Tras encabezar el grupo F en la primera fase de esta Champions League parecía que al Barcelona el sorteo iba a serle favorable. En el 'bombo' 2 esperaban equipos de la talla del Paris Saint Germain, Juventus, Mónaco o Shalcke 04. Quizás, por su potencial y dinámica, el más peligroso era el entonces campeón de la Premier League, el Manchester City de Pellegrini.
Fortuna o no, los azulgranas quedaron emparejados con los citizens. Iba a ser uno de los partidos más emocionantes e igualados de la serie (junto con el Chelsea-Paris Saint Germain) pero una vez en Manchester, Luis Suárez se encargó de dejar claro que no hay rival que pueda frenar a un Barcelona de tan alto nivel.
Luis Suárez ejerce de líder
En pleno febrero y tras superar la difícil clasificación de Copa del Rey frente al Atlético de Madrid, el Barcelona ponía rumbo a Manchester (Reino Unido) para buscar la victoria que los acercaría un poco más a cuartos de final.
El planteamiento de ambos equipos parecía ser el mismo en las horas previas: dominio del balón, control y posesión. Cuando en el Etihad Stadium sonó el himno de la competición europea, el Barcelona se convirtió en dueño y señor del partido.
El centro del campo con Rakitic, Busquets e Iniesta recibió una ayuda especial, Messi, que reculó su posesión para crear peligro y asistir desde la zona de medios. El primer gol fue fruto de esta buena posición, y es que el argentino asistió al charrúa Luis Suárez que defino a la perfección un balón muerto en el área de Hart.
Tras perdonar alguna que otra ocasión, en el minuto 30 Luis Suárez sentenciaba la clara sueprioridad de los azulgranas con una obra de arte que subía el segundo al marcador.
Lo que pudo ser y no fue
Ya en el segundo tiempo y con un 0-2 favorable a los azulgranas, los hombres de Pellegrini no quisieron desperdiciar su honor y se acecharon a la portería de Ter Stegen intentando acercar, en la medida de lo posible, los cuartos de final.
Luis Suárez sentencia; Messi perdona
El Barcelona sobrevivió a base de coraje y es que los citizens no dejaron de intentarlo. Un seguro y más que correcto Ter Stegen bajo palos salvó más de una ocasión. Cuando parecía que las nubes desaparecían y la tormenta viajaba a otra parte, el Kun Agüero recortaba distancias para los ingleses.
La respuesta culé fue correcta y no se intimidaron. Volvieron a controlar el balón y dominar la posesión hasta que forzaron la expulsión de Clichy y se disponían a jugar los últimos minutos en superioridad. El Final del encuentro dejó la nota negativa y es que, a punto de sentenciar, Messi falló un penalti en la última acción del partido. Tirado en el césped y lamentándose de su error, el Barcelona volvía a casa con muy buen sabor de boca.
Claro vencedor
No hubo dudas, a pesar que los citizens lo intentaron, que el Barcelona era superior. El encuentro en el Camp Nou dejó un primer tiempo para el recuerdo y es que la exhibición de los azulgranas fue monumental.
Sin dudas, a cuartos
Los de Pellegrini solo contaban con la opción de salir a morder y marcar. La posesión en los primeros instantes fue un tanto discutida pero las transiciones de los culés eran rápidas y verticales. El tridente ofensivo hizo gala de su potencial y en menos de 5 minutos Neymar ya ponía en vilo a Hart, que convirtió ese encuentro en su gran noche.
Una combinación perfecta a nivel grupal y definida por Messi se quedaba en nada tras la intervención del guardameta inglés. Touré, por su parte, lo intentaba pero no había nadie que pudiese neutralizar al Barcelona. Messi mandó por encima de la red dos dispraros de falta directa pero, cerca del minuto 30, arrastraba a tres defensas para dejar solo a Rakitic, que entraba al área, que marcó el único gol del partido.
La segunda mitad dejaba la puerta un tanto entreabierta a las aspiraciones del City pero Ter Stegen exhibió todo su potencial. Pese a que Luis Suárez lo intentaba en los primeros encuentros, los citizens tomaron el balón para encarar una portería negada a su gol. Ni Navas, ni Agüero ni Touré pudieron superar al guardameta alemán que, a quinze minutos de terminar, paró un penalti al argentino. Los ingleses bajaban los brazos y se rendían ante el claro vencedor, el Barcelona, que ya ponía rumbo a cuartos de final.