Una verdadera infancia. Una juventud y ahora, una vejez. Creció viendo a la 'delantera eléctrica' a la que su mente nunca pudo olvidar. Después de esa preciada época, vinieron las grandes noches europeas cuando podían ir al Campo de Mestalla en moto y de la mano. Acto seguido, Kempes hizo que sus hijos no pudiesen evitar el contacto blanquinegro. Y ahora, después de la pérdida de su marido, el único deseo de Amparo es el de ir cada domingo a Mestalla con sus nietos para enseñarles cada rincón del templo valencianista, definitivamente, su templo.

Los comienzos

El Valencia termina la temporada 1922/23. Esa temporada fue increíblemente buena para el equipo del Valencia FC. Se logró ganar, por primera vez, un Campeonato Regional, que daba derecho a la entrada a la Copa del Rey. Y es que, tanta fue la emoción por la victoria en el Campeonato Regional que, aunque el equipo en el Campeonato de España quedara eliminado en la primera ronda, el campo de Algirós se llenó por completo con una entrada de 8.000 espectadores para ver el partido entre el Valencia F.C. y el Sporting de Gijón.

Boceto inicial del Estadio de Mestalla
Boceto Inicial del Estadio de Mestalla
Foto: Ciberche.net

Ya se había hablado de la creación de otro estadio de fútbol donde poder albergar a mucha más gente, ya que, aparte de este lleno, ya se habían producido algunos más en esta misma temporada, ante equipos como el Gimnástico en el Campeonato Regional o ante equipos foráneos en partidos amistosos, puesto que en aquella época la única competición oficial que había era el Campeonato Regional, y si éste se ganaba, se lograba el acceso a Copa. Además de haberlo hablado, se buscaron terrenos, y finalmente, se compraron cerca de la acequia de Mestalla al barón de Bellver. Dicha transacción que se realizó el 16 de enero del 1923, costó un total de 316.439,20 pesetas –lo que actualmente equivaldría a 1900€– dado que en aquella época, el Valencia F.C. no disponía de tanto capital, el contrato se tuvo que acordar como un alquiler con opción a compra que el Valencia F.C. logró abonar tras ininterrumpidos plazos.

El proyecto inicial encabezado por el arquitecto Francisco Almenar y por el constructor Ramón Ferré, los dos, socios del club, era la de hacer un estadio con capacidad para 17.000 espectadores, un aforo que duplicaría al campo de Algirós, pero que, conforme iban pasando los días y la inauguración venía más cerca, se tuvo que dejar en 14.000 personas. Tras varias fechas de demora, el Valencia FC consiguió que el 20 de mayo de 1923 fuese la fecha de inauguración del nuevo campo de Mestalla. El rival escogido, no era otro que el Levante dado que, meses atrás, en la inauguración del campo levantinista de El Grao, fue el Valencia quien tuvo el honor de inaugurarlo.

Pese a las demoras de tiempo, el estadio, fue construido de madera, debido a que no había tiempo para cemento, no se podía construir un estadio que tardara más de 6 meses. En Valencia, el fanatismo por el foot-ball crecía día a día, por lo tanto, el Valencia F.C. no tuvo tiempo de construir ni la tribuna cubierta, que se construiría cuatro años después, ni se pudo sembrar hierba, por lo que se optó por una tierra lisa. El clamor de la gente por el foot-ball hacía que cada partido que se jugara en Algirós y no en el nuevo estadio donde más espectadores pudieran asistir, fuese perder dinero.

El día 20 de mayo, a las 4 de la tarde, fue finalmente, la inauguración del estadio de Mestalla. En los prolegómenos del partido, el reverendo José Enguix bendijo el estadio, minutos después era Juan Artal, alcalde de la ciudad de Valencia, quien realizó el saque de honor del partido.

El partido, después de estos dos actos pudo empezar, un partido muy seco y con muy pocos goles, ya que Arturo Montes fue el único jugador que pudo batir al portero rival. Además de ello, lo hizo muy temprano, en el minuto 8. El partido finalizó con uno a cero favorable al Valencia FC que ponía punto y final al acto de inauguración, y en el que Arturo Montes tuvo el honor de marcar el primer gol de la historia del Campo de Mestalla.

