestes saltaron al césped barcelonés con el objetivo único de superar a su rival en intensidad, goles y buen fútbol. Joaquín Larrivey, rematando un magistral pase de espuela de Nolito, hizo posible que el conjunto olívico venciese en la Ciudad Condal 73 años después.
Con la mira puesta en los 40 puntos que certifiquen la permanencia en Primera, el Celta peleará los noventa minutos por derrotar nuevamente a los de Luis Enrique, convirtiéndose de este modo en el único equipo capaz de ganar sus dos partidos al Barcelona esta misma temporada.