El Valencia sigue siendo el mismo. El equipo de Nuno Espirito volvió a mostrar una buena solidez defensiva, apenas concede ocasiones al rival, muestra un orden defensivo fuera de lo común o se muestra tan compacto que apenas deja espacios al rival. Estos son los rasgos que muestra el equipo de Nuno, el problema llega a la hora de crear, de surtir balones a los delanteros, hoy esto brilló por su ausencia.

Nuno volvió a emplear el famoso 4-3-3 que tanto éxito le dio la temporada pasada en el que Rodrigo recuperaba la banda derecha y Piatti la izquierda. La gran diferencia con respecto a la temporada pasada es el centro del campo y es que Nuno en esta ocasión empleó dos stoppers puros como son Enzo y Danilo y un jugador más creativo como Parejo, y esto por el momento parece no funcionar al menos desde el punto de vista ofensivo. El Valencia fichó este verano a Danilo Barbosa quien se postulaba como el sustituto de André Gomes, sin embargo cada partido que pasa se muestra que el brasileño se asemeja mucho más a Fuego y a Enzo. Ante la ausencia de surtidores, "los depósitos" (los delanteros) no reciben balones por lo que el Valencia sólo fue capaz de chutar en una sola ocasión a la portería de Casillas, un remate en el primer tiempo que ni siquiera llamó la atención del portero español.

Las ocasiones brillaron por su ausencia

A pesar del discreto papel del Valencia, el Porto tampoco realizó su mejor partido. La primera parte, fue claramente dominada por el equipo portugués en todos los aspectos del juego (posesión, ocasiones y hasta córners). El equipo de Julen Lopetegui llevó de principio a fin de los primeros 45 minutos el control del juego, mientras que el equipo de Nuno recurría a las contras para intentar hacer daño, apenas lo consiguió. Fue el camerunés Vincent Aboubakar quien tras un centro de Maxi Pereira tuvo la oportunidad más clara del primer período. La segunda no distó mucho de la primera aunque fue el Valencia quien tuvo la primera oportunidad una buena contra terminada en un remate de Dani Parejo que estampó en Gianneli Imbula. El partido no cambió de dueño y fue Nico Otamendi con un remate al larguero en su propia portería quien estuvo a punto de romper la igualdad a doce minutos del final. Pero la última no sería esta y es que un gran remate de Sergio Oliveira al larguero en el 89' estuvo a punto de romper la igualada.

Al finalizar los 90 minutos los puntos de cara al torneo debían decidirse desde el punto fatídico. El primero fue Varela quien adelantó a los portugueses, empató Parejo. Nuevamente turno para los portugueses sería Maicon el encargado de anotar el 2-1, poco después recibió la contestación de Rodrigo De Paul. Tras cuatro penaltis acertados llegaron los fallos primero Oliveira para los portugueses y después Javi Fuego para el equipo de Nuno dejaban la contienda igualada a dos. El siguiente en lanzar sería Imbula quien recibió la contestación de Sophiane Feghouli, la tanda estaba empatada a tres. Nuevamente turno para el Porto, Rubén Neves no falló, sin embargo Álvaro Negredo engañó a Casillas por lo que volvió a igualar la tanda. La responsabilidad de lanzar el quinto penalti portista sería para Bruno Martins Indi quien no falló. El penalti definitivo fue para Joao Cancelo, quien recibió el varapalo de ver la maravillosa respuesta de Iker a su lanzamiento de penalti. De esta forma, el FC Porto computaría dos puntos y el equipo ché uno, ambos por detrás del FC Köln quien lidera la tabla de la Colonia Cup con cinco puntos.

Disipadas las dudas de Otamendi y Negredo

Uno de los acicates más importantes del encuentro era la presencia o no de dos de los jugadores que se encuentran en la rampa de salida del club de la capital del Turia, no son otros que Nico Otamendi y que Álvaro Negredo. El primero de todos disputó el encuentro de principio a fin y volvió a mostrar su rápidez en el cruce y su inteligencia a la hora de medirse a los delanteros, a los que ganó la partida en cada una de las ocasiones que se enfrentó a ellos, primero a Aboubakar y después a André Silva.

 En cuanto al segundo saltó al rectángulo de juego a falta de 25 minutos para el final sustituyendo a Paco Alcácer ( quien volvió a estar ausente después de su buen partido en Alzira), Negredo no tuvo ni una sola oportunidad de llamar la atención de Negredo y realizó probablemente uno de sus partidos más discretos en Valencia. La falta de ocasiones fue saciada con la oportunidad de lanzar el cuarto penalti del conjunto ché, en esta ocasión el vallecano no falló y engañó a Casillas, suponía el 4-4 de la tanda. Aún queda mucho mercado y ni Otamendi ni Negredo tienen el futuro definido, tiempo al tiempo.