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Dos años y un mes después del primer partido celebrado en Mestalla, se disputaría otro partido que, sin duda, también sería recordado, no era menos que el primer partido de España en Valencia, y no fue en otro sitio que en Mestalla. Lugar donde se congregaron más de 14.000 personas para ver a la selección. En este mismo partido, Eduardo Cubells se convertía en el primer jugador del Valencia F.C. en ser internacional con la selección española, además de ello, estrenando su internacionalidad con victoria ante la selección azzurra por un gol a cero.

El estadio, ya estaba listo para partidos internacionales, siendo el más grande de la ciudad con unas dimensiones de 100x59, mientras que el anterior a éste, el de Algirós, tenía unas dimensiones de 91x47, cosa que hacía muy difícil que los equipos grandes pudiesen venir a Valencia a jugar ya que por poner algún ejemplo, el campo de Les Corts de Barcelona tenía unas dimensiones de 101x62, mientras que los campos ingleses tenían también, dimensiones parecidas; esto ayudó a que el Valencia F.C. pudiese invitar a equipos importantes de las principales ligas europeas que ya habían sido creadas.

Jugadores de ambos equipos
Foto: valenciacf.com

El año siguiente, el 1926, se produciría un hecho que no pasa todos los años, y es que Mestalla iba a ser por primera vez sede de la final del Campeonato de España. El partido disputado entre el Barcelona y el Atlético de Madrid finalizó con un dos a dos, y tuvo que irse a la prórroga, para que el FC Barcelona lograse marcar y llevársela a sus vitrinas.

Un año después, ante el fervor que producía el Valencia FC y la necesidad de que el estadio se dotara con una serie de comodidades, se mandó a hacer una serie de obras para que el Valencia tuviera un estadio apropiado para el fútbol pero asimismo, un espacio donde poder disfrutar de esos noventa minutos. Y es que la imagen habla por sí sola, la tribuna entera se reconstruyó, una fila de palcos de pista que estaban a nivel del terreno de juego, cinco filas de butacas en la zona media, palcos principales y las gradas altas; todas ellas, gobernadas por una cubierta que cubría las inclemencias del tiempo. Con todo ello, la capacidad del estadio se ampliaba y podía llegar hasta los 17.000 espectadores. Pero, aparte de la tribuna, se construyeron vestuarios, unas taquillas y una enfermería. Además de todo ello se sembró césped para que los jugadores pudiesen practicar un fútbol más fino con a finalidad de entretener a los espectadores. Toda una obra de arte en el 1927, para que el afán del pueblo valenciano quedara satisfecho durante muchos años. Su precio fue de 211.981,70 pesetas -Actualmente equivaldría a 1270 €.- La inauguración de la tribuna cubierta fue el día 23 de enero, coincidiendo con el partido del Campeonato Regional ante el CD Castellón al cual se le pudo ganar por dos a cero.

Foto: elminuto7.com
Equipo madridista en la Final del Agua
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En 1929, dos años después de la inauguración de la tribuna el estadio de Mestalla, era sede, por segunda vez, de la final de la Copa del Rey. Esta vez, los equipos finalistas eran el Espanyol y el Real Madrid. Esta final, pasó a denominarse comúnmente La Final del Agua -hasta 1995- ya que la final se produjo bajo un fuerte aguacero, el marcador final reflejó un dos a uno favorable al equipo catalán que conseguía su primera Copa del Rey.

En el 1936, a un mes del golpe de estado de julio del 1936 y en una situación insostenible de violencia en una espiral que aún ascendería a más, Mestalla era el elegido por tercera vez en su historia para ser sede de la final de la Copa del Presidente de la República. Se enfrentarían el Real Madrid y el FC Barcelona, la victoria sería reñida por dos a uno del conjunto blanco.

Foto: Ciberche.net
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A partir de ese momento, pocos fueron los partidos que se pudieron jugar en Mestalla. España en pleno conflicto bélico y un Mestalla que sirvió de campo de concentración hacía que no se pudiese jugar hasta finales de 1939. Se tuvo que llevar a cabo una gran reconstrucción del estadio, del que solo se salvó la estructura de la tribuna. El campo estuvo inservible durante meses, las obras fueron costosas, pero todo hay que decirlo, la Federación Española de Fútbol (RFEF) ayudó a reparar los cuantiosos daños del estadio, también se amplió hasta los 25.000 espectadores. La obra se pudo inaugurar el 18 de junio de 1939 cuando el Recuperación de Levante ganó por tres goles a cero al Osasuna de Pamplona. A partir de ahí, los amistosos en esa temporada fueron muchos, ya que se intentó recrear el ambiente que se había dejado a partir del 1936.

'La delantera eléctrica', en Mestalla

Foto: Ciberche.net
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Esta década, la de los 40, sería posiblemente, la mejor que se ha podido vivir en Mestalla donde el Valencia Foot-ball Club pasó a llamarse Valencia Club de Fútbol. El Valencia logró ganar 98 de los 131 partidos en casa disputados desde el 1940 hasta el 1949 en Liga. Un brutal balance que dejaba un porcentaje en total de un 74,8 %. Además de ello en Copa el Valencia logró ganar 26 de los 33 partidos disputados en casa, lo que supuso también, un balance del 78,8%. En total, el estadio de Mestalla en competición oficial era un muro infranqueable ya que el Valencia C.F. logró ganar 124 de los 164 partidos jugados en Mestalla con un 75,6% de victorias. Un fortín en casa y un buen papel fuera de ella hacía que el Valencia CF acabase la década habiendo ganado 3 Ligas de 1ª División (1941-42, 1943-44 y 1946-47), 2 Copas del Generalísimo -lo que hoy sería Copa del Rey- (1940-41, 1948-49) y una Copa Eva Duarte Perón -lo que hoy equivaldría, a la Supercopa de España- (1949). El inicio de la década viene argumentado con la formación de la delantera 'eléctrica', una delantera formada por Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza. La primera alineación en la que se tiene presente a los 5 jugadores formando la delantera fue en la jornada cinco de la temporada 1940-41, ante el Hércules, en el campo alicantino de Bardín, el resultado fue de cero a dos favorable al Valencia, y estrenando la delantera 'eléctrica' lograron marcar 'Mundo' y Amadeo.

La siguiente jornada, sería el debut de los cinco delanteros en el campo de Mestalla, contra el Atlético de Madrid, el Valencia se impondría en el choque por tres goles a uno, marcando dos 'Mundo' y otro Epi. Esto era solo el comienzo de lo que pasaría durante seis temporadas en las que el Valencia se quedó sin marcar en un partido completo en contadas ocasiones, el dato es que en toda la década de 1940, el Valencia C.F. solo se quedaría sin marcar en competición oficial en 39 de los 336 partidos que jugó entre Liga y Copa que era solo en un 11,6% de los partidos; además de ello, si este ya sería un gran dato por sí solo, hay otro que también lo será, ya que el Valencia C.F. solo se quedó sin marcar en Mestalla en 7 de los 164 partidos en los que jugó, logrando así un 4,3%, un porcentaje que demuestra ya, lo que se vivía en el estadio valenciano.

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En la entrada del 1950, un gran proyecto miraba de reojo a la escena valencianista, ante la brillante década de los 40, el Valencia necesitaba más aforo para su público, que como ya pasó a principios de los años 20 en Algirós, se quedaba sin sitio para acoger a toda la gente que venía a ver al gran Valencia que había conquistado títulos nacionales en la anterior década. Ante esa respuesta de la gente, en junio del 1950, quedaba reflejado en la memoria de la temporada que se pretendía hacer una nueva obra para el presente, y para el futuro. Y ese es ¡El Gran Mestalla! Tras esta memoria, y una junta extraordinaria, se aprobó una gran reforma para Mestalla. Inmediatamente, el Valencia CF se puso en marcha para empezar el proyecto, y el 7 de julio del 1950 se lograron empezar las obras para adecuar el estadio a sus miles de aficionados. Las obras, como era previsto se llevaron a cabo hasta el final de la temporada, aunque ésto no hacía que el Valencia se tuviese que trasladar sino que el Valencia siguió jugando en su campo. Terminadas las obras, el estadio de Mestalla tenía dos nuevas gradas, que eran gol gran y gol xicotet que aumentaban la capacidad del estadio en 16.000 espectadores.

Con muchas penurias, el Valencia lograba pagar sus intereses pero llegó un momento en el que todo se dilató demasiado. Y es que, tras cinco años de construcción, el Valencia se quedó sin dinero, los créditos no bastaban; el Valencia tuvo que inventarse otra manera de generar dinero, vender abonos para 15 años; aún así, esto no bastó y se tuvo que convencer a los bancos para que prorrogaran los plazos, ante la negativa de éstos, se tiene presencia de que Santiago Bernabeu, presidente del Real Madrid en aquella época hizo un amago de retirar los fondos de su club y los propios si no se prorrogaba dicho plazo. Tras esto, por fin el Valencia pudo construir su estadio, con un nuevo anfiteatro, anfiteatro que se le llamaba de Wilkes; ya que según dicen, el Valencia pudo vender abonos gracias a la finura del delantero holandés que sorprendía a cualquier aficionado del fútbol y que fue comparado con Di Stéfano y Kubala. Finalmente, el 27 de diciembre del 1955 pudo reinaugurarse el estadio de la capital del Turia ante el San Lorenzo de Almagro.

Foto: Ciberche.net
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No obstante, el Gran Mestalla sería casi un despilfarro de dinero ya que, dos años después, Valencia sería completamente anegada de agua por la llamada, Gran Riada del 1957. El Campo de Mestalla, al estar en la zona noreste de Valencia, y relativamente cerca del mar, tuvo unas consecuencias bastante fatales. El agua llegó hasta la quinta fila de tribuna de aquellos tiempos, además de ello, los vestuarios se convirtieron primeramente en un lago, y poco después, en una laguna de barro que era difícil de quitar. Por ello, el Valencia tuvo que jugar todos sus partidos como visitante, para así, después de que todo se arreglase pudiese jugar en su campo. El Valencia que no ganó ninguno de los desplazamientos que tuvo, vio el descenso cerca, pero, cuando el equipo blanquinegro volvió a jugar en casa, logró ascender posiciones hasta llegar a la cuarta, donde acabaría la clasificación.

VCF - Lausanne
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Desde la gestión de Luis Casanova, el club logró otra vez el equilibrio que consiguió después de El Gran Mestalla, y el 17 de marzo de 1959, en Mestalla se inauguró el alumbrado eléctrico en un partido ante el Stade de Reims. Parecía todo preparado para que, aunque aún no lo supiesen, el Valencia pudiese jugar una competición europea en condiciones. Dos años más tarde de la inauguración del alumbrado, el Valencia entró en la Copa de Ferias, segunda competición europea del momento. El debut de Mestalla se produciría el 13 de septiembre de 1961 cuando el Valencia recibiría al Nottingham Forest, al cual ganaría por dos tantos a cero. Los dos primero goles europeos del Valencia en Mestalla serían obra del brasileño Waldo Machado al que le quedaría para siempre ese honor. Junto a Waldo Machado, futbolista sudamericano más goleador de la historia del club, se le unieron un grupo de jugadores como Guillot, Sendra, Héctor Núñez o Paredes con los cuales el Valencia llegó a conseguir su primer título europeo en la primera temporada que estaba en Europa. La final, a doble partido, fue ante el FC Barcelona, pocos partidos se recuerdan como la ida de la final, ya que el Valencia CF fue completamente superior y derrotó al FC Barcelona por seis goles a dos. En la vuelta, en el Camp Nou, el conjunto de la capital del Turia y el FC Barcelona empataron a uno llevando la Copa de Ferias a tierras valencianas.

El conjunto blanquinegro siguió su andadura la siguiente temporada en la Copa de Ferias, y los triunfos siguieron viniendo. En Mestalla aún se seguía sin perder un partido, ya que, en casi todos sus partidos, el Valencia recibía la calurosa bienvenida de miles de aficionados esperando el gran juego de su equipo. Una nueva Copa de Ferias se quedaría en Valencia después de derrotar en el Maksimir Stadion por dos goles a cero al Dinamo de Zagreb, y en la vuelta derrotarlo por segunda vez, por dos goles a uno ante más de 65.000 espectadores en el estadio de Mestalla. En la temporada 1963-64, el Valencia CF llegó nuevamente a la final de la Copa de Ferias donde a partido único en el Camp Nou el equipo perdió por dos goles a uno frente al Zaragoza. Sin embargo, Mestalla seguía siendo un fortín. Mestalla, en 21 partidos había conseguido 18 victorias y solo 3 empates; en el vigésimo segundo partido en Mestalla en competiciones europeas, el 16 de febrero de 1966, el Valencia CF perdía su primer partido como local ante el Leeds United por un tanto a cero.

El 23 de agosto de 1969, en una asamblea con Julio de Miguel como presidente, quedó aprobado el cambio de nombre de Estadio de Mestalla a Estadio Luis Casanova.

Tras la consecución de la Liga en la temporada 1970-71, el Valencia CF accede a jugar la Copa de Europa. Mestalla acoge el primer partido del conjunto blanquinegro en esta competición ante el Luxemburgo, al cual derrota por tres goles a uno. Tras ganar la previa ante el equipo centroeuropeo, el Valencia logró ganar al Hadjuk Split, pero, no consiguió derrotar al Ujpest Dosza en octavos de final.

Luis Casanova en los ojos del mundo

En la década del 1970, el consejo de administración del Valencia empezó a tratar la posibilidad de un nuevo estadio que no estuviera integrado plenamente en la ciudad de Valencia. Después de considerarlo, el consejo de administración desestimó este proyecto. Tras el conocimiento de que el Mundial de 1982 se celebraría en España, el Valencia CF tuvo que emplearse a fondo para que el Luis Casanova pudiese ser sede del Mundial, y por ello, en una junta extraordinaria se aprobó la reforma por la que en 1979 comenzarían las obras. En julio del 1979, se derriba la mitad hacía bajo de todo Luis Casanova, excepto tribuna, para acondicionarlo y rehacerlo esta vez de cemento, y no de ladrillo, que era como se había construido anteriormente. Además de construirlo de ladrillo, los asientos de plástico empiezan a instaurarse en toda la parte baja del estadio, tribuna y anfiteatro mientras se está construyendo. En el 1982, dos marcadores gigantes, uno en la zona sur y otro en la norte, hacían que Luis Casanova estuviese preparado para el Mundial.

El Estadio de Luis Casanova fue sede de los tres partidos que disputó España en la primera fase. Dichos partidos fueron contra Irlanda del Norte (0-1), Yugoslavia (2-1) y frente a Honduras (1-1). Ocho años más tarde, y después de cincuenta y cuatro años, Luis Casanova volvía a recibir la final de una Copa del Rey. Era la cuarta que recibía Luis Casanova, y la segunda en la que Real Madrid y FC Barcelona se encontraban. En esta, el FC Barcelona se llevaría la final por dos goles a cero.

En el año 1992, Barcelona sería la ciudad por excelencia del mundo durante unas cuantas semanas, es decir, los Juegos Olímpicos serían albergados por la ciudad condal, y Valencia sería subsede en esos Juegos y el estadio de Luis Casanova recibiría todos los partidos de la selección española excepto la final que se celebraría en el Camp Nou. Además de ello, el Luis Casanova también recibió los partidos entre Marruecos y Corea del Sur, Paraguay y Corea del Sur, y Paraguay contra Marruecos. Un total de ocho partidos se disputaron en el Luis Casanova en los Juegos Olímpicos de Barcelona el 1992.

El siguiente año, Luis Casanova acogió su quinta final de Copa en la que los equipos serían el Real Madrid y el Zaragoza. El ganador de esta final fue el Real Madrid. Esta sería la última final en la que el estadio se llamara Luis Casanova ya que en noviembre de 1994 fue cambiado otra vez a Estadio de Mestalla por petición expresa del mismo Luis Casanova.

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Con la presidencia de Francisco Roig, el mandatario pretende aumentar la capacidad de Mestalla en una gran cantidad ya que se quedaba corta para una población de 750.000 personas que tenía Valencia en esa década. El dirigente acaba ampliando el Estadio con la creación de 19.152 localidades en las que se dividen en tres gradas: Gol Gran, Grada de la Mar y Gol Xicotet. Este proyecto no queda sostenido por ninguna parte del Estadio construido anteriormente, por lo tanto, los pórticos no están apoyados sobre ninguna edificación anteriormente urbanizada.

El 1998, en plenas obras, se celebraba la sexta final de Copa en Mestalla. FC Barcelona y Real Mallorca eran los participantes. El club de la ciudad condal ganaría en los penaltis al equipo balear tras empatar uno a uno tras los noventa minutos reglamentarios y la consiguiente prórroga. El año 2000, se producía una nueva final de Copa del Rey que se disputaba entre el Espanyol y el Atlético de Madrid con resultado favorable para el conjunto catalán.

El siglo XXI, nuevas noches gloriosas

Corría el 1999 cuando el Valencia en una agónica última jornada lograba la clasificación de Champions frente al Mallorca por tres tantos a cero. Tras tener que disputar la previa, treinta años después, la Copa de Europa volvía a Mestalla. Tanto tiempo había pasado que su denominación había cambiado a Champions League, pero ese nombre no iba a alterar el sentimiento de esa competición que parecía estar hecha para el conjunto blanquinegro en los años venideros.

Un partido ante el Glasgow Rangers inauguraba la Champions en Mestalla la temporada 1999/00. Su triunfo y la contundencia táctica del mismo hacía soñar a la afición de la capital del Turia. Tras el Rangers, el PSV Eindhoven y el Bayern de Munich pasaban por el templo valencianista que seguía sin recibir derrota. Como primero de grupo pasaba a una siguiente fase donde le esperarían el Manchester United de Beckham, la Fiorentina de Mijatovic y el Girondins de Bourdeos de Pavón. Ninguno de esos rivales podrían batirle como local, y debido a su convinción, el Valencia pasaba a los cuartos de final donde se enfrentaría a la Lazio de Inzhagi, Nesta, Simeone y Mancini entre otros. El conjunto de la capital del Turia hacía un partido de escándalo en Mestalla que dejaba patas arriba la eliminatoria con un cinco a dos local y con hat-trick de Gerard López. En las semifinales, le esperaba el FC Barcelona al que el Valencia en otro partidazo en Mestalla de la mano esta vez de Miguel Ángel Angulo logró poner pie y medio en la final, pese a que en la vuelta cayese por dos a uno. El Valencia CF y el Real Madrid se enfrentaron en el Stade des Princes donde el conjunto de la capital capital logró una abultada victoria por tres goles a cero.

Por segunda vez, el Valencia hizo lo mismo. El Valencia consiguió en la siguiente temporada llegar una vez más a la final de Champions League para luego perderla. Tras jugar una fase de grupos frente al Heerenveen, Olympique de Lyon y Olympiakos; el equipo dirigido por Héctor Cúper jugó la segunda fase frente a otra vez el Machester United, frente al Sturm Graz y el Panathinaikos donde el Valencia quedó primero de grupo. La finalización de las obras de Mestalla coincidía con el partido de Champions ante el Manchester United el 14 de febrero de 2001 en el que el Valencia y el equipo de Manchester empataban a cero ante más de 50.000 personas, pese a empatar, el Valencia pasaría a cuartos donde se enfrentaría al Arsenal. Después de una intensa batalla en Highbury, el Valencia mediante un gol de Carew en Mestalla pasó a semifinales para medirse al Leeds United donde en un partido de vuelta soñado, el conjunto blanquinegro consiguió derrotar por tres a cero al conjunto inglés y meterse en su segunda final que de nuevo perdió. Esta vez, por penaltis, y ante el Bayern de Múnich.

Nuevas tristezas se repetirían año tras año cuando el Valencia lograba llegar a la Champions. Un equipo formado por Villa, Silva, Mata entre otros hacía soñar a Mestalla cada noche que las luces se encendían, pero finalmente, la negativa era la respuesta cuando la afición se preguntaba si se pasaría de cuartos de final.

Tras estos años donde el Estadio de Mestalla sería fruto de incesante guerra entre los jugadores y la Champions, el Valencia quedaría en una sequía de títulos en la que el Estadio de Mestalla recibiría tres finales de Copa del Rey más. La primera, entre el FC Barcelona y el Athletic con cuatro uno favorable al conjunto dirigido por Pep Guardiola. En la segunda y la tercera, los equipos serían los mismos, el Real Madrid y el FC Barcelona, y el resultado de la final también, con victoria blanca en ambas ocasiones; dos tantos a uno en la primera, y uno a cero en la segunda.

